FRENTE PLATA GRANDE

10:00 – (Por: Ruben Lasagno) – Se llama Juan “Nike” Grabois, tiene 34 años, es amigo del Papa y está al frente del Movimiento de Trabajadores Excluidos que conforman unas 300 cooperativas, 300 talleres más de 1.500 militantes y mueve unas 3.000 personas con fines estrictamente políticos y en contra del gobierno nacional, aliándose de manera definitiva con el cristinismo/kirchnerismo, pero pretendiendo escindirse de los “paladares negros”, la mayoría de los cuales hoy están presos.

Rápido de reflejos, cofundó con la ex presidenta a la distancia, dando un saludito a través de una pantalla grande, el denominado “Frente Patria Grande”, que nosotros, atendiendo a la vertiente de fondos que lo sostienen, rebautizamos “Frente Plata Grande”, teniendo en cuenta el sustento que posee su estructura y las fuentes de las que se nutre Grabois, parte del Estado nacional y otra parte de los centros políticos y municipios que apoyan “las cooperativas”, invento K para organizar la militancia rentada, como ha quedado en evidencia en el video difundido anoche en PPT donde les otorgan planes a mujeres con hijos para que vayan a los actos de Cristina Fernández, advirtiéndoles que si no lo hacen les quitan la bonificación.

Sin perder el tren de “la popularidad” que le otorgó ser amigo del sumo pontífice, un declarado kirchnerista de la última hora, Grabois tomó impulso y envalentonado por su “carisma revolucionario”, no le hizo cara fea a cualquier micrófono o cámara que se le cruzara en este tiempo y deambuló por radios y canales, aún los menos afines al kirchnerismo, como forma de enfrentar “con otra imagen” y un discurso “renovado” a los más acendrados críticos de la década pasada.

Así se hizo habitué de Intratables, pasó por Radio Mitre, TN y se ha convertido en un asiduo entrevistado en el programa de Majul, desde donde publicitan su libro. Es que Grabois está seguro que puede cambiar la imagen del “cristinismo”, con solo rodear a la ex presidenta de gente que no tenga prontuario y cree que asociándose con Hugo Moyano, por ejemplo, pueden conformar un frente común que le pelee las elecciones a Macri en el 2019.

Por eso Grabois no dejó lugar a dudas y ahí nomás fundó “su frente” y Cristina Fernández que en esta instancia agarra cualquier cabo del cual asirse, si eso le asegura alianzas que le sumen poder a su alicaído poder y le permite permanecer como una amenaza latente en el 2019, le dio el “OK” y Grabois se calzó su boina y el habano y salió decididamente a conquistar el mundo desde el discurso.

Para ello hizo dos cosas fundamentales y necesarias para enterrar sus aspiraciones antes de haber comenzado: quiso desligar a la ex presidenta de sus cómplices presos y atacó a los corruptos del gobierno anterior, excepto a “ella”, a quien la configuró en el ideario popular como una dulce palomita blanca, inocente e impoluta, que jamás hizo, supo o se enteró que a su alrededor se estaban robando el país.

Grabois comenzó tomando a todos por estúpidos y haciendo uso y abuso de su buena disposición al diálogo, su educación, su amistad con el Papa y básicamente la falta de un veraz político asociado a la década pasada (aunque de ella vivió y se nutrió), jugó al desmemoriado, pretendiendo poner a su alter ego en un lugar exótico, extraño a la Argentina de la década pasada, soslayando cualquier responsabilidad que le pudiera caber a la viuda, como jefa de la banda que fue y es, aún cuando sus cómplices vayan cayendo uno a uno tras las rejas y tanto ella como sus hijos sigan el mismo camino.

Grabois, entonces, trató de enaltecer los valores de su defendida y hundir a los infieles que se “aprovecharon” de su debilidad y la “rodearon mal”, robando fondos de la patria, a espaldas de quien hoy es una “perseguida política” del macrismo, que busca distraer a la opinión pública de los aumentos y la inflación diaria.

Claro, la gente es estúpida por naturaleza y deja de comer por pensar que Cristina debe estar presa…

Inmediatamente desde Marcos Paz le contestaron de la peor forma. Grabois es un cuerpo extraño que no tiene “la calle” para pertenecer a tan selecta pléyade de partisanos y en todo caso, para pertenecer debería al menos, demostrar con dos o tres causas abiertas en su contra por malversación de fondos, coimas o cohecho, que ha logrado estar al mismo nivel de su patrona. Y cuando el amigo del Papa pensó que ganaba terreno en el corazón pétreo de CFK, ésta dejó reverdecer de su exquisito vocabulario, las más hirientes puteadas hacia el dirigente social y toda su familia, pero con especial dedicación a su madre.

Sin embargo como la fiebre de Grabois no disminuyó en estos días, habano en la boca y boina mediante, descendió de Sierra Maestra criticando fuertemente a la multinacional Nike y dijo “La empresa Nike, mientras esclaviza a los costureros en la confección de sus prendas, ‘incentiva’ a magistrados argentinos para que persigan a los vendedores ambulantes por distribuir imitaciones“, mientras cruzaba las piernas en un estudio de televisión y mostraba nuevísimas zapatillas marca Nike y como si fuera poco desde la empresa le contestaron que no tenía vergüenza, porque, además, estaba usando el calzado trucho que se vende en La Salada, donde esclavizan a los trabajadores. Algo similar a la defensa irrestricta del otro amigo del Papa que lideraba la Alameda y tenía máquinas ilegales en talleres de costura truchos.

Lo cierto es que el líder del nuevo espacio Frente Plata Grande no comenzó bien. Hacia adentro su líder espiritual que espera el primero de los juicios orales de las 7 causas que tiene por corrupción, lo mira de reojo por las estupideces que dijo y hace, las cuales no suman a la hora de mentirle a la gente. Hacia afuera, Grabois da una imagen decadente, falsa y recae en los mismos falsos símbolos de la década pasada donde el oportunismo, la mentira, el engaño en masa y la fabulación alrededor de causas nobles para enfundarse en dólares y Euros desde el poder, fueron una constante que nos llevó a todos los argentinos a un sumidero del cual aún no podemos salir.

Un adelantado este Grabois; hasta ahora el mejor aliado de Macri en esta etapa donde nada es tan claro como la política: no hay nadie que ofrezca nada mejor y de lo peor, estamos cansados. (Agencia OPI Santa Cruz)