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Un nuevo ciclo en la Corte: Rosenkrantz reemplaza hoy a Lorenzetti en la presidencia


10:30 En el Gobierno hay expectativa por la flamante gestión, que tiene pendiente un fallo sobre la actualización de las jubilaciones

Por: Candela Ini
Tras 11 años al frente de la Corte Suprema, el ciclo de Ricardo Lorenzetti llega hoy a su fin y asumirá la presidencia Carlos Rosenkrantz .

El reemplazo despertó expectativa en el ámbito político y judicial frente a la incidencia que tendrá este cambio en la cúpula del Poder Judicial.
La agenda del tribunal contiene temas sensibles, que derivarían en consecuencias económicas claves para el Gobierno, pero también hay inquietudes en el arco político sobre cómo se reconfigurará el esquema de poder en el máximo tribunal y cuál será el estilo de la gestión de Rosenkrantz.
Un nuevo estilo

Quienes conocen a Rosenkrantz señalan que su esquema será “paso a paso”, que el nuevo presidente dirigirá la institución a su manera, con sus tiempos, y que “no lo manda nadie”. Por cierto, observan con gracia el rol de mero académico que se le adjudica a Rosenkrantz, quien aun desde ese lugar logró “terminar con el reinado Lorenzetti”.

En cuanto al contenido más relevante de la agenda que tiene la Corte Suprema, deberá definirse si se debe aplicar o no el índice de actualización de haberes remuneratorios de los trabajadores estatales, así como también hay un fallo pendiente respecto de la constitucionalidad del nuevo esquema de movilidad para jubilados no alcanzados por la reparación histórica.
Asimismo, el tribunal deberá decidir si los funcionarios que ascendieron a jueces deben pagar o no el impuesto a las ganancias.

En el Ministerio de Justicia, la cartera comandada por Germán Garavano, hay ánimos expectantes respecto del cambio de mando en el máximo tribunal. Consideran allí que es “muy importante el trabajo que está haciendo la Corte Suprema”, y aspiran a tener el mismo vínculo con el nuevo presidente.
Con Ricardo Lorenzetti se hacían reuniones mensuales, y se espera que se sigan realizando con Rosenkrantz, el sucesor en la presidencia.

El nuevo presidente fue elegido por 4 votos a 1 el 11 de septiembre. El único que votó a favor de la continuidad de Lorenzetti fue Juan Carlos Maqueda, y se decidió adelantar el comienzo del nuevo mandato al 1° de octubre, ya que la gestión de Lorenzetti vencía el 31 de diciembre próximo.

Elena Highton de Nolasco, vicepresidenta de la Corte, permanecerá en ese cargo. Su voto a favor de Rosenkrantz fue clave y contó con el aval de quien se posicionó como una de las más críticas voces y figuras contra Lorenzetti: Elisa Carrió. Horacio Rosatti, quien ingresó a la Corte Suprema junto a Rosenkrantz por sugerencia del presidente Mauricio Macri, también dio su aval al cambio de conducción.

Después de una década al ritmo que dictó Lorenzetti, el sistema de poder interno en el Poder Judicial deberá ser redefinido por la lógica de Rosenkrantz. Uno de los aspectos de ese sistema es el vínculo entre la Corte Suprema y un actor importantísimo del Poder Judicial: los tribunales federales de Comodoro Py.

Un cambio de época

Ricardo Lorenzetti llegó a la presidencia de la Corte en el año 2007 habilitado por el kirchnerismo. Desde que asumió el gobierno de Cambiemos, Lorenzetti comenzó a jugar otro papel. De buen vínculo con el peronismo, su nexo con el senador Miguel Ángel Pichetto se fortaleció cuando este desestimó la posibilidad de una mayoría en el Senado a favor del juicio político en su contra, que intentó impulsar Elisa Carrió.

Con la gestión de Mauricio Macri, la Corte incorporó a su órbita el manejo de las escuchas telefónicas, a través de la creación de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado, que previamente era la Dirección de Captación de Comunicaciones.
Los jueces de Comodoro Py se referenciaron en Ricardo Lorenzetti, quien pulió un esquema de trabajo con Martín Irurzun, presidente de la Cámara Federal, y el juez federal Ariel Lijo.

Por eso en Comodoro Py ahora se esperan señales por parte de Rosenkrantz y rige la curiosidad respecto de cómo se establecerá el vínculo entre la Corte Suprema y la Justicia Federal.

La oficina de escuchas en la órbita de la Corte fue una herramienta cuestionada por organismos que fiscalizan las actividades de inteligencia tras conocerse las filtraciones de audios que tuvieron alto calibre político y mediático.

La llegada de Rosenkrantz y Rosatti a la Corte Suprema fue el comienzo de una cuenta regresiva para la durabilidad del poder de Ricardo Lorenzetti. (La Nación)

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