11:00 En el inicio del debate del presupuesto 2019, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ratificó en la Cámara de Diputados el rumbo económico del Gobierno e intentó despejar dudas sobre la política monetaria y de endeudamiento: negó que se analice avanzar en una dolarización o en un régimen de convertibilidad y descartó la posibilidad de una renegociación de la deuda externa.
Por: Gabriel Sued
“En la Argentina del presidente Macri no va a haber ninguna reestructuración de la deuda ni un ‘megacanje'”, reafirmó, contundente, tras cuatro horas de debate. En medio de fuertes críticas de la oposición, Dujovne dejó abierta la puerta a una ampliación del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) , pronosticó que el nuevo acuerdo estará cerrado antes de la sanción del presupuesto y confirmó que se prevé usar el producto del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) para financiar la reparación histórica a los jubilados.
Fueron definiciones sacadas a presión, en medio de una batalla intensa, en la que el ministro arrancó con un desgaste adicional: sin aviso previo ni explicaciones de parte del oficialismo, Dujovne llegó más de una hora tarde, lo que puso en pie de guerra a la oposición. “Es una falta de respeto institucional. Fuimos convocados a una cita con la mayor autoridad económica del Gobierno”, se quejó Diego Bossio (Bloque Justicialista), cuando habían empezado a exponer los funcionarios del equipo del ministro.
La discusión se encauzó una vez que llegó Dujovne, a las 15.15. Pese a que se mantiene el compromiso del peronismo no kirchnerista de acompañar la aprobación del proyecto, la tensión siguió en alza. Los principales bloques de la oposición coincidieron en cuestionar el rumbo económico y señalar objeciones puntuales a una decena de artículos de la iniciativa.
“¿Qué va a hacer este gobierno para que pare la sangría de empleos, para que la gente llegue a fin de mes, para que la clase media pueda vivir mejor? ¿Qué decisiones van a tomar para que no siga habiendo este abuso con los precios?”, arremetió, a su turno, Axel Kicillof (Frente para la Victoria), protagonista de un cruce de chicanas con Dujovne. El ministro adjudicó buena parte de la crisis a “los desequilibrios heredados”, y ratificó el rumbo: “Estamos convencidos de que este es el rumbo. Vamos a un año 2019 en el que las exportaciones van a crecer por encima del 20 por ciento”, sostuvo.
Aunque en términos más moderados, Bossio y Marco Lavagna (Frente Renovador) también marcaron distancia del programa económico de Macri y pusieron sobre la mesa varios temas que generan resistencia en la oposición. Uno de los más mencionados fue el artículo 53, que propone modificar la ley de administración financiera para flexibilizar las condiciones de renegociación de la deuda externa.
“Vamos a un megacanje por pedido del FMI”, denunció Felipe Solá (Frente Renovador), en línea con los temores expresados por varios diputados. Tras descartar una reestructuración, Dujovne argumentó que solo se busca “modernizar” la ley para, por ejemplo, poder canjear deuda en dólares por deuda en pesos, aunque eso signifique un aumento de la tasa. La respuesta no conformó a la oposición. El artículo parece destinado al fracaso.
Uno detrás de otro, Bossio, Lavagna y Kicillof preguntaron cuál es el aumento de tarifas previsto para el año que viene. Sin cifras precisas, respondió el secretario de Energía, Javier Iguacel . Aclaró que buena parte del incremento de la electricidad dependerá de las provincias, que tienen a su cargo la distribución del servicio de electricidad. De la respuesta sobre los costos mayoristas, la oposición interpretó que los aumentos estarán muy por encima de la inflación.
Otro punto que aglutinó críticas de la oposición fue la creación de un fideicomiso para garantizar el financiamiento de los proyectos de participación público-privada (PPP), con empresas vinculadas en el caso de los cuadernos de las coimas. “¿Qué necesidad hay de incluir al Banco Nación en un régimen que iba a tener financiamiento privado? Termina siendo un programa de obra pública tradicional, pero con menos controles”, cuestionó Bossio, y detalló que el contrato para el desarrollo de seis corredores viales terminará costando un 30% más por una cláusula que protegía a las empresas ante el crecimiento del riesgo país.
En la respuesta, el ministro señaló, una vez más, las responsabilidades ajenas. “Estamos buscando una solución para salvar miles de puestos de trabajo. La orgía de corrupción del gobierno anterior nos está generando problemas. Lo mejor hubiese sido que no se produjeran estos casos de corrupción”, dijo. (La Nación)
