08:00 – Fuerte golpe a los activos argentinos, con bajas de hasta 10% en las acciones. Crecen las dudas por el próximo desembolso de US$ 5.400 millones que debe hacer el FMI.
Los bonos se desplomaron en la rueda de hoy hasta 10%, lo que provocó que el índice de riesgo país se disparara hasta los 2001 puntos, un nivel que refleja claramente que para el mercado la deuda argentina deberá atravesar un proceso de reestructuración que por ahora nadie alcanza a imaginarse en qué términos se va a dar.
Esa convicción se sostiene en que a las tasas que rinden hoy los bonos argentinos, se hace imposible una refinanciación. Un ejemplo: un bono que vence en octubre de 2020 (es decir en algo más de 13 meses), rinde más del 100%. Letras que vencen en octubre rendían más del 50%. La anomalía argentina queda otra vez a la vista. Los países de la región no pagan más del 2 o 3% anual por un bono similar.
En Nueva York, los papeles de empresas argentinas cotizaron con bajas del 10% en promedio. La bolsa local cedió más del 5% según el índice S&P Merval.
En tanto, el dólar subió este martes $ 1 ,40 con respecto a la última cotización, y cerró a $ 58,60 para la venta y $ 54,69 para la compra, según la cotización promedio del Banco Central.
El retroceso de los bonos fue gatillado, coincidieron en el mercado, por el impacto que causó entre los inversores el duro comunicado que emitió el candidato Alberto Fernández tras reunirse con los enviados del Fondo Monetario Internacional, el lunes por la tarde. Ese endurecimiento del candidato K hizo inferir al mercado que, tal vez, el propio FMI se niegue a efectuar un desembolso por 5.400 millones de dólares originalmente agendado para mediados de septiembre.
Sin esos dólares, se pone en duda los vencimientos de deuda que debe afrontar la Argentina de acá a fin de año, en torno a los 9.000 millones de dólares solo con acreedores privados.
Lo cierto es que los principales bonos de la deuda ya están cotizando a precios de default. Hay papeles como el Bonar 2024 que perdieron la mitad de su valor desde el lunes posterior a las PASO del 11 de agosto.
Para peor, el Banco Central intensificó sus intervenciones en el mercado cambiario para evitar una disparada mayor del tipo de cambio. Y se reinstala la discusión sobre qué uso darle a los dólares de las reservas: venderlos para apaciguar el precio del tipo de cambio o conservarlos para garantizar que habrá divisas para hacer frente a los próximos vencimientos de deuda.
De hecho, ya se está especulando en el mercado con el inminente ingreso de los llamados “fondos distress”, es decir los que compran papeles con altísimos rendimientos , tomando posiciones para cuando el emisor (en este caso la Argentina) convoque a los bonistas a sentarse a negociar. Cobra fuerza en este contexto aquella declaración de Alberto Fernández a Clarín, publicada dos domingos atrás, en el sentido de que bajo su eventual gobierno no se declararía el default de la deuda, aunque sí se hacía necesario “negociar con cada uno de los bonistas”.
La aceleración de la crisis tiñe todo de incertidumbre. Ahora, se evalúa todo día por día. (Clarín)