10:00 El estado de gracia que transitaba el Gobierno tras la exitosa Cumbre del G-20 se esfumó en 48 horas. Después de semanas de silencio, Elisa Carrió volvió ayer a poner en crisis al oficialismo, con críticas feroces al nuevo protocolo para el uso de armas y al proyecto de financiamiento de las campañas electorales.
Por: Gabriel Sued
“La reglamentación para fuerzas de seguridad dictada por la ministra Bullrich [Patricia] viola los derechos humanos fundamentales. Nosotros no vamos a ir al fascismo”, lanzó la jefa de la Coalición Cívica por Twitter, a las 19.29. “Esto no significa que la policía no tenga el poder para mantener el orden, pero a la ministra se le va la mano”, agregó, citando declaraciones que minutos antes había hecho al diario Clarín.
Por el respaldo que el Presidente había dado ayer a la mañana a la puesta en marcha del nuevo protocolo policial, que habilita a los efectivos a disparar a delincuentes en fuga y sin dar la voz de alto, la crítica de Carrió reabre la disputa política con Macri. “P erdí la confianza en el Presidente”, había dicho la diputada en octubre, en pleno enfrentamiento con el ministro de Justicia, Germán Garavano.
El vínculo quedó en un freezer después de que la diputada exigió la renuncia del ministro, para decir después que era una broma y pedirle disculpas al Presidente.
Por si quedaran dudas de que la relación con el Presidente atraviesa por un mal momento, Carrió desafió ayer a Macri, al cuestionar el proyecto que habilita el financiamiento empresario de las campañas. “Voy a votar en contra del aporte de empresas a los partidos políticos, de acuerdo con la doctrina histórica de la CC-ARI, porque esto es lo que permite mantener la independencia para defender al pueblo”, abrió fuego, y después remato: “No me importa lo que opine el Presidente, sostengo lo mismo que decimos desde hace 25 años”.
En el entorno de la diputada explicaron que, como es su costumbre, Carrió hace públicas sus críticas cuando siente que no es escuchada o que no es consultada. Puertas adentro del oficialismo, la jefa de la CC viene insistiendo hace un año en que el blanqueo de los aportes empresarios no es la solución para el problema del financiamiento de la política. La prohibición de donaciones de las empresas figura en la carta orgánica de la CC.
Carrió se enteró del nuevo protocolo de uso de armas de fuego luego de su publicación en el Boletín Oficial , lo que, dicen en su entorno, la habilitó a hacer pública su opinión. Los cuestionamientos se inscriben, además, en una relación muy tensa con Bullrich. “Creo que sectores de la fuerza la están engañando: le ponen droga para que ella la encuentre, pero el negocio sigue”, dijo sobre la ministra, el mes pasado. Cerca de la diputada señalaron ayer a la funcionaria como la responsable de una tendencia de bolsonarización del Gobierno.
Bullrich había empezado el día con una felicitación del Presidente, durante una reunión de seguimiento del ministerio y frente a todo el equipo de funcionarios. En la Casa de Gobierno aseguraron a LA NACION que Macri considera que hay que respaldar fuertemente a las fuerzas policiales para que puedan usar las armas reglamentarias, sin violar los derechos humanos y en línea con el Código Penal para el caso de la acción policial y con las disposiciones de las Naciones Unidas ( ONU ).
“Es el momento político justo para anunciar el protocolo, porque es el momento para el cambio cultural. Los policías deben usar las armas, está muy bien y es lógico que los policías puedan defenderse”, dijo Macri frente al gabinete de Seguridad, según confiaron a LA NACION fuentes de Presidencia que estaban presentes.
“Estoy muy de acuerdo con el nuevo reglamento. Este es el punto de inflexión porque los argentinos estamos recuperando la autoestima y se hizo muy bien el G-20 , y sorprendimos al mundo y a nosotros mismos”, agregó. Estaban presentes Bullrich y otros funcionarios como Gerardo Milman, Eugenio Burzaco y Pablo Nocetti.
Las palabras de Carrió cayeron como una bomba en el Congreso, donde las autoridades del bloque hacían malabares para intentar reunir la mayoría para la agenda parlamentaria propuesta por la Casa Rosada.
Sin el respaldo de la CC, al oficialismo se le hará casi imposible reunir la mayoría para aprobar el cambio en el financiamiento de las campañas. No solo porque es una ley que requiere mayoría absoluta de 129 votos. También porque, ante un escenario de crisis en el oficialismo, la oposición optará por quitar su apoyo a la iniciativa. (La Nación)