11:00 – El juez federal Rodolfo Canicoba Corral recibió 2015 en Uruguay, en febrero viajó a Panamá, en marzo visitó Estados Unidos, en mayo estuvo por España e Italia, en julio pasó dos días en Chile y después, ese mismo mes, regresó a Estados Unidos.
Por :Maia Jastreblansky y Iván Ruiz
Volvió a pisar ese país en agosto (por tercera vez en el año) y regresó a Uruguay en diciembre, para recibir 2016. Hizo nueve viajes al exterior solo durante 2015, varios de ellos acompañado por su mujer y sus hijos.
Canicoba Corral, investigado por su enriquecimiento en el Consejo de la Magistratura, viajó al exterior, en promedio, casi seis veces por año durante la última década, según registros oficiales a los que accedió LA NACION que detallan sus ingresos y salidas del país. Su destino preferido es Uruguay, donde suele escaparse los fines de semana ya sea por barco, con vuelos comerciales o en aviones privados, como reveló LA NACION en su edición de ayer.
El juez combinó estos vuelos relámpago -que llegó a hacer en el mismo día- con viajes más largos en familia que hizo acompañado de su mujer, Viviana Tejada, y algunos de sus hijos a destinos como Estados Unidos, Europa y Emiratos Árabes, entre otros. A lo largo de esa década, el patrimonio de la esposa de Canicoba Corral registró, además, un fuerte crecimiento, con la adquisición de sociedades, propiedades y vehículos.
Uruguay fue su destino más frecuente: en los últimos 14 años aterrizó 43 veces del otro lado del Río de la Plata. La mayoría fueron estadas cortas, de fin de semana. El juez suele volar los viernes o sábados y regresar los domingos, siempre según los registros oficiales.
Tomó vuelos comerciales, pero la mitad de sus desembarcos fueron en aviones particulares. LA NACION publicó ayer que el juez se subió a más de 20 aviones vinculados a empresarios como Pablo Elías, la familia Werthein, Cristiano Ratazzi y Gustavo Elías, entre otros. Este diario se contactó con el juez, pero no quiso hacer comentarios.
Canicoba Corral también aprovechó la feria judicial para pasar largas estadas en Uruguay, como ocurrió durante enero de 2009, 2012, 2014, 2017 y 2018, según información oficial. Ese último verano, cuando estalló en su ausencia el conflicto por la prisión domiciliaria del sindicalista Omar “Caballo” Suárez, a quien ordenó encarcelar en septiembre de 2016, Canicoba Corral estaba de vacaciones en una casona en Punta del Este. “La que alquila la casa es mi esposa como lo hace desde hace más de diez años”, le dijo por entonces el magistrado al diario Clarín.
Canicoba Corral es uno de los jueces federales con menor cantidad de patrimonio, según su declaración jurada. Informó bienes al Consejo de la Magistratura por $2,3 millones. Una de las pocas propiedades informadas en su declaración jurada es un terreno en Pueblo Nuevo, en la localidad de Rocha, que el juez cotizó en $80.000.
Es el promedio entre 2005 y 2018; visitó frecuentemente Uruguay y Estados Unidos, pese a que declaró bienes por solo $2,3 millones Es el promedio entre 2005 y 2018; visitó frecuentemente Uruguay y Estados Unidos, pese a que declaró bienes por solo $2,3 millones
Más allá de la información oficial, el nivel de vida de Canicoba Corral está muy por encima de lo que expresan los papeles. Vive en una mansión en Vicente López, su mujer compró vehículos de lujo, propiedades y concretó negocios millonarios en los últimos años.
Otro destino frecuente para Canicoba Corral fue Estados Unidos. En 2014, por ejemplo, viajó cuatro veces a ese país, dos de ellas acompañado por su mujer. La información oficial no detalla en qué ciudades ingresó, pero visitó ese país 18 veces desde 2005 hasta la actualidad, según las planillas oficiales. También se movió por países limítrofes como Chile y Brasil (este último con varios cruces por tierra).
A raíz de las notas publicadas por LA NACION, el Consejo de la Magistratura investiga el crecimiento patrimonial de Canicoba Corral. Su esposa, que trabajaba en su juzgado, dejó el Poder Judicial, montó su propio estudio de abogados y supo desarrollar distintos negocios que le valieron millonarias ganancias, como el embalaje de valijas en los aeropuertos.
La investigación, que sufrió un impasse con el recambio de autoridades en el Consejo de la Magistratura, está ahora en manos del abogado Juan Pablo Más Vélez, que evalúa nuevas medidas de prueba para impulsar el expediente, según confiaron fuentes judiciales. (La Nación)
Hace años que Elisa Carrió lo bautizó como el juez “Canicoima” Corral. Lo que quiso significar con ello es que no se trata de un juez kirchnerista, es simplemente un juez coimero.