La gobernadora debiera sentir vergüenza por incluir a Santa Cruz dentro de la Emergencia Alimentaria

15:45 – (Por Rubén Lasagno) – Como es costumbre en la política nacional, independientemente de quien esté en el poder, se promueven reuniones de gobernadores, ministros de economías y ministros de desarrollo social de provincias, que no sirven para nada sino más bien para viaticar, alojarse en suntuosos hoteles, no pocas veces estos encuentros se hacen en lugares turísticos y el remanente de todo eso está a la vista: estamos en el fondo del tarro, porque hace 50 años venimos hablando de lo mismo y no dándole solución a nada.

Hoy me quiero referir a la reunión de Ministros de Desarrollo Social de seis provincias que elaboraron un documento donde explican la gravísima situación social de cada jurisdicción y por supuesto, atan todo (solamente) a la cuestión nacional de un gobierno que no da pie con bola en nada y menos aún en lo económico, claro está.

Sin embargo me quiero detener en el análisis de esta cuestión que es eminentemente política declarativa, donde un grupo de provincias opositoras al actual gobierno intenta marcar la cancha desplegando un cuadro de grave crisis social, que de hecho la hay y existe, pero sin hacer lo fundamental: mirarse hacia adentro y preguntarse cuánto de culpa tienen los gobiernos que los han precedido.

No voy a hablar de Tucumán, Salta, la Rioja, San Juan y La Pampa cuya realidad no conozco pero si me quiero detener en Santa Cruz. Todas ellas pidieron al gobierno nacional que declare la Emergencia Alimentaria “por las consecuencias sociales que sufre el país debido al ajuste del gobierno nacional”, echándole la culpa de todos los males, menos a sus propios ministerio de Desarrollo Social que aparentemente están manejando la crisis con holgura, sino al “modelo económico que impacta verdaderamente en la cotidianeidad de los argentinos”, dice el documento según Página 12 y en otra parte indica “antes de este último ajuste devaluatorio ya estábamos en clara emergencia alimentaria, cada vez son más los sectores vulnerables que nos dicen que se les hace imposible poder comprar alimentos suficientes como para no pasar hambre”.

Nadie que viva o haya vivido en Santa Cruz desconoce la realidad de esta provincia. Hace casi 30 años que gobiernan los mismos, el FPV/PJ. De esos años, 12 hubo una combinación total de poder entre nación y la provincia, atravesados por la misma conducción de gente de Santa Cruz (NK y CFK). Ésta es una de las provincias con mayor extensión territorial y mayor riqueza natural: petróleo, minería, gas, oro, plata, pesca, ganadería etc. Tuvo el suficiente tiempo cronológico para generar no solo recursos, sino fondos propios, riqueza, industrias y cuanto avance en materia de recursos propios se pueda imaginar. Nada de eso ocurrió. Solo generó empleo público, subsidios, parte de una población aggiornada a las prebendas políticas, ñoquis en todos los estamentos públicos (Cámara de diputados, gobierno central, Justicia, entes autárquicos, etc), anuló todos y cada uno de los controles, intervino todas las cajas políticas, sociales y previsionales y subsumió a la escasa sociedad de 320 mil almas, a un ejercicio perverso de súbditos del reino, quienes deben esperar mes a mes que a la gobernadora se le ocurra pagar, cómo, cuándo y cuánto quiera, los haberes públicos que funcionan como un látigo para dar premios o castigos.

Es decir, los sucesivos gobiernos del FPV/PJ han llevado a Santa Cruz a no tener nada teniéndolo todo y hay que soportar que Alicia Kirchner envíe a sus funcionarios a solicitarle al gobierno nacional declare una Emergencia Alimentaria para una provincia como la nuestra, sentada sobre un mar de petróleo, oro, gas y langostinos.

Nadie desconoce la situación actual de la economía ni la impericia del macrismo para sacar adelante al país, pero perder la dignidad provincial yendo a rogar el bolsón de comida es sencillamente de una bajeza conceptual y moral que no merece ni puede calificarse, a menos claro, que uno entienda está gobernado por personas alienadas y sin calificación posible.

A la gobernadora y a su funcionaria de Desarrollo Social se les debería caer la cara de vergüenza, sentarse en una mesa para integrar una lista de provincias “desvalidas”, sin hacer un poco de historia y repasar hacia atrás para establecer quiénes la hundieron en la pobreza, la marginalidad, el desfinanciamiento, las deudas y no le agregaron valor, ni crecimientos, arrasaron con todas sus riquezas ni planificaron un futuro autosustentable, a pesar de los menos de medio habitante por kilómetro cuadrado. El resultado sería sencillo: se encontrarán con ellos mismos.

Si la actitud de Santa Cruz hubiera sido “solidarizarse” con aquellas provincias más pobres, el mensaje político sería más entero, genuino y sincero. El ejemplo más cercano a la ridiculez que hizo el gobierno yendo a esa reunión es como si un jugador empedernido de la ruleta, donde lo perdió todo: casa, autos, capital, empresa, llega a las puertas de Vessvessian a pedirle un Plan Social. Lo que la Ministro Vessvessian firmó en Buenos Aires, es una derrota de la moralidad política y la falta de sensatez que anida en personajes que no reconocen aún que no son parte del problema: ellos son el problema. (Agencia OPI Santa Cruz)