Las policías que no son mujeres ni seres humanos


11:30 – (Por Rubén Lasaagno) –  En un lapso de 12 horas mataron a dos mujeres policías en plena calle. Los asesinos lo hicieron con total impunidad en un país donde la justicia mira para el otro lado y es la principal culpable de que ello ocurra. La hipocresía del gobierno, de los medios, los organismos que dicen velar por los derechos humanos, en contra de la violencia de género y de la clase política en general, es apabullante, vergonzoso y obsceno. Todo es mentira; resulta de una utilización política y de un oportunismo que asusta. Estas organizaciones pseudo humanistas resultan ser mercaderes de la mentira y el engaño, encubriendo vaya a saber qué y cuántos negocios vinculados a organismos internacionales que por levantar los pañuelos blancos y de colores por cualquier causa vacía de contenido y convicción, otorgan financiamiento a oscuras ONGs que se amontonan en la sociedad hipócrita que las contienen, las apañan y promueven.

Digo esto para marcar un poco la tendencia actual de nuestra sociedad y especialmente los medios nacionales, de perseguir causas “de moda” que imponen, bajan o suben, esos mismos intereses corporativos los cuales se dan el lujo de manejar la agenda pública y periodística, al punto que pasamos semanas hablando de los pañuelos verdes, los celestes, los blancos, los anaranjados y cualquier simbolismo que visibilizan en marchas, convenciones, protestas y movilizaciones perfectamente organizadas, personas convocadas por redes sociales, medios de alcance nacional lo cual ocupa la atención por semanas de las audiencias.

Así vemos campañas en contra de la violencia de género, a favor o en contra del aborto, “Ni una menos”, por los derechos y empoderamiento de la mujer, los Derechos humanos,injusticias contra la mujer, la igualdad de género, etc pero llamativamente (o no) hace algunas horas mataron a dos policías mujeres a sangre fría y nadie, absolutamente nadie, de estas organizaciones, salió a levantar un cartel pidiendo por la vida de esas chicas que como todas ellas, son mujeres, hijas, madres, esposas, novias.

Esta actitud es propia de la hipocresía que vivimos producto de la década en la que le metieron con forcep a una parte de la sociedad, el prejuicio por los uniformes y las instituciones de seguridad vinculando la realidad actual con las dictaduras de los ´70, mientras el mismo kirchnerismo, acuna a represores, torturadores, jueces del proceso y desaparecedores de personas como Milani, Bendini, Zafaroni, delincuentes seriales, estafadores, narcotraficantes y tantos otros.

La corrupción del gobierno anterior y la inseguridad y mojigatería del actual, estableció quiénes son los buenos y quiénes los malos y gran parte de nuestra comunidad con doble moral, como lo autores de esta suerte de elegía histórica recortada, compró.

El 12 de julio último, tras lo ocurrido con el cantante de Viejas Locas publiqué un artículo titulado “El “Efecto Pitty” y la razón de por qué la inseguridad es problema del Congreso y los jueces”. Allí resumidamente dije que si un tipo como Álvarez andaba en la calle con el prontuario que tenía a cuestas, era obvio que la culpa no era toda de él, sino de los jueces que lo liberaron sistemáticamente y los legisladores que les permitieron con leyes blandas, a esos jueces encontrar la forma de liberarlo.

Hoy estamos ante un hecho al cual le podemos aplicar la misma regla. El asesino Luca Martín Alaimo de 18 años que mató a Tamara Ramírez el sábado en Glew cuando intentó defender a su padre de un robo, había violado previamente a una mujer de 75 años y cinco días después mató a sangre fría a la mujer quien salió en defensa de su padre en un asalto domiciliario.

Previo al asesinato de Tamara, el lunes 23 de julio esta basura enferma entró a robar a una casa de su barrio, en Dock Sud, Avellaneda, a pocas cuadra de su casa. Sorprendió a una anciana la golpeó, la amenazó, le robó los 500 pesos que encontró y violó a la jubilada. La mujer reconoció a su atacante, igual que todos sus vecinos: Luca era señalado en el barrio como “incontrolable” y “ladrón“, pero sobre todo porque se “atrevía a robarles a los vecinos“, dijo a los medios la mujer. Pero la escoria seguía libre gracias a los buenos oficios de jueces que le permitieron, días después matar a Tamara.

Lourdes Espíndola (25) agente de la Policía de la Provincia de Buenos Aires fue atacada el domingo en Ituzaingó, víctima de un robo mientras volvía a su hogar después de hacer adicionales, vestida con el uniforme. En la parada del colectivo el delincuente le robó su arma reglamentaria y con la misma pistola le disparó a sangre fría. La mujer, mamá de un niño de 7 años llamó a su marido Fernando Altamirano de 34, también policía y le dijo en un desgarrador mensaje que está grabado como obra póstuma de la impunidad y la desidia oficial: “Me tiraron un tiro, me muero”. Hoy la están sepultando.

Fabián Perroni, Jefe de Policía de la provincia de Buenos Aires, ante el dolor y la desesperación de Altamirano, no tuvo mejores palabras de apoyo que decirle impunemente “Comportate como un hombrecito”. Habría que ver si Perroni sería “tan hombrecito” si le matan una hija por ejemplo y alguien se acerca para pedirle que no llore porque está demostrando que no se comporta como un policía.

En el mismo momento, Infobae publicaba una entrevista realizada al Secretario de Política Criminal, Coordinación Fiscal e Instrucción Penal del Ministerio Público bonaerense, Francisco Pont Vergés, quien consideró que la muerte de las dos efectivos mujeres de la policía es un hecho casual, que se genera por la oportunidad y que juntos asombran y conmueven más a la sociedad. “El delito tiene esas cosas de rachas estacionales, de varios hechos que impactan en la sociedad“, dijo sin reparar en las personas que fueron masacradas por ser servidores públicos.

Aclaramos ambos, Perroni y Vergés siguen en funciones, Ritondo, Ministro de Seguridad de Vidal no les pidió la renuncia, ni tampoco se fue él, al menos por vergüenza.

Siguiendo la línea de pensamiento de la sociedad hipócrita que nos contiene y está contaminada de falso ideologismo populista, podemos inferir que una mujer policía no es ni mujer ni un ser humano. No conmueven sus muertes, como tampoco conmueven las muertes de cualquier policía. En lo que va del 2018 solo en Buenos Aires mataron 11 policías; a nadie le importa. El presidente Macri debiera haber corrido al lado de las familias de estas chicas y puesto su imagen al lado de los niños sin madres, pero claro, el cachetazo que acusó después del caso Chocobar, lo hizo elegir el camino más fácil: mandar un funcionario y evitarse otro chasco. El voto del 2019 es más importante que la vida de dos mujeres que en todo caso “murieron en su ley”.

En las redes sociales, Verónica Barbieri, quien ahora se sabe es docente en la provincia de Bs As, respecto del asesinato de Lourdes Espíndola, escribió: “Eso pasa cuando abusan de su autoridad. Ello saben perfectamente que no pueden andar uniformados en la calle cuando terminan sus horarios de trabajo a ver si aprenden a no hacerse las machit@s con el uniforme”.

La feminazi, hasta donde sabemos, también sigue siendo docente y dando clases a los chicos.

Todos los hipócritas son víctimas de sus propias hipocresías. Las organizaciones abyectas que persiguen intereses inconfesos y se identifican con pañuelos de distintos colores, hacen silencio ante el crimen horroroso de dos mujeres. Están muy bien apodadas las feminazis.Los apoyan, como no podía ser de otra manera, el kirchnerismo y la izquierda filoK.

El gobierno disimula, las autoridades prejuiciosas y tratando de evitar ser catalogados como represores y autoritarios, prefieren cargar contra las víctimas de su propia tropa, que defender los valores de sus efectivos.

Nuestro país no tiene futuro sin orden, autoridad, justicia y honestidad. Hoy, como cuando renegábamos de la patota populista, seguimos impregnados del olor a mierda que nos dejaron los Zafaronis en la Justicia, los Kirchner en la política, los Milanis y Bernis en las Fuerzas Armadas y de Seguridad y las Bonafinis y Carlottos en los derechos humanos.

Mauricio Macri ha titulado a su partido como Cambiemos, pero hasta el momento, no ejerció el enunciado que solo quedó reducido a un título vacío y sin alma. (Agencia OPI Santa Cruz)

10 COMENTARIOS

  1. La pregunta que me hago es: ¿Por qué cobra relevancia y se vuelve mediático el crimen de las dos mujeres policías? y ¿por qué no se hace tan mediático los hombres policías que mueren en su labor como policía?
    Creo que justamente están usando la muerte de estas dos mujeres policías, que por su puesto lamento, para crear opinión en la sociedad reaccionaria y ponerla en contra de los movimientos feministas que se levantan en contra del sistema socio cultural y económico machista en que vivimos. A diferencia del que escribe la nota, no creo que sea una moda, creo que es un movimiento con conciencia, y que está cobrando fuerza en muchos países, y en mi opinión, con mucha razón.
    Segundo, estas mujeres policías no fueron asesinadas por causa de violencia machista, el delincuente no la mató por ser mujer, la mató por ser policía, si hubiese sido hombre igual lo mataba, diferente es el caso de un novio, o marido que mata a su novia o esposa en la casa por celos o por lo que sea, o en el caso de que no la mate la golpea y la mujer que no tiene trabajo y no puede buscar porque tiene tres hijos, está prisionera.

  2. Son tan válidas las vidas de ellos o ellas, lo que indigna es que ningún movimiento de ninguna clase se pronuncie por estas chicas ciudadanas y además dán la vida por nosotros, por ese mal nacido que protegen los K con sus falsos derechos humanos, es impresionante el daño ocasionado a la población de argentina durante los últimos 15 años generando un odio entre las personas que no se va a solucionar hasta que aparezca la justicia. Y enseñando a la gente que se puede vivir sin trabajar.

  3. Dolido, indignado, asqueado y triste. Así estoy. Hace 28 años que soy policía, y en todo este tiempo me ha tocado ser participe y testigo de hechos que al que los escucha le parecen invento.
    Es que esta sociedad hipócrita en la que vivimos nos muestra todos los días que todos los días somos víctimas de los abusos del poder político y judicial. Todos los días muere gente a manos de delincuentes que gozan del beneficio de leyes blandas y de jueces permisivos. Nuestros legisladores miran hacia otro lado cuando son ellos quiénes tienen el poder para modificar las leyes. Las organizaciones que levantan banderas por la igualdad y los derechos humanos están encabezadas en su mayoría por oportunistas que buscan aparecer y hacer cartel para llegar a algún puesto político que les asegure un futuro económico, y aprovechan la ignorancia de muchos de sus seguidores que no tienen idea muchas veces que causa están defendiendo.
    Cómo dije soy policía, padre de policías, y hoy me pongo en la piel del padre de las mujeres policías asesinadas, y creo que todo lo que se diga en tres días se perderá para el resto de la sociedad, y nada de lo poco que haga el gobierno o la ley traerá de vuelta a esas hojas que fueron violentamente arrebatadas.
    Mi sentimiento para con ellos.

  4. No importa si son hombres o mujeres,todos tenemos derecho a vivir,son los hijos,madres,padres,hermanos de alguien,es ese lugar vacio:sin sentido,ni explicacion

  5. En la segunda oportunidad en que Cayo Julio César se hizo cargo de Roma, ante la anarquía existente y los reiterados casos de vandalismo seguido de homicidios, violaciones, etc., impuso la “manu militare”. Inmediata detención y aniquilamiento público de cada delincuente. En los primeros días, ejecutaron a más de doscientos asesinos. El ejemplo cundió: Roma fue liberada del terror.
    Excelente su visión, estimado Rubén. Abrazos.

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