11:00 – El comienzo del último trimestre del año no trajo buenas noticias para el mercado laboral argentino. Como consecuencia de la fuerte recesión y del rebrote inflacionario tras la corrida cambiaria, la cantidad de trabajadores asalariados privados -la medida del empleo sobre la que el Gobierno hace foco- mostró una caída anual de 1,1%, lo que implica 69.900 trabajadores menos. Para peor, ese mismo mes reflejó además una retracción de más de 10% interanual de los salarios reales.
Por: Francisco Jueguen
Si se observa a la totalidad de los trabajadores, incluyendo públicos e independientes, la retracción fue del 1% anual. Esto significa que se expulsó a 119.500 trabajadores del mercado. Sin embargo, según los números del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) procesados por el Ministerio de Producción y Trabajo, gran parte de esta baja corresponde a monotributistas sociales, cuyos contratos -sobre todo en la Secretaría de Agroindustria- se están revisando.
Los datos generaron preocupación en el Gobierno, sobre todo porque el cuarto trimestre del año suele ser un mes de elevada estacionalidad para el empleo, y porque se trata de la tercera retracción anual del empleo consecutiva y la más profunda en un año. Además, el Indec había informado la semana pasada de un aumento del desempleo para el tercer trimestre de siete décimas, a 9%, pero explicado por un mercado menos dinámico y no por mas desvinculaciones.
Sin embargo, en la clásica reunión del último miércoles de cada mes en los que presentan estos datos, los funcionarios del Ministerio de Producción y Trabajo recordaron que octubre estuvo caracterizado por ser el primer mes de estabilidad tras la fuerte corrida.
A pesar de que las expectativas para los próximos tres meses -según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) de noviembre- continúan aún por el piso, en el Gobierno confían en que la estabilización de la macroeconomía, la mejora de las exportaciones y del consumo gracias a una alza de los salarios reales en el primer trimestre tras varias recomposiciones de sueldos implicará una mejora de los números del mundo del trabajo en tiempos de elecciones.
“Octubre fue un mes complicado con relación a la caída de empleo”, admitió José Anchorena, encargado de las estadísticas de empleo en la Secretaría de Trabajo. Sobre el salario real, el funcionario afirmó que se viene recuperando, pero aún por detrás de la inflación.
“El año fue difícil en el sector manufacturero, pero en octubre aparece también un mal dato para el comercio y, pese a que resistió bastante bien, hay más caída en la construcción”, aclaró.
En el sector privado, según los datos oficiales, hubo 69.900 trabajadores menos (-1,1%) en un año. En la medida mensual desestacionalizada, la caída fue de -0,4% (22.700 menos). En doce meses, los sectores más golpeados fueron el Manufacturero (-4,2% o 49.500 empleados menos), el de Comercio y Reparaciones (-1,5% o 17.500 trabajadores menos) y la Construcción (-2,5% o 11.700 empleados menos), según el desagregado del SIPA.
Además de los asalariados del sector privado registrado, los más golpeados, también cayeron un 0,5% la cantidad de monotributistas en el año. Se trata de 8300 menos. En la variación mensual desestacionalizada retrocedieron todos los segmentos del sector privado.
Si se observan, en cambio, la situación y evolución del total de los trabajadores, la caída anual fue de 1% (119.191 trabajadores menos). También hubo un retroceso en el mensual desestacionalizado: fue de 0,3%, lo que implica 30.900 trabajadores menos en el mes. Casi la mitad de esa caída corresponde, como se mencionó anteriormente, a monotributistas sociales.
“En términos reales el salario promedio se redujo 10,9% interanualmente, mientras que el salario mediano lo hizo 11,6%”, estimaron los técnicos de Producción y Trabajo. “En octubre, la caída real acumulada de los últimos doce meses del promedio salarial fue de 3% y la del salario mediano 3,5% con respecto a 2017”, agregaron.
Por otro lado, indicaron que la masa salarial acumulada de los últimos doce meses del conjunto de los asalariados en octubre de 2018 es de 2,2% inferior a la correspondiente a igual período de 2017, siempre en términos reales.
Se trata ya de la tercera baja mensual significativa de los salarios, luego del rebrote inflacionario que precedió a la corrida cambiaria. Este año, según las consultoras privadas, el salario real promedio perdería cerca de 12 puntos.
Anchorena aclaró que ya comienzan a aparecer heterogeneidades con relación al piso de la retracción del empleo. Esto implica que aparece un horizonte de rebote del mercado antes en el interior del país que en el cornurbano bonaerense, tal como ocurrió en 2017.
La EIL de noviembre no mostró expectativas esperanzadoras. Para las 3000 empresas relevadas, el mes pasado hubo una caída anual del empleo de 2%, En tanto, las expectativas de contratación a tres meses mostraron un valor negativo de 0,1%. “Las expectativas siguen bajas. Hay que ser prudentes y esperar nueva información”, afirmó el funcionario, que aclaró que en noviembre suelen ser bajas estacionalmente y que cree que son mejores en el interior.
“La actividad va a empezar a recuperarse de la mano de una balanza comercial superavitaria, de la estabilidad macroeconómica y de la mejora del salario real que va a empezar a traccionar”, se esperanzó Anchorena sobre algunos frágiles indicios de cara a 2019. (La Nación)