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El Gobierno jugó en varios frentes para enfrentar otra alza del dólar y el riesgo país

07:30 – Los operadores de la city porteña no pudieron evitar ayer la sensación de déjà vu. Apenas reiniciaron su actividad se toparon con el dólar otra vez desbocado: trepando 4% en pocos minutos, por ausencia de posturas vendedoras, cuando en las pantallas solo registraban 4 posturas de compra por US$15 millones.

Por: Javier Blanco 

La escena hizo rememorar las experiencias de 2018, justo al cumplirse un año del hito que marcó el inicio de la corrida: la liquidación por parte del Banco Central (BCRA) de US$1471,7 millones de sus reservas en un día, para que los fondos (mayoritariamente extranjeros) que habían invertido en Lebac pudieran hacer el pase de moneda a $20,25 y sin sufrir sobresaltos cambiarios.

Esa operación, ideada por Federico Sturzenegger como una muestra de que no había razones para dudar de la salud del peso, fue la que terminó de transformar la escalada que venía experimentando por entonces el dólar desde algunas semanas atrás en una feroz corrida.

Ayer la sensación de vacío, tras un miércoles negro para los activos argentinos, se recreó en el mercado porque además, la tasa de riesgo había abierto arriba ya de los 1000 puntos (llegó a 1011) ante la sostenida ola de liquidaciones que volvían a sufrir hasta entonces los bonos.

El cuadro de situación obligó al presidente Macri a cancelar su agenda del día y armar un minigabinete de crisis (ver aparte) para seguir la evolución de los mercados y coordinar acciones que permitan contrarrestar la nueva oleada de desconfianza. Al calor de esos por momentos nerviosos conciliábulos, se gestó la reacción oficial:

-Llamadas de funcionarios a fondos de inversión de Wall Street y de organismos para transmitir calma.

-Y, sobre todo, un vía libre para que Hacienda y el BCRA coordinen acciones (incursiones puntuales de bancos sobre el mercado cambiario, fuertes intervenciones sobre el mercado de futuros y aval para que la Anses comience a comprar bonos en dólares) que estabilicen el billete.

El combo comenzó a funcionar poco antes del mediodía luego de que el billete tocara un nuevo máximo de $46,65 en el mercado mayorista que había colocado su cotización al público ya a $47,50 (cerró a $46,09).

Sobre ese precio mayorista comenzó a pivotar el BCRA con el contrato a vencer a fin de mes en el mercado de futuros: allí se plantó con fuertes ventas. “Esa señal, que mantuvo firme, activó la aparición tímida primero y algo más activa después de la oferta privada en el mercado de contado y disparó un reacomodamiento general de posiciones en futuros, en especial, a los plazos más cortos”, explicó a la nacion un experimentado operador especializado en ese segmento.

Pequeña luz en el túnel

De allí en más, y para fortalecer esa señal, los bancos oficiales cargaron algunas órdenes de venta en el mercado de contado (que no todos llegaron a ejecutar) a la par que el BCRA convalidó una mayor suba de tasas: había arrancado el día pagando 71% por colocar Leliq entre los bancos y lo terminó validando tasas del 72,25% anual, con máximos del 73%, aunque dejando igual $36.200 millones en la calle.

Para entonces ya había aportado algo de tranquilidad el rebote en los bonos, al facilitar un repliegue final intradiario del 7,4% del riesgo país (cayó de 1011 a 935 puntos en el día) que bajó al 3% en relación con el cierre previo. La liquidación de bonos retroalimentaba la presión sobre el dólar. “Muchos de los locales que venden usan esos pesos para dolarizarse”, explicó el economista Matías Carugati, de Management & Fit.

“Lo que se pudo ver es que acudieron a todos los mecanismos que podían usar para corregir la fuerte suba del dólar en el inicio de la jornada”, resumió el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios.

Pese al esfuerzo, el peso volvió a terminar la rueda (por segunda jornada consecutiva) como la moneda más débil del mundo, al perder otro 2,2% frente al dólar, duplicando la caída del peso colombiano y la lira turca, y a contramano del fortalecimiento del 0,8% del real. Así se consolida nuevamente como la moneda más devaluada del mundo en lo que va del año (cae 19%), título que ganó por lejos en 2018.

En adelante, y dada la incertidumbre, no hay quien crea que la situación se haya calmado. “Creo que no se puede descartar que siga la inestabilidad hasta que se dé alguna señal contundente. Puede ser política o un acuerdo con el FMI para que le permita al BCRA usar las reservas para intervenir sobre el mercado ahora que se confirmó que el período preelectoral será complicado”, juzgó el economista Guido Lorenzo, de LCG.

“Hace un año, dos emergentes (Turquía y la Argentina) sufrieron fuertes corridas: mientras el primero reguló la cuenta capital y evitó acudir al FMI, la Argentina se endeudó y se sometió al organismo. Hoy, el mercado nos asigna una probabilidad de default del 78% para abril de 2021, que es cuando debería comenzar a devolverse el crédito al Fondo y de solo 14% a Turquía a igual plazo”, recordó ayer en un informe la economista Fernanda Vallejos. (La Nación)

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1 COMENTARIO

  1. La argentina el lunes 22 de Abril tenía un vencimiento de u$s 3.500.000,00 lo pagó normalmente en tiempo y forma, lo que sucedió es que siempre en estos casos los inversores vuelven a comprar bonos argentinos o renovar, que paso ni un puto dolar se volvió a invertir en los bonos argentinos, recomendación americana para que Macri no sea tan pelotudo y siga entregando el marrón con China. En pocas palabras es lo que llevo a la incertidumbre y caída de acciones argentinas y bonos, aumento riesgo país y dolar pum para arriba.

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