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Por la crisis, las autopartistas suspenden personal y prevén llevar sus reclamos a Sica

Autopartes – Foto:

11:00 – Advierten que la suba de la presión impositiva, en particular de los derechos de exportación, reduce las ventas al exterior y frena el crecimiento potencial del sector

Por: Gabriela Origlia

Con la industria automotriz produciendo a un cuarto de su capacidad instalada, según datos del Indec, el sector autopartista sufre el impacto. Las empresas -radicadas principalmente en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires- registran suspensiones de personal y advierten que, de prolongarse la situación, podrían achicar planteles. A la caída del mercado se suma otro problema no menor: por el método de cálculo de las retenciones pagan las autopartes locales y no las importadas, lo que implica una fuerte pérdida de competitividad.

Desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), su gerente, Juan Cantarella, señala a LA NACION que no hay deslocalizaciones masivas de producción de piezas, pero sí inversiones o radicaciones que se estaban por instrumentar que “quedaron congeladas”. A eso se le agrega que el año arrancó “pareciendo que se normalizaba, pero se empezaron a anunciar nuevas suspensiones”. La última semana de este mes tienen prevista una reunión con el ministro de la Producción, Dante Sica.

Para este año, la expectativa de producción de autos ronda las 490.000 unidades (en 2018 fueron 466.000, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores, Adefa); con ese volumen la estimación de la AFAC es que podría reducirse 5% la dotación de personal respecto de 2017. En enero, por caso, la planta de Renault Nissan en Córdoba cortó 100 contratos; el grupo Fiat (FCA) está trabajando tres días a la semana y General Motors tiene un acuerdo con Smata que incluye suspensiones hasta el 30 de abril. Honda no trabajará hasta el 25 de este mes. La mayoría de las fábricas viene desde diciembre con adelanto de vacaciones y días de producción parada.

Los metalúrgicos alertan que cualquier suba de la presión impositiva y en particular los derechos de exportación, genera una reducción de ventas al exterior o un menor crecimiento con respecto al potencial.

Los reintegros y las retenciones se calculan sobre el valor FOB de las exportaciones de autos, deduciendo de esa base las autopartes importadas; cuanto más alto es el contenido importado, menor será el porcentaje efectivo de la retención. Las autopartes locales pasaron de recibir una devolución parcial de impuestos de 6,5% a una penalidad de 6% frente a las importadas. “De un plumazo quedamos 12,5 puntos abajo en competitividad”, dice Cantarella.

Isabel Martínez, presidenta de la Comisión de Autopartistas de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) describe la situación como “muy complicada; sin una visión de futuro a corto plazo, con una gran caída de la producción”. En promedio, la baja de producción de autopartistas ronda el 50% interanual. “Con esa caída no hay márgenes de ajustes que sean lógicos”, dice.

Cambio de reglas

El sector ya entregó un estudio con los números de la pérdida de competitividad a Producción: “El cambio de las reglas de juego impactó; va en contra de la ley que impulsaba la mayor participación de autopartes locales”. En los últimos meses de 2018, las terminales no bajaron la fabricación en sintonía con lo que era la caída de ventas, pero ahora -por el stock acumulado- la merma es mucho más significativa.

La Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba ratificó que el nuevo esquema fiscal aplicado a la actividad de exportación determinó que baje el volumen de producción de las terminales que exportan, “colocando en una fase crítica a la actividad de exportación de las terminales cordobesas. Sin duda esta medida desacertada no ha materializado la recaudación de ingresos esperada”.

Agrega que los cambios no solo anulan “los incentivos para radicar nuevos proyectos, sino que promueve la desnacionalización de piezas producto de que con el cambio de reglas integrar proveedores locales es menos conveniente que importar piezas”.

Un relevamiento de la cámara entre las autopartistas detectó que el 52% redujo horas de trabajo y dio de baja contratos; 15% realizaron despidos. “Para los próximos meses, las proyecciones y expectativas son aún más negativas”, señala Eduardo Borri, titular de la cámara.

Además de no recibir reintegros, los proveedores locales deben pagar Ingresos Brutos a las provincias, tributo que no impacta sobre las importaciones. Todas las cámaras del sector autopartista del país ratifican que es “imprescindible” que el esquema de derechos de exportación sea “revisado y corregido”. (La Nación)

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