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El domingo le daremos una posibilidad al futuro o traeremos lo más oscuro del reciente pasado

18:00 – (Por Rubén Lasagno) – El día domingo cuando vayamos a las urnas, cada uno tendrá la libertad de decidir en total soledad, qué país quiere a partir del día lunes. Las opciones no son muchas, son dos: o Mauricio Macri, que mantiene un país tambaleante económicamente pero lo precede un aire de cambio en la política nacional, con más libertad, acceso a la información, índices creíbles, combate al narcotráfico, vigencia de las libertades constitucionales consagradas, entre ellos la libertad de expresión y de prensa o retrotraer a la Argentina cuatro años y volver a encontrarnos con las mismas caras que la destrozaron, pero ocupando otro roles.

Una ex presidenta, actual senadora y ahora candidata a Vice presidenta con once procesamiento y tres pedidos de detenciones, catalogada como jefa de una Asociación Ilícita por parte de la justicia, acusada de traición a la Patria, firmando un vergonzoso memorandum con Iran y cómplice del crimen de un Fiscal y la receptora de los bolsos con dinero de la corrupción en su casa; un títere mentiroso como Alberto Fernández, un tipo sin dignidad que fue echado del entorno K después de haberlo usado para el trabajo sucio de Néstor y Lavagna, entre otras cosas para cerrar el INDEC o maltratar al periodismo (como lo hace ahora) siendo su mayor logro cerrarle el micrófono a Pepe Eliachef, cuando el periodista dijo la verdad y ya en la vereda de enfrente, sangrando por la herida, se animó a contar y decir lo que realmente eran, fueron y son los Kirchner y especialmente Cristina Fernández y de un día para otro reseteó su memoria y ahora dice exactamente lo contrario; un candidato a Gobernador de Buenos Aires como Axel Kiscilof que ayudó a hundir el país, dejó en Banco Central sin una sola moneda, confesó en una entrevista televisiva que el kirchnerismo dejó al país en el 2015 con una deuda de 200 mil millones de dólares, empobreció a la clase media, negó a los pobres y pretendió, como su patrona, hacerle creer a la gente que acá teníamos menos pobres que en Alemania o Verónica Magario, la intendente de La Matanza, candidata a Vicegobernadora, que tiene a la población sumergida en lodo, excremento y agua, es el distrito más postergado de la provincia donde hace 30 años gobierna el peronismo y se da el lujo de tener a plazo fijo 10 mil millones de pesos que le dio la María Eugenia Vidal, mientras en su ciudad sobra la pobreza y no hay cloacas, ni asfalto, ni agua potable, ni seguridad (entre otras cosas). Obvio, la señora intendente vive en un barrio cerrado a varios minutos de allí.

Este esquema que parece grotesco y berreta (de hecho lo es), pero real y concreto, es el que podría volver a la Argentina. Los ciudadanos de bien que no somos macristas esperamos que no; quienes alimentan la idea de venganza, el volver por todo y llevarse lo que aún falta y no pudieron en el 2015, buscan que el domingo el electorado se confunda, vote con bronca (legítimamente generada por Cambiemos) y repita el inesperado resultado del 11 de agosto, cosa que realmente no creo bajo ningún punto de vista, suceda.

Sin embargo el kirchnerismo, prototipo del caos y el revanchismo, viene a sentar sus cartas con mucho aprendizaje en estos cuatro años de exilio en los cuales jamás creyeron volver. Fue un milagro que tiene un solo responsable: Mauricio Macri. Él y no los méritos propios de los Fernández, nos vuelve a castigar con la posibilidad de resurgir lo peor de la Argentina reciente.

Paz kantiana

¿Es casualidad que mientras en la mayor parte de los países de sudamérica la brisa bolivariana hace de las suyas, hace diez días que en Argentina ni siquiera marchan los Grabois y la izquierda K  por la 9 de Julio, ni cortan la avenida al mediodía cualquier día de cualquier semana, con reclamos de “hambre”, “planes” y “trabajo” o acaso “Maldonado”?. No, no es casualidad, es causalidad: la proximidad de las elecciones del domingo 27.

Esto deja claramente establecido que el único potenciador de los cortes, caos y conflictos urbanos, es el kirchnerismo que ha tomado fuerza en este último año, merced al desbalance brutal de la economía y un gobierno nacional que ha subestimado a la política y alimentado el monstruo que hoy, crecido y engordado, amenaza con devorarse a la República.

Pero esta es una calma que precede a la tormenta. Sin duda me animo a decir que desde el lunes el escenario será distinto a la paz kantiana que hoy vivimos. Si el kirchnerismo pierde, debemos esperar lo peor en materia de protesta social, caos, agitación y operación política de todo tipo. Me animaría a decir, sin temor a equivocarme, que los argentinos empezaremos a transitar horas de zozobra como las que se viven en Chile o Ecuador, salvando los modelos políticos y las circunstancias de cada país, pero con el mismo fin: instalar un conflicto permanente para ganar la calle y promover el caos social, obligando a las autoridades a reprimir, en la búsqueda de “un martir” que les sirva de motivo para profundizar y aumentar la violencia, con el fin último de que el gobierno se vaya.

Si el kirchnerismo gana, el escenario no va a ser muy distinto. Ya con el triunfo asegurado, es posible que pretendan adelantar la salida de Mauricio Macri y para ello acudan al caos como manera de descontrolar al presidente. Si bien este es un juego peligroso, porque puede volverse en contra de la propia gobernabilidad a los Fernández, sabemos que el kirchnerismo tiene la misma sensibilidad y delicadeza que un elefante en un bazar, con lo cual, es casi seguro que nada de ello será un reparo para actuar como es su naturaleza.

No hay que ser muy perceptivo para darse cuenta del rencor y la dosis de revanchismo que alienta a quienes piden por la vuelta. Sin embargo, nada está dicho y las elecciones del 11 de agosto tienen otro marco, otro contexto y otra motivación. Como argentino, deseo que gane el país, no Mauricio Macri; pero si volvemos a caer en manos del pasado, nuestro destino estará sellado por muchos años y esta clase dirigente que debería estar presa y condenada, volverá para llevarnos como país a la peor devastación social, económica y política que se tenga memoria en la Argentina.

Esto nos obliga a votar a conciencia y por el país; ni siquiera por un partido político, sino en defensa propia. Es posible que quien esto lea no quiera a Macri y su entorno; es razonable, yo tampoco lo votaría en otra circunstancia. Pero hoy no hay elección, sólo opción. El voto fragmentado en los otros candidatos favorece definitivamente al kirchnerismo, un defecto morfológico de la política nacional que nació de una situación social similar de la que salíamos en el 2003, pero con mayor y mejores posibilidades de futuro y con la misma imprevisibilidad política, al punto que un desconocido sureño con el magro 20% se impuso como presidente. Y allí comenzó lo peor.

Dios quiera no repitamos los errores y sepamos entender la consigna: futuro o corrupción. 

Finalmente quiero referir a una frase distribuida en estos días por las redes sociales, dirigidas a quienes sustentan el voto al kirchnerismo, pensando en la situación económica que ha empobrecido a muchos, como si la realidad mostrara que los Fernández son capaces de revertirla (ni siquiera tiene equipo económico, no tienen diagnóstico, no saben lo que pasa y mucho menos cómo resolverlo). La frase dice: “Cuando el domingo voten pensando en el bolsillo, recuerden que éstos cuadernos (NdR:los de Centeno) narran dónde está su dinero”. (Agencia OPI Santa Cruz)

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1 COMENTARIO

  1. Rubén, comparto plenamente tu comentario que expresa acabadamente la realidad a la que nos llevaron nuestros gobernantes, dejando prácticamente destruído a nuestro querido país que sin duda tiene un potencial natural desde La Quiaca hasta Ushuaia y desde Misiones hasta Río Turbio que nos haría el país más rico de Sudamérica. Sólo espero que los argentinos, más allá de banderías políticas que cada uno pueda tener, sepamos actuar en consecuencia para evitar la vuelta de estos pseudos políticos que nos sumieron en la pobreza a los ciudadanos y es comprobable fácilmente TODO LO QUE NOS HAN ROBADO impunemente al ver la gran cantidad de “arañas sin patas” que pululan por nuestra provincia pavoneándose de todo su poder económico mal habido. PODREMOS REACCIONAR ADECUADAMENTE????? Adelante Santacruceños, está en nosotros tener una provincia como la que soñaron nuestros próceres y los ciudadanos que nacimos en esta hermosa tierra o seguir con esta inaceptable decadencia donde NO SE APROVECHA TODO EL POTENCIAL NATURAL con que nos brinda la naturaleza con múltiples actividades y donde el turístico es de una inagotable posibilidad que nos puede llevar a ser “”LA PERLA DEL ATLANTICO SUR”””””

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