La idea de reencarnar a “Lula” de Rudy Ulloa, no se le sirvió para evitar el escrache

10:30 – (Por Rubén Lasagno) – Sin mucho sentido de la oportunidad, el kirchnerismo investigado no deja de aparentar “que no pasa nada”, cuando en realidad la sociedad asqueada de tanto robo, corrupción y personajes desvergonzados que andan por la calle, decide reaccionar de la forma que puede. Hoy es a través de los gritos, los insultos presenciales y las redes sociales, en el 2019 lo hará mediante el voto.

En el izamiento dominical en Río Gallegos, Rudy Ulloa Igor y un grupo de su espacio político “Los muchachos peronista”, se hicieron presentes en la intersección de calles Roca y San Martín de esta capital para “pedir por la liberación de Lula Da Silva” (¿?). No solo es importante destacar lo irrisorio del pedido en si, sino el poco sentido de la oportunidad de mostrarse “como un vecino más” a quien está acusado, investigado y procesado por haber sido partícipe necesario y beneficiario directo de la corrupción desde el poder que a nivel nacional arrasó con todo en 12 años, pero Ulloa es previo a todo eso; el asistente personal de Néstor kichner ya venía acompañando “el modelo” desde los años ´90.

Sin percatarse de que no estamos en el 2001, cuando Ulloa, Grasso y Álvarez podían encabezar las marchas de los caceroleros quienes salían a golpear a jubilados, mandados y amparados por la impunidad de Néstor y sus esbirros, Ulloa creyéndose “un vecino más” o tal vez con la idea de hacer campaña para filtrarse en alguna lista que le asegure impunidad para cuando vengan los tiempos más duros con la justicia, estuvo allí sin darse cuenta que la gente no lo quiere.

En una situación de crisis como la actual, no es aconsejable jugar a la memoria corta del pueblo, pensando que porque aumenta el 120 % el gas y Macri no da pie con bola, el ciudadano medio va a olvidarse del robo y la confiscación de la esperanza que hicieron los krichneristas en su conjunto desde el poder en la década pasada.

Por ese motivo, mientras Ulloa simulaba ser condescendiente con una mujer, quien seguramente formaba parte del decorado en la escenografía montada por los muchachos peronistas, docentes y alumnos de la EPP 19 presentes en el izamiento para pedir la reparación del colegio que se les viene abajo, comenzaron a gritarle todo tipo de insultos, mientras sus cancerberos le respondían a las maestras tirándoles “Andá a besarle la mano a tu verdugo”, en relación al gobierno de Macri.

Ulloa, aparentando que estaba al margen del incidente, pero claramente molesto por lo que estaba escuchando, propinaba “contención” a una mujer que parecía “rogarle que tome las riendas” o “agradecerle algún acto benefactor” y el ex asistente de Néstor, fiel ejemplo de la movilidad ascendente espontánea que ha brindado el kirchnerismo a sus socios, en pocos años, actúa con ademanes paternalistas como quien solo con gestos, afirma “andá tranquila, yo me ocupo…”

Ulloa y sus secuaces, finalmente se tuvieron que ir de allí. El repudio de la gente se hizo generalizado cuando muchos distraídos se dieron cuenta de su presencia. El pedido de libertad a Lula Da Silva deberá esperar. Ulloa, como Zanini, como la propia gobernadora Alicia Kirchner y tantos otros más, tienen el gran problema de que la sociedad en su conjunto comienza por aborrecerlos. La descarada corrupción que se llevó todo en pocos años y el enriquecimiento de pocos a costa de muchos, a la vista de la enorme caja de pandora que se abrió en el país después de los “cuadernos”, yo no tiene vuelta atrás y el castigo social, el repudio público es un síntoma.

Brasil, con un “Lula” que no es ni la sombra de corrupto como lo ha sido el krichnerismo en argentina, perdió toda esperanza de reeditar el populismo barato que vivió por años. Dilma, ni siquiera pudo “entrar” y quedó afuera de toda esperanza y a un triz de ir a la cárcel. Como si fuera poco, el repudio de tanta corrupción, le abrió la puerta a un ultraderechista. ¿Se favorecerá la sociedad brasilera con Bolsonaro?. Tal vez no, pero el hartazgo por tanta corrupción, robo y engaño, fue socialmente castigada de esta manera.

Y Ulloa debe saber, como todo el kirchnerismo junto a la jefa de la banda, que la sociedad argentina está igualmente cansada. Brasil entre Bolsonaro y la corrupción, eligió a Bolsonaro. ¿A quien les parece que en el 2019 elegirá el ciudadano argentino, si enfrente la opción es la corrupción y cualquier otra cosa?. Obvio, a “cualquier otra cosa”, porque tanta frustración, robo y miseria no se pueden olvidar y como pasó en Brasil, aunque lo que ganen no sean tan bueno, al menos la ciudadanía estará segura de sacar lo malo conocido. (Agencia OPI Santa Cruz)