09:30 – El dólar volvió a subir ayer, lo que lo llevó a cerrar ofrecido al público por encima de los $42, al igual que la tasa de interés de referencia, con lo que volvió a niveles de fines de octubre al acercarse ya al 66% anual.
Por: Javier Blanco
El nuevo avance, que marca otro deterioro en las condiciones financieras, sucedió tras una jornada financiera que se anticipaba -y se había iniciado- algo más calma, tras divulgar anteayer la Reserva Federal de Estados Unidos que ya no planea volver a subir tasas este año.
De todos modos, el día no tardaría en complicarse al resultar golpeada la cotización del real (llegó a perder 1,3% antes de cerrar 0,9% abajo) tras disponerse en Brasil la detención del expresidente Michel Temer, en el marco de investigaciones por corrupción.
El suceso desnudó una vez más la sensibilidad con que se maneja por esta semanas la plaza local, que desde hace un mes no refleja las bonanzas de otras plazas de la región o del mundo, pero se contagia ante el primer tropezón que tienen.
También mostró la cada vez más marcada tendencia que algunos inversores y empresas muestran por tomar coberturas cambiarias, ante cualquier evento y en previsión de un año que puede sumar complicaciones por la incertidumbre que rodea a las próximas elecciones.
La divisa había comenzado operando la jornada a $40,65, pero no tardó en acomodarse a $40,40 para la venta mayorista, es decir, con una baja mayor al 1% respecto del cierre previo.
En busca de tranquilidad
Pese a ese respiro, el Banco Central (BCRA) convalidó en la subasta mañanera de letras de liquidez (Leliq) una nueva suba en la tasa que paga por vender esos títulos de deuda a los bancos que la llevó al 65,72%, 83 puntos por encima del promedio de 64,89% al que había quedado anteayer, tal vez en un intento por “asegurar” tranquilidad.
De ser así el intento fue vano porque, de allí en más, la cotización del dólar comenzó a seguir la escalada que el billete registraba también en Brasil, dado que el mercado interpreta que las complicaciones de Temer pueden ser un lastre para el actual presidente, Jair Bolsonaro.
Ese rebote se sostuvo y amplió durante el resto de la jornada, por el empuje que mantuvo una demanda que amplió el volumen operado de contado 17% hasta los US$730 millones.
En estas condiciones el billete cerró a $41,07 (+0,6%) a nivel mayorista y quedar a $42,02 para venta al público, aunque la tasa se volvió a ajustar al alza en la segunda licitación de Leliq (llegó a 66,20% la máxima y quedó en 65,79% la media).
De esta manera, el tipo de interés de referencia del día quedó en 65,76% anual pese a que el Central -que ya paga una factura diaria de $2500 millones en intereses por esta deuda- dejó de retirar pesos y avaló una expansión monetaria levemente superior a los $17.000 millones.
“Fue una jornada volátil con el dólar nuevamente subiendo tras una significativa baja inicial por sostenida demanda de coberturas”, describió Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambio.
En el mercado se vuelven cada vez más críticos con la estrategia oficial de aumentar sostenidamente el precio a los inversores para apelar a su codicia y convencerlos de no ir al dólar.
“El jueguito tasa-dólar termina mal, eso dice la historia. A menos que hagas algo, pero no hay nada en el horizonte que te haga pensar que lo van a hacer”, advirtió ayer el economista Juan Carlos De Pablo, en una entrevista concedida a Radio Mitre.
“Gradualmente (como les gusta) Sandleris está volviendo adonde empezó: tasa del 70%, pero con más deuda que antes, y mientras siguen la recesión y la inflación”, observó por su parte el economista Carlos Rodríguez. (La Nación)
