08:00 – Las puertas están abiertas, el problema es que hasta ahora nadie se asoma con intención de entrar. El Gobierno insiste en que “están abiertos a que todos se puedan sumar”, pero reconocen que, por el escenario electoral, no hay dirigentes, fuera de la estructura de Cambiemos, dispuestos a acercarse al oficialismo.
Por: Santiago Dapelo
El objetivo es lograr construir un consenso con parte de la oposición, basado en el acuerdo de estabilidad, para después de la elección de octubre. En la Casa Rosada apuestan a lograr sumar dirigentes de peso de la oposición que compartan “una misma mirada sobre el país”, para un eventual ballottage, el 24 de noviembre.
Antes de esa fecha no hay margen para negociar nada, según reconocieron cerca de Mauricio Macri. El principal escollo, según fuentes oficiales, es la imagen del Presidente. “Hoy nadie quiere venir”, se lamentó un integrante del gabinete dispuesto a dar el debate de la apertura contra los que resisten y piden no “contaminar” el espacio.
Si se sostiene la tendencia que marcan las encuestas, que hoy muestran una polarización, Macri podría pelear un mano a mano con el binomio que componen Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Según las cuentas que hacen en el búnker de la calle Balcarce, en ese escenario, los integrantes de Alternativa Federal -Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey, Sergio Massa y Miguel Pichetto-, o al menos la mayoría de ellos, podrían incorporarse a la oferta oficialista. Algunos funcionarios imaginan un gabinete de coalición para un eventual segundo mandato de Macri. Los nombres de Urtubey y Pichetto siempre están en la mesa. Lo mismo ocurre con varias figuras del radicalismo.
“La táctica electoral estará abierta hasta que el calendario electoral lo permita. Estamos abiertos a que todos se puedan sumar a nuestra propuesta y esperamos que quienes respondan a nuestras convocatorias tengan la misma actitud”, dijo anteayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
Frigerio integra el ala política -junto al presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el jefe del bloque de Pro en la Cámara baja, Nicolás Massot, ambos sin participación en la toma de decisiones-, que siempre propició la ampliación, pero que en los casi cuatro años de la gestión macrista siempre chocó contra el rechazo del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
La frase también tiene como acción calmar las inquietudes de uno de los socios de la coalición de gobierno, el radicalismo, que hoy definirá si sigue en Cambiemos.
Los últimos números
Con la campaña ya lanzada, el Gobierno celebró otra semana sin complicaciones con el dólar y, por sobre todo, con los últimos números que llegaron a los principales despachos oficiales.
La muestra de la consultora Isonomía, la misma que según la Casa Rosada generó que el riesgo país y del dólar se incrementaran hace un mes, mostró una recuperación en la imagen del Presidente. La imagen positiva subió de 31 a 33 y la negativa descendió de 68 a 65.
Si bien la encuesta fue previa a la presentación en sociedad de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner, si las elecciones fueran hoy, el kirchnerismo saldría primero con el 33%, pero con Macri en 28% y recortando posiciones. Alternativa Federal, después de varios meses con una tendencia hacia arriba, tuvo una fuerte caída. Y Roberto Lavagna fue quien más respaldo perdió: está en 11 puntos, cinco menos que hace 30 días.
La novedad más importante para la Casa Rosada fue la variable que incluye a la inflación. Macri mejoró básicamente porque pudo demostrar en las últimas semanas que tiene las herramientas para “controlar” el alza de precios. Esto le permitió al Gobierno recuperar la imagen de la gestión.
En el Ministerio de Hacienda, a cargo de Nicolás Dujovne, y en la Casa Rosada siguen día a día los movimientos de la divisa norteamericana y la inflación. La estimación de la cifra del índice de precios para es inferior al 3,4% de abril, aunque no por mucho.
“Con la tendencia a la baja alcanza”, dijeron fuentes oficiales. Gran parte del discurso oficial para encarar el debate económico estará centrada en este punto. “Cerramos otra buena semana con estabilidad cambiaria”, se entusiasmaron cerca del titular del Palacio de Hacienda. (La Nación)
