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Nicolás Maduro anuncia el racionamiento eléctrico mientras los venezolanos intentan sobrevivir en el caos del apagón

09:30 – El presidente volvió a acusar a Estados Unidos por el incendio en una central, que dejó a gran parte del país a oscuras desde el lunes.

Nicolás Maduro extendió 24 horas más la suspensión de la jornada laboral y estudiantil en Venezuela por el apagón masivo que entró este jueves en su cuarto día, y anunció días de racionamiento para estabilizar el sistema eléctrico. El mandatario volvió a responsabilizar a la oposición y a Estados Unidos por el incendio en la central eléctrica que el lunes pasado tumbó toda la red de energía del país, al afirmar que fue resultado de un ataque con fusil.

“Vamos a pasar días donde vamos a tener que ir a administración de carga consciente, organizada, para estabilizar el sistema hasta que reconstruyamos todo lo que quemaron”, indicó Maduro en sus primeras declaraciones sobre el tema desde que el lunes comenzaron los problemas de suministro en todo el país.

Se trata del segundo gran apagón en menos de un mes, que dejó a oscuras a un 70% de los venezolanos, que se vieron obligados a retomar prácticas medievales para iluminarse y conservar sus alimentos.

El gobierno de Maduro también extendió 24 horas más la suspensión de la jornada laboral y estudiantil en Venezuela. “Decidí suspender las actividades laborales y estudiantiles mañana jueves”, dijo Maduro el miércoles a la noche en una comunicación telefónica en el canal de TV estatal VTV. Al mismo tiempo, convocó a “una gran movilización en todo el país” para este sábado, en respuesta al desafío del líder opositor Juan Guaidó, quien llamó a marchar ese día en rechazo a las reiteradas fallas eléctricas y para renovar la presión sobre el régimen chavista.

En la comunicación con el canal estatal, Maduro reiteró que esperan restituir el suministro de energía en las próximas horas y estabilizar por completo el fluido en los próximos días.

El líder chavista aseguró que el 80% del país ya cuenta con fluido eléctrico en tanto que las regiones aún a oscuras se ubican especialmente en el occidente de Venezuela. En Caracas el servicio todavía era intermitente este jueves a la mañana.

“El Sistema Eléctrico Nacional no está robusto como va a estar en los próximos días porque estamos reparando el corazón del sistema”, remarcó Maduro, e informó de la aplicación de un nuevo plan de “administración de cargas”, un racionamiento, del que no ofreció mayores detalles.

El presidente aseguró que el incendio que en la tarde del lunes se generó en el patio de transformadores de la principal central del país, la hidroeléctrica del Guri, “se hizo con fusil desde un área escarpada”. Y agregó: “El lugar atacado que fue incendiado es un lugar vital para la transmisión de la electricidad en el país”.

Que Venezuela lleve tres días prácticamente paralizada por la falta de energía, sostuvo, “beneficia al imperialismo norteamericano” y a la “derecha diabólica”, ambos “detrás de este ataque”, que buscaba “provocar un superincendio que nos dejara varias semanas sin luz”. Y apuntó: “Detrás de esto está la mano de Donald Trump”, el presidente de Estados Unidos, apuntó.

Maduro señaló que existen pruebas que respaldan su versión como las balas usadas en la central hidroeléctrica de Guri y que se ha determinado el tipo de fusil de larga distancia empleado “seguramente por un francotirador”.

Las investigaciones, dijo, determinarán si hubo complicidad, al preguntarse cómo con “tanta vigilancia” ocurre este tipo de “ataques” dos semanas después de otro similar que dejó sin electricidad al país durante una semana.

Mientras tanto, el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, que se proclamó en enero pasado presidente interino de Venezuela y es reconocido como tal por unos 60 países, llamó este miércoles a organizar nuevas protestas el sábado por los apagones y para preparar un plan definitivo con el que sacar a Maduro del poder.

“Convocamos este sábado en todo el territorio nacional a rechazar que se fue la electricidad”, indicó el político opositor en alusión al apagón que comenzó el lunes en casi todo el país.

El caos, en tanto, continúa por la suspensión del bombeo de agua, la parálisis del transporte -incluido el metro de Caracas- y la afectación parcial de las comunicaciones y la banca electrónica, vital por la escasez de efectivo que genera la hiperinflación.

Muchos venezolanos sobreviven al apagón con prácticas “de la edad media”: caminan kilómetros durante horas, fabrican lámparas con aceite, salan la carne o recogen agua de manantiales, ante la falta de suministro.

Algunos comerciantes aumentaron los precios de las botellas de agua o las bolsas de hielo, que llegan a costar entre 3 y 5 dólares, poco menos del salario mínimo en Venezuela (18.000 bolívares, 5,45 dólares). Los que tienen acceso a dólares, invaden los hoteles, que cuentan con plantas eléctricas.

Conservar alimentos es un verdadero reto, aunque mucho más difícil es encontrarlos, ya que con el corte de luz la mayoría de los comercios están cerrados. Algunos pocos venezolanos se animan a entrar a los supermercados a oscuras para encontrar algo de comida y otros productos esenciales.

Hay que “compartir los alimentos” entre familiares y amigos, asegura Coral Muñoz, de 61 años, que se siente como una de las “afortunadas” por tener dólares.

“Hay que tener mucha mente fría para llevar esto, tratar de estar acompañados porque en soledad se hace mucho más difícil”, añade.

La nueva falla eléctrica golpeó aún más las comunicaciones, a tal punto que ni siquiera los teléfonos fijos funcionan. La incomunicación implica que los comercios no tienen cómo cobrar, ya que los cajeros dejaron de funcionar y las transacciones electrónicas quedaron suspendidas. (Clarín)

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