Doce distritos tomaron fondos en el exterior con la gestión de Macri. Los gobernadores aseguran que los montos son relativamente bajos.
Por: Guido Carelli Lynch
El malestar de los gobernadores se escuchó más fuerte que nunca desde 2015, tras el anuncio de Mauricio Macri para eliminar el IVA de los alimentos da la canasta básica y la elevación del mínimo no imponible. Los mandatarios provinciales recurrieron a la Corte Suprema.
Las quejas no se agotaron allí. La crisis en Chubut hasta agitó fantasmas de cuasimonedas, y distritos como Córdoba manifestaron su preocupación por la caída en la recaudación en un contexto con compromisos en dólares.
En el inicio de la gestión de Macri, tras el acuerdo con los holdouts -para el que fue necesario el voto de la mayoría de los legisladores que responden a los gobernadores- 12 provincias se endeudaron por casi 13 mil millones de dólares en el exterior. La nueva devaluación post primarias vuelve a golpearlos.
El impacto en su mayoría es de mediano plazo; aunque provincias como Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires tienen obligaciones más inmediatas. Las cifras preocupan, aunque están lejos de los casi US$ 180 mil millones de deuda que tomó el Gobierno hasta 2018, cuando se le cerraron los mercados y debió recurrir al FMI por otros US$ 56 mil millones.
Buenos Aires lidera el ranking de los distritos con deuda extranjera. En 2016 pidió plata en el exterior cinco veces. En 2017, otras dos. Durante toda la gestión de María Eugenia Vidal la deuda creció US$ 2.600 millones. Pero con los compromisos anteriores, la deuda total de la Provincia asciende a US$ 11.700 millones.
Axel Kicillof basó buena parte su campaña en cuestionar los préstamos en dólares de Vidal, que no se hubieran aprobado sin el apoyo de los legisladores que respondían a los intendentes y al Frente Renovador que hoy secundan al ex ministro de Economía.
Otros distritos administrados por Cambiemos también se endeudaron en dólares. La Ciudad, por US$ 890 millones a 10 años. Mendoza lo hizo por US$ 500 pagaderos en 2024 y Jujuy emitió deuda en 2017 por US$ 210 millones, que se suman a los US$ 331 millones que sumó para la planta fotovoltaica. Gerardo Morales sumó críticas de la oposición, mientras insiste en que -en comparación a 2015- redujo el porcentaje de deuda en relación a su presupuesto del 66% al 30%. El correntino Gustavo Valdés es el único de los mandatarios provinciales del oficialismo que no buscó fondos en el exterior.
Los gobernadores de las distintas vertientes del peronismo también recurrieron al mercado internacional. Córdoba se endeudó por US$ 725 millones en 2016 y por US$ 960 millones en 2017 a poco más del 7 por ciento. “Normalmente esos bonos se financian con la emisión de otro bono. De hecho este bono surge de un título anterior. Eso en condiciones de normalidad, que esperemos tengamos antes de 2021, cuando vence el de 2016″, minimizan en el Gabinete de Juan Schiaretti, donde están más preocupados por la caída de la recaudación. “Las finanzas públicas de la Provincia siguen viéndose perjudicadas por la crisis nacional. Esto se debe a que casi el 90% de los recursos provienen de impuestos ligados a la actividad económica (IVA, Ganancias, Ingresos Brutos y Sellos), lo cual genera una alta prociclicidad en los ingresos”, explicaron en un comunicado reciente.
El salteño Juan Manuel Urtubey -candidato a vice de Roberto Lavagna- emitió deuda en 2016 por US$ 350 millones al 9 por ciento y a 2024. La Rioja, un año después, por US$ 300 millones; Entre Ríos, por US$ 500 millones; Domingo Peppo, de Chaco, por US$ 300 millones. Mario Das Neves (reemplazado luego por Mariano Arcioni) en Chubut emitió en 2016 más de US$ 800 millones a diez y doce años.
Desde el socialismo, Miguel Lifschitz, en Santa Fe, se endeudó por US$ 500 millones, pero dice que la devaluación no lo preocupa. “Los servicios de la deuda proyectados para los próximos años son muy bajos en relación al presupuesto provincial. Si bien impacta la devaluación, al ser tan escaso el stock de deuda y siendo baja la tasa de interés, el impacto no es de carácter significativo sobre el presupuesto santafesino”, afirman en su gabinete.
En privado son varios los gobernadores que buscan llevar tranquilidad: consideran que la deuda en dólares no los compromete y que la mayoría de los vencimientos son de mediano y largo plazo. La media de la relación deuda sobre el Producto Bruto Geográfico (PBG) de las provincias que participan en el mercado de crédito a julio de este año era del 11,4%.
Las fuerzas provinciales no fueron la excepción. Neuquén se endeudó por US$ 500 millones; Río Negro, por US$ 300 millones.
La canilla desde la Rosada
El cierre de los mercados cortó de golpe el endeudamiento para las provincias en el exterior. Por eso hubo que recurrir a la ayuda desde la Nación. Hasta fines de 2018 quedaron firmes los flujos de los fondos Fiduciario Federal (para obras de infraestructura) y el de Desarrollo Provincial, que sirve para asistir a las provincias en rojo.
Desde la oposición insisten en que las principales beneficiadas fueron las provincias oficialistas. No se equivocan: Mendoza y Jujuy lideran la tabla junto a Chaco. Todas recibieron cerca de $ 4 mil millones. Santa Cruz, Chubut, Tucumán y Salta están en un segundo lote alrededor con alrededor de $ 1,5 mil millones cada una.
El Gobierno reitera que la fortaleza de las cuentas de las provinciales se consiguió gracias a que las transferencias automáticas superaron los $ 200 mil millones. “La situación es muy diferente en cada provincia, pero (la deuda en dólares) no es parte importante del problema fiscal porque fueron muy favorecidas en los últimos años por fallos de la Corte y por el Gobierno”, sostiene Oscar Cetrángolo, profesor en la Facultad de Ciencias Económicas e investigador del Conicet.
El ex director del Banco Central Daniel Marx diferencia entre las provincias que reciben regalías en dólares por hidrocarburos de las que tienen vencimientos en el corto plazo.
Algunos distritos quedaron atrapados por “reperfilamiento” de la deuda de corto plazo en lecaps en los que invirtieron las partidas para sueldos, como informó Clarín. “Es el primer país del mundo en defaultear deuda en moneda local”, critica un operador financiero que ayuda a las provincias a establecer puentes con bancos del exterior.
Marx, que tuvo un rol protagónico en la reestructuración de la deuda de 2005, sostiene que la suerte de la Nación no será necesariamente la de las provincias. “Si hay temas de reperfilamiento o reestructuración de la nación, en la historia no se transfirió automáticamente siempre a las provincias en general”, sentencia. (Clarín)