11:00 El riesgo país, un indicador del nivel de sobretasa de interés que el mercado internacional le pediría a la Argentina respecto del 3,20% que paga al mismo plazo Estados Unidos, perforó ayer la barrera de los 600 puntos y volvió a niveles de fines de septiembre.
Por: Javier Blanco
El índice, elaborado por la banca JP Morgan, cerró en 598 puntos básicos, con un retroceso de apenas 2 puntos en la jornada. Así acumula un recorte de 74 puntos (11%) desde el 30 de octubre, día en que arribaron al Banco Central los US$5631 millones que giró el FMI tras aprobar formalmente el replanteo del acuerdo suscripto en junio.
De este modo, confirmó su alejamiento del pico de 783 puntos de inicios de septiembre, cuando más que duplicó los 351 puntos de arranque en 2018 al quedar claro que -pese a llevar 6 meses intentándolo- la Argentina no lograba dominar aún la corrida contra el peso. Y lo hizo por una nueva suba (aunque leve) en los bonos que se verificó aun cuando la agencia Fitch, si bien mantuvo la calificación “B” para la deuda argentina, pasó a “negativa” su perspectiva por “la debilidad de la economía y dudas sobre la consolidación fiscal en los próximos años”.
Se trata de una señal aguardada como parte de una secuencia de distensión financiera que se inició con la estabilización cambiaria y luego de que la hiperdevaluación del peso comenzara a mostrar su poder correctivo sobre los marcados desequilibrios externos de la economía local. Aun así, para los analistas, por ahora solo indica que el pánico que había ganado a los inversores con la Argentina quedó atrás.
La mirada de los especialistas
“Lo que vemos es una saludable corrección de niveles previos extraordinariamente altos que llegó tras confirmarse que habría financiamiento adicional para cubrir baches de 2019 y comenzar a hacerse visible la incipiente estabilización de la plaza local”, evaluó el economista y exfuncionario Daniel Marx, actualmente al frente de la consultora Quantum Finanzas, quien considera aún “alto” a este índice.
Su colega Eduardo Ganapolsky, titular de Proficio Investment, coincidió: “La tasa de riesgo argentino se disparó en un contexto de salida de capitales de los emergentes y ante una economía que se mostraba excesivamente vulnerable a esos movimientos. Pero eso cambió. Desde hace algunas semanas se nota que el reflujo de capitales se frenó, que la incertidumbre global aflojó y que aquí -aunque con costos muy elevados– se comenzaron a reordenar algunas cuentas. En ese contexto no debe sorprender que los que más suben sean los activos argentinos porque eran los que, por lejos, venían más golpeados”, señaló.
Para el analista Nery Persichini, de GMA Capital, el dato más destacado es la normalización que muestra el costo de los seguros contra un posible nuevo default. “El del seguro a 2 años cayó 500 puntos en 2 meses y el de las pólizas a 5 y 10 años retrocedió en 250 puntos en promedio”, con lo que muestran “el menor nivel desde mediados de agosto”.
Lo demás solo indica que salimos del ojo de la tormenta. “La baja del riesgo es positiva y muestra que el tramo corto de la curva, que llegó a rendir 11% a fines de agosto, se estabilizó en 8 al 9%, aunque en los bonos del tramo medio y largo se mantienen en 10% promedio. Pero a la vez -explicó- persiste el gap de 300 puntos entre los bonos que vencen hasta 2019 y los que vienen ahí nomás, porque hasta allí llega el grueso del cheque extendido por el FMI y los que apuesten a después tienen que agregar al riesgo de la economía el riesgo electoral”, explicó.
La Tasa local vuelve al nivel de inicio del plan
La tasa de referencia local, fijada desde el inicio del plan de ajuste monetario y bandas de flotación cambiaria por el interés que paga el BCRA por la deuda de letras de liquidez (Leliq) -que coloca entre bancos para retirar pesos del mercado-, quedó ayer en 67,43% anual. Se trata del menor nivel desde el 2 de octubre y apenas 25 puntos por encima del interés del 67,18% que la entidad validó en la primera subasta diaria de estas letras, el 1° de octubre. El valor surgió de una licitación en la que el BCRA enfrentaba el mayor vencimiento ( $263.933 millones), aunque -dado el grado de maniobra que ganó para el cumplimento de su meta de variación 0 en la base monetaria- solo buscaba renovar Leliq por $150.000 millones. Finalmente colocó nueva deuda a 7 días por $167.158 millones, lo que liberó unos $98.900 millones y favoreció una baja del 65 al 60% en el costo de los créditos interbancarios (call money). (La Nación)