11:00 “Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!”. Hace apenas un par de horas, este fue el tuit que escribió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras conocerse que en las elecciones de medio término su partido, el republicano, retuvo el control del Senado pero perdió la mayoría en la Cámara de Representantes.
Y fue por más. Como si quisiera blindarse y evitar asumir la parte de la derrota, citó unas líneas del libro El código capitalista, del abogado Ben Stein, en la que él mismo es descripto como “mágico”.
“Sólo ha habido cinco veces en los últimos 105 años en que un presidente ha ganado escaños en el Senado en las elecciones. Trump tiene magia sobre él. Este tipo tiene magia saliendo de sus oídos. Es un captador de votos y un activista asombroso. Los republicanos son increíblemente afortunados de tenerlo y estoy asombrado de lo bien que han hecho. Trump es el hombre mágico. Increíble, tiene a todos los medios en su contra, lo atacan todos los días y saca estas enormes victorias”, escribió en su red social el mandatario, quien pasó la noche siguiendo los resultados con su familia y amigos en la Casa Blanca.
Pese a la resistencia Trump, el Partido Demócrata recuperó las riendas de la Cámara de Representantes gracias a una oleada de nuevos candidatos y al entusiasmo de los votantes. Así, rompió con el monopolio de los republicanos en Washington y preparó el escenario para una multitud de pesquisas sobre el presidente que podrían afectar a su gobierno durante los próximos dos años. Los republicanos tenían la hegemonía de la Cámara baja desde la revolución del Tea Party en 2010.
Ahora, como partido mayoritario, los demócratas presidirán comités y tendrán poder de citación para buscar las declaraciones fiscales de Trump, e investigar de forma más agresiva la interferencia rusa en las presidenciales de 2016 y la posible colaboración entre Moscú y el equipo del dirigente.
La campaña para estos comicios se desarrolló en un contexto de dura retórica y debates sobre inmigración, sanidad y el papel del Congreso en la supervisión del presidente, al tiempo que una caravana de inmigrantes centroamericanos se dirige desde Honduras hacia el país en busca de un futuro mejor y ante la alerta de Trump, que en más de una oportunidad advirtió que no los va a dejar entrar.
También se caracterizó por los actos de violencia: el envío de paquetes bomba a opositores de Trump y la masacre en una sinagoga en Pittsburgh, que dejó 11 muertos.
Por eso ayer, en todo el país, los votantes formaron filas desde temprano, impulsados por las ganas de expresarse. Casi el 40% de los electores votaron y mostraron su oposición al presidente, según AP VoteCast, una encuesta a nivel nacional, mientras que alrededor de un 25% señaló que votó para mostrar su apoyo al exmagnate. (La Nación)
