09:20 – El que avisa no traiciona. La cúpula del radicalismo, encabezada por Alfredo Cornejo , no sacará por ahora los pies del plato de Cambiemos y respalda la reelección de Mauricio Macri , pero reclama, a cambio, un giro en el rumbo económico, mayor incidencia del partido en la toma de decisiones gubernamentales -un planteo histórico de la UCR – y, por supuesto, protagonismo en las listas de candidatos y en la fórmula presidencial.
Por: Laura Serra
“Nuestra vocación es seguir en Cambiemos, pero para ello el macrismo debería mostrar mayor apertura”, insisten en la plana mayor del radicalismo. ¿Qué sucederá si esto no ocurre? “Entonces veremos; la alternativa de jugar con [ Roberto] Lavagna podría cobrar mayor cuerpo”, acicatean.
En la extensa conversación telefónica que el presidente Macri y Cornejo mantuvieron el martes pasado por la noche, el gobernador mendocino relativizó las versiones sobre un éxodo masivo de radicales a las filas de Lavagna; le dijo que los dirigentes que mantuvieron reuniones con el exministro de Economía “no tienen peso partidario ni electoral”, en alusión a Ricardo Alfonsín . Sin embargo, le advirtió al Presidente que los ánimos están caldeados dentro del partido y que de no haber un viraje en el rumbo político y económico en el cortísimo plazo nada garantiza que la Convención Nacional de la UCR ratifique la continuidad del radicalismo en Cambiemos.
La convención se convocaría en la segunda quincena de mayo.
El gobernador mendocino aprovechó la conversación con el Presidente para insistir en la necesidad de un freno en la suba de las tarifas de los servicios públicos y en una política más drástica de contención de precios.
“A Macri le transmití la preocupación que tenemos por la economía y porque no se puede detener la inflación. Esa es una preocupación que tiene todo el radicalismo y él me dijo que también es la suya, que se están tomando medidas, que hay que tener paciencia y dar tiempo -enfatizó Cornejo tras la charla-. Pero yo creo que hay que ser más fuerte en materia de precios, con medidas fuertes en materia de consumo. No es bueno que en nuestro país una empresa como Arcor tuvo mil millones de dólares de pérdida en su balance 2018 y al mismo tiempo el Banco Macro, que también es argentino, tuvo ganancias por 3000 millones de dólares”.
De todo esto conversaron Cornejo y Enrique “Coti” Nosiglia , quien viajó a Mendoza la semana pasada especialmente para verlo. La intención es reunir el mes próximo a la mesa nacional del partido antes de convocar a la Convención Nacional, en mayo. Todavía no está definida la fecha, pero todo indica que tendrá lugar después de las cruciales elecciones a gobernador en Córdoba; esa compulsa es clave porque permitirá anticipar hacia dónde basculará el partido, si hacia el sector más crítico del Gobierno (que encarna Ramón Mestre) o hacia el sector más moderado y afín a la Casa Rosada (representado por Mario Negri).
Nosiglia apoya decididamente a Mestre y, como hombre fuerte de la UCR porteña, acompañó el crítico documento a la gestión del Gobierno que emitió el partido la semana pasada.
“Vemos con profunda preocupación el deterioro de la credibilidad social de las promesas incumplidas que demandan algo más que la simple aceptación de no poder haberlas realizado”, señala el texto.
“Tenemos la obligación de frenar el péndulo entre el populismo irresponsable y el neoliberalismo conservador que no tiene en cuenta la calidad de vida de nuestros ciudadanos y descansa solo en el análisis de las cuentas fiscales de nuestro país”, advirtió, en abierta crítica a la Casa Rosada.
Cornejo, al igual que Nosiglia, no pretende la ruptura de Cambiemos, pero sí quiere imponer condiciones. En el macrismo minimizan las críticas de sus socios; son los escarceos típicos para posicionarse mejor en las negociaciones finales por las candidaturas, sostienen. Luego de su encuentro con Cornejo, Nosiglia se reunió con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, a fines de esta semana. No trascendieron los detalles, pero en términos generales el mensaje fue claro: la UCR está dispuesta a acompañar al Presidente, pero si el macrismo se mantiene encerrado sobre sí mismo y no ofrece señales de cambio, solo lo hará hasta la puerta del cementerio. El que avisa no traiciona. (La Nación)
