Un día después de la maniobra legislativa, los kirchnerista Vidal y Belloni arrancaron con la campaña

10:45 – (Por Rubén Lasagno) – Todo estaba preparado. Antes de la parodia del jueves en la legislatura provincial, estaba acordada la mano que le daría el diputado Gerardo Terraz (Cambiemos), para convalidar una alteración forzada y anticonstitucional al sistema electoral, como lo hizo tantas veces el kirchnerismo, cuando tuvo dudas sobre las posibilidades de ganar o retener el poder.

Tan preparado estaba todo que la gobernadora ya había firmado Decreto gubernamental modificatorio y como si esto fuera poco, la imprenta oficial tenía impreso en el Boletín Oficial (Nº 5350) que se publicó un día después, el 10 de mayo, donde se informó oficialmente la novedad. No es la primera vez que vemos estos verdaderos acting oficialistas, donde se simulan situaciones, hechos y “acuerdos”, cuando en realidad ya está todo “cocinado” y salvo algún cataclismo insalvable, el objetivo a lograr es inapelable.

Prueba de ello es la reunión de los dinosaurios kirchneristas en Cañadón Seco dos semanas atrás, en El Calafate o la última en Caleta Olivia, etc. Todos ellos, fueron parte de la misma escenografía, del decorado político del FPV que pretendía dar la imagen de gente imbuida de un espíritu republicano y democrático, buscando “una nueva opción que acuerde lo mejor para la gente”, pero en realidad se trataba de un par de kirchneristas rezagados, algunos con un veraz político insalvable, tratando de armar algo para pelearle a la oposición con la Ley de Lemas, esa misma que Javier Belloni decía que no era el mejor sistema, pero sobre la cual nunca hizo un verdadero esfuerzo por cambiarla, porque, como dijimos hace mucho tiempo, el kirchnerismo no tiene otra opción para retener el poder en Santa Cruz y este año lo tiene un poco más complicado.

Sin esperar mucho, escasos dos días después de la puesta en escena en la Cámara de diputados, dos de los candidatos K, el Intendente de El Calafate Javier Belloni y el Secretario General de Petroleros Privados, Claudio Vidal, mostraron las uñas. Ambos se lanzaron como virtuales candidatos a gobernador por el kirchnerismo.

“Ya que ustedes lo piden compañeros, así va a ser; en agosto me van a tener de candidato”, dicen que dijo Claudio Vidal, pretendiendo que “lo empujan” a ser candidato y como “tantos lo piden”, él hará un sacrificio y no los va a defraudar. La hipocresía y la mentira no tiene límites en estos personajes que toman a la gente por estúpida, pretendiendo hacerle creer a la opinión pública que nunca se les habría ocurrido antes de hoy ser candidato, cuando vienen trabajando e invirtiendo fortunas que no son de ellos, en este objetivo absolutamente personal.

En el caso de Belloni, dijo “Es hora de una renovación después de 30 años” (¿?) y puso a todo el aparato a trabajar para difundir a toda hora, lo bueno, ordenado y excelente administrador que es como intendente de El Calafate.

El fin de semana desde una de las bocas de expendio de noticias oficialistas de la provincia, se trató de difundir un supuesto “quiebre del acuerdo de unidad”, alegando a los encuentros de los dinosaurios en tierra de dinos (Caleta Olivia y Cañadón Seco), a partir de cuyo mensaje se trata de instalar que tanto Vidal como Belloni no son la misma cosa, pero van junto por el mismo espacio junto con Alicia Kirchner; es decir, resumiendo: son tres ultrakirchneristas que van a jugar cada uno con su respectivo sublema y el más votado de ellos, se llevará el voto de los demás. Pero este “desacuerdo” planteado, busca acaparar votos distintos, tratando de contarle a la gente que ellos tres (Belloni, Vidal, Kirchner) no son lo mismo.

Por lo tanto el kirchnerismo que ya estaba en carrera antes de la parodia del jueves en Cámara de Diputados, hoy está frontalmente lanzado a la campaña con tres claros candidatos: Alicia, Vidal y Belloni.

El resto

Los demás partidos, claro está, se ven obligados a acelerar los tiempos ante el adelantamiento de las elecciones y la partición del escenario electoral. Indudablemente Eduardo Costa es el más afectado a la hora de resolver sobre la marcha, las candidaturas a la gobernación por el espacio Unión Para Vivir Mejor/Cambiemos, pero no es este espacio el único que le preocupa al kirchnerismo.

Desde que Daniel Peralta anunció la creación oficial de su propio partido “Santa Cruz Somos Todos”, una base ecléctica, una tercera vía orientada hacia quienes no quieren votar ni al kirchnerismo ni al costismo en la provincia, a los kirchneristas del oficialismo se les llenó la garganta de preguntas. La preocupación de Cristina, Zanini y Alicia, es ciertamente el crecimiento de Peralta que funciona como un exoesqueleto del peronismo desencantado y no ha dado muestras de querer formar parte del armado K.

El ex gobernador le ha dicho a quien quiera oír y se los escuchó por radios o en conversaciones  y ruedas de amigos y partidarios, que “de ninguna manera y bajo ningún concepto, va a formar parte de una alianza con el kirchnerismo”. Esto, claro, descarta de plano que Peralta vaya a abonar con sus votantes, a alguno de los tres candidatos oficialistas (Alicia, Belloni o Vidal). “Nosotros creamos nuestro propio partido Santa Cruz Somos Todos y vamos a jugar dentro de ese espacio con candidatos propios”, dijo el ex mandatario mandato cumplido.

La preocupación del kirchnerismo ahora se ha hecho una realidad palpable y tal como lo habíamos informado la semana pasada, cuando señalamos que el Vicegobernador Pablo González en un acto militante llamó “traidor” a quienes siendo peronistas no se encolumnaran detrás de Cristina Fernández y Alicia Kirchner, en un claro mensaje a Peralta, el día jueves hizo declaraciones en el mismo sentido Matías Mazú, jefe de bancada K, quien “llamó a Peralta a unirse al peronismo”, en un abierto ruego electoral hacia quien el mismo kirchnerismo impuso y después maltrató, ninguneó y traicionó, luego de la recordada voltereta electoral de Peralta cuando en el 2015 llegó diciendo que no apoyaría los lemas K y terminó sumándole los votos necesarios a Alicia para que se hiciera de la gobernación, aduciendo que iba a sufrir problemas de “gobernabilidad” si no lo hacía.

Aquel acto le costó al ex gobernador un gran porcentaje de su capital político. Es más, hoy hay gente que lo mira de reojo, pensando que “a última hora puede votar con los kirchneristas”, es por esto que lo ha reafirmado cada vez que puede: “Vamos con partido propio y no nos importa Alicia, Costa o quien sea. Tenemos nuestros candidatos”, dijo.

Esta alternativa electoral en Santa Cruz le está quitando, por el momento, entre 8 y 12 puntos al kirchnerismo. Es decir, pensando en la campaña que se acorta y el apuro por definir que tendrá cada partido, es de esperar que Peralta contenga gran parte del electorado peronista no kirchnerista, los desencantados de Eduardo Costa y los que no quieren abonar las boletas del socialismo o la izquierda. Si este crecimiento va de menor a mayor, como lo observan las encuestas, el kirchnerismo vería fuertemente recortado su voto, incluyendo se les escaparían algunos propios, que no convalidan a Claudio Vidal dentro  sus opciones, parte del voto independiente que se dividirá con Costa, indecisos y obviamente los peronistas no K, como dijimos al principio. Éste es el fundamento de la desesperación del kirchnerismo por lograr que Peralta se sume a sus filas.

Concluyendo: Todo está perfectamente definido en este escenario construido por el gobierno a su imagen y semejanza. El kirchnerismo queda en estas elecciones en manos de tres candidatos: Alicia Kirchner, Claudio Vidal y Javier Belloni. El mensaje a la población es claro: no crean los virtuales discursos aparentemente confrontativos que tratarán de dar estos personajes, intentado que la gente los vean “distintos” entre ellos, porque la estrategia es abarcar de esa manera una mayor franja etaria e ideológica de votantes. La verdad es que los tres trabajan para el mismo proyecto: el Kirchnerismo de Cristina y Alicia.

Si cada votante de la provincia lo tiene claro, tendrá la suficiente y necesaria libertad para saber a quién va a votar o, en su defecto, a quien no va a votar en las elecciones del mes de agosto. (Agencia OPI Santa Cruz)