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Maduro suma superpoderes y busca oxígeno económico en China


11:00 Tras prorrogar el decreto de emergencia, el presidente viajó por sorpresa para reforzar con un crédito las finanzas del país y reestructurar una deuda; el PBI cayó 25% en lo que va del año Fuente: Reuters – Crédito: Archivo

Por: Daniel Lozano
“Volveré con buenos noticias”. Reforzado con más superpoderes, el presidente Nicolás Maduro se despidió de Venezuela anteayer para emprender un sorpresivo viaje a China, un reencuentro con su principal socio comercial que se supone clave para las finanzas revolucionarias en uno de sus peores momentos: el PBI del país se contrajo un 25% en lo que va del año, según la Comisión de Finanzas del Parlamento.

Maduro busca en Pekín confirmar un crédito de 5000 millones de dólares, que permitirá al gobierno bolivariano terminar el año suministrando divisas a un mercado interno asfixiado, además de entregar más ayudas directas a los portadores del carnet de la patria, la herramienta de control social y político perfeccionada durante su mandato.

Entre sus planes viajeros también se encuentra la reestructuración de la deuda pendiente, que asciende a 62.000 millones, y la ampliación por medio año más del período de gracia ya vencido. La protección de las inversiones y los préstamos chinos ante las reiteradas ilegalidades del gobierno de Caracas, que pueden provocar denuncias o impagos en el futuro, es el tercer punto en debate, tras las continuas advertencias realizadas por el Parlamento criollo.

“Venezuela y China elevarán a su máxima expresión las relaciones bilaterales. Avanzaremos en nuevos acuerdos de asociación estratégica en el campo económico, comercial, energético, financiero, tecnológico, comunicacional, político y cultural”, adelantó el mandatario, que fue precedido por su vicepresidenta, Delcy Rodríguez.

La número dos del gabinete avanzó esta semana en las negociaciones, que en Caracas ya se dan por exitosas. “Revisamos los 472 proyectos ya existentes con China”, dijo la excanciller ayer en el aeropuerto caraqueño. La trascendencia de este nuevo acuerdo económico se resume en lo anómalo de la situación: durante 20 horas ni presidente ni vicepresidenta permanecieron en suelo venezolano.

El viaje sorpresa del presidente fue acogido con múltiples reticencias en un país aplastado por la suba de los precios (el FMI calcula que la inflación superará 1.000.000% este año), la escasez de productos básicos y el colapso de los servicios públicos en medio de un éxodo masivo. “China es el FMI de Venezuela. Los 5000 millones no resuelven ningún problema, pero junto a la extensión del período de gracia le da un oxígeno importantísimo al gobierno”, precisó el economista Luis Oliveros.

“Para un régimen que aprendió a vivir con poco -en términos de divisas-, este auxilio de China, de concretarse, le daría respiro por un buen tiempo”, añadió Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, que sigue de cerca los acuerdos económicos entre ambos países.

La oposición aprovechó la coyuntura para airear una vez más el apocalíptico estado de las cuentas públicas: Hugo Chávez asumió el poder en 1999 con una deuda pública de 30.000 millones de dólares, equivalente al 25% del PBI; este año, la deuda total se disparó por encima de 150.000 millones, más del 100% del PBI. La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) calcula que el gobierno venezolano ya cobró por adelantado el petróleo que enviará a China en la próxima década.

Otro de los factores sorpresa del viaje es que Maduro se subió al avión que lo trasladó hasta China fortalecido por nuevos poderes excepcionales, que se suman a los que él mismo se otorgó a través de la Asamblea Nacional Constituyente, órgano bolivariano que suplantó al Parlamento legítimo. La prórroga del decreto de emergencia económica enumera una batería de “medidas excepcionales” que le permitirán aplicar de forma arbitraria los puntos más polémicos de su Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica. Venezuela tiene las mayores reservas petroleras del planeta cuando el precio del barril superó los 70 dólares, además de yacimientos de gas, oro, diamantes y coltán.

La orden encierra un punto clave para sus aliados chinos: el presidente puede firmar créditos internacionales sin el visto bueno del Parlamento, tal y como exige la Constitución. Los diputados opositores avisaron una y otra vez a los socios del chavismo sobre la ilegalidad de estas concesiones financieras.

Maduro también accedió a otra de las demandas de su aliados asiáticos: la flexibilización del control de cambios, espina dorsal de la economía impuesta por Chávez hace más de una década. Entre las nuevas medidas en esta materia se incluye una tasa flotante para el dólar impuesta por el gobierno, actualmente 62 bolívares soberanos por billete norteamericano, que se acerca a la del mercado paralelo, por encima de 100. No obstante, el Estado mantiene su intervención sobre el mercado.

Diálogo entre Pence y Duque

El vicepresidente norteamericano, Mike Pence, habló ayer por teléfono con el presidente colombiano, Iván Duque, sobre la crisis en Venezuela . En el diálogo reafirmaron su compromiso de mantener la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, informó la Casa Blanca.

“Los dos líderes discutieron la crisis humanitaria en Venezuela y sus efectos secundarios en toda la región, reiterando su compromiso de mantener la presión sobre el régimen de Maduro y abordando el tema del trágico colapso de la democracia en Venezuela”, señaló el comunicado oficial.

Según la ONU, cerca de 2,3 millones de venezolanos se fueron desde 2014 del país petrolero, sumido en una aguda crisis económica. Colombia recibió a más de un millón de personas desde el país vecino, de las cuales ya regularizó a más de 820.000. “Pence también reconoció los esfuerzos tempranos de Duque en la crucial lucha contra las drogas ilegales”, añadió la nota. (La Nación)

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