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Con Evo Morales en México, la senadora Áñez asumió la presidencia y crece la tensión

Con Evo Morales en México, la senadora Áñez asumió la presidencia y crece la tensión

Luego de dos días de acefalía en Bolivia tras la renuncia de Evo Morales, que hoy inició su exilio en México, la senadora Jeanine Áñez asumió como nueva presidenta de Bolivia tras aplicar el mecanismo de sucesión y afirmó que llamará a elecciones “lo más pronto posible”. A pesar de su anuncio, la inestabilidad política persiste en el país, en donde se vivió otra jornada de máxima tensión en las calles.

Por: Rubén Guillemí

Frente al plenario de ambas cámaras, al que no asistió la bancada mayoritaria del Movimiento al Socialismo (MAS), Áñez afirmó que ante la ausencia de Evo Morales asumía “de inmediato” la presidencia del Estado, prevista en el orden constitucional, y se comprometía a “asumir todas las medidas para pacificar el país”. Áñez era segunda vicepresidenta del Senado, y escaló por el mecanismo que establece que tras la renuncia del presidente debe asumir en línea sucesoria el vicepresidente, el titular del Senado o el jefe de Diputados; todos renunciaron a sus cargos en los últimos días.

Desde México, el expresidente acusó a Áñez de haber puesto en marcha una asunción anticonstitucional por no haber contado con el quorum necesario y por haberse salteado artículos de la Carta Magna. Morales llegó a la capital mexicana hoy a la tarde luego de un largo viaje lleno de obstáculos, entre ellos, la prohibición de volar por los cielos de Perú y Ecuador. La asunción de Áñez fue, sin embargo, avalada por el Tribunal Constitucional y ya fue reconocida por el gobierno de Brasil.

La asunción de Áñez, de 52 años y que pertenece a la bancada minoritaria del partido Unidad Demócrata, fue avalada por el Tribunal Constitucional (TC) de Bolivia. Una interpretación jurídico-legal de la Constitución Política del Estado por parte del TC avaló la asunción sin necesidad de reunir quorum en el Congreso. Un comunicado oficial cita una Declaración Constitucional de 2001 que al interpretar artículos referidos a la sucesión presidencial establece que “el funcionamiento del órgano Ejecutivo de forma integral no debe verse suspendido”, por lo que el siguiente en la línea sucesorial asume “ipso facto” la presidencia.

“Fueron días muy duros. Créanme que estoy con el compromiso de llevar adelante este proceso que definitivamente no será muy fácil, pero es lo que demanda la ciudadanía. Queremos convocar a elecciones lo más pronto posible”, dijo Áñez ante la Asamblea Legislativa. En su primer gesto como presidenta, desde el Palacio Legislativo se dirigió a pie con una enorme Biblia en su mano a prestar juramento al Palacio Quemado, la antigua sede presidencial que Evo reemplazó por una torre de cristal.

Ya en el Palacio Quemado hizo corear a la multitud “Sí se pudo”, y pidió un minuto de silencio para los muertos en las protestas, a los que llamó los “mártires de la democracia”. También exhortó a las Fuerzas Armadas a que “ayuden a pacificar el país”. Luego de su asunción, ya con la banda presidencial puesta, saludó desde los balcones del Palacio Quemado, nuevamente con una Biblia en su mano. “Que nunca más se robe el voto a los bolivianos”, pidió.

La asunción de Áñez fue saludada con entusiasmo por el candidato de centroizquierda Carlos Mesa, que ocupó el segundo lugar en los comicios presidenciales. “Felicito a la nueva presidenta constitucional de Bolivia, Jeanine Áñez. Nuestro país consolida con su posesión, su vocación democrática y la valentía de una gesta popular legítima, pacífica y heroica”, escribió en Twitter.

También fue festejada por el líder cívico santacruceño, Luis Fernando Camacho, que anunció el levantamiento del paro que mantienen desde hace 21 días.

“Estoy feliz. Suspendemos el paro. La libertad ganó, Bolivia ganó. Vamos a poder tener una elección limpia y transparente. Es un día de libertad para los bolivianos”, que ocupó de los primeros lugares hoy en el Palacio Quemado frente a Áñez.

Pero las celebraciones estuvieron hoy en un solo bando, lo que augura un futuro difícil a la flamante presidenta. Tanto Evo como sus partidarios repudiaron la asunción. “Se consumó el golpe más artero y nefasto de la historia. Una senadora de derecha golpista se autoproclama presidenta del senado y luego presidenta interina de Bolivia sin quorum legislativo, rodeada de un grupo de cómplices y apañada por Fuerzas Armadas y policía que reprimen al pueblo”, tuiteó desde México el expresidente.

Durante el día, las calles de La Paz habían sido ganadas por los manifestantes del MAS, una multitud en su mayoría indígenas que llegaron desde la vecina ciudad de El Alto, muchos de ellos armados con palos, que presentaron en el Palacio Legislativo una carta en la que pedían la renuncia de Áñez como legisladora.

“¡Áñez! ¡Camacho! ¡Fuera de rodillas!”, gritaban los manifestantes que se mantuvieron todo el día cerca de la Plaza Murillo.

Con el argumento de que no tenían suficientes “garantías” para llegar hasta la sede parlamentaria los legisladores del MAS no acudieron a la sesión. Pero obviaron que eran sus propios manifestantes quienes mantenían el cerco en torno de Plaza Murillo. Resultó obvio entonces que no dar quorum fue una estrategia deliberada del MAS.

El analista político Jorge Dulon consideró la actitud asumida hoy por el MAS como un anticipo de las difíciles jornadas que le esperan a Áñez como jefa de Estado.

“El MAS tiene una estrategia de varias patas: mantener activa su base social con marchas y movilizaciones como la que hubo desde El Alto, generar apoyo internacional en torno de que lo que hubo un Bolivia fue un golpe de Estado, no romper lanzas con las Fuerzas Armadas, y empantanar todas las acciones parlamentarias”, explicó Dulon a LA NACION.

Para cumplir con su promesa de llamar a elecciones “lo más pronto posible”, Áñez debe en principio formar un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE), ya que los vocales del tribunal anterior están detenidos por las denuncias de fraude.

“El proceso parlamentario para nombrar el nuevo TSE lleva demasiado tiempo, y Áñez querrá hacer aprobar una ley que acorte el proceso. Pero para eso necesita los dos tercios de ambas cámaras, algo que tiene el MAS. Además, en Bolivia el llamado a elecciones no lo realiza el presidente, sino el TSE, que es un cuarto poder del Estado, totalmente independiente”, agregó Dulon. “Creo que la estrategia del MAS es mostrar que el país es ingobernable sin Evo Morales en el poder”, señaló.

El experto consideró también un dato sintomático importante el hecho de que el expresidente no haya hablado de un “golpe militar”, sino de un “golpe cívico-político-policial”. (La Nación)

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