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La falta de respuestas a la violencia debilita aún más a Sebastián Piñera

La falta de respuestas a la violencia debilita aún más a Sebastián Piñera

Trascendió que las FF.AA. mismas no apoyaron el establecimiento del estado de emergencia

Por: Víctor García

La crisis social que sacude a Chile y que ya se encamina a cumplir un mes tiene al presidente Sebastián Piñera en medio de un complejo escenario político, con cuestionamientos desde el propio oficialismo y sin respuestas efectivas para frenar la escalada de violencia que alcanzó uno de sus puntos más tensos anteayer.

Tras la huelga general que contó con un masivo apoyo pero que derivó en un sinnúmero de incidentes en las principales ciudades del país, la sensación general era que Piñera decretaría estado de emergencia. La medida implicaba que los militares tomarían el control de las calles, restringiendo las libertades de locomoción y de reunión por segunda vez en menos de cuatro semanas.

El jefe de Estado citó de forma urgente a La Moneda a los ministros del Interior, Gonzalo Blumel, y de Defensa, Alberto Espina, en un encuentro que se terminó extendiendo más allá de lo previsto y atrasó en casi una hora y media la aparición de Piñera, que terminó hablando en televisión a eso de las 22.30 horas.

“Estos son tiempos de unidad, son tiempos de grandeza. Esto es lo que todos nuestros compatriotas nos piden”, dijo el mandatario, en un discurso que alcanzó una histórica sintonía televisiva en Chile con 66,8 puntos de rating, mucho más que cualquier partido de la selección de fútbol.

Sin embargo, algo ocurrió en esa cumbre con los miembros de su gabinete ya que durante su discurso no abordó el estado de emergencia.

El mensaje de Piñera, en cambio, destacó la reintegración de exuniformados de Carabineros y de la PDI para reforzar el control público, y un llamado a tres acuerdos: por la paz, la justicia y la nueva Constitución.

A partir de ese momento, se plantearon ciertas dudas por el aparente cambio de rumbo que tomó el jefe de Estado en su posición de no convocar a los militares. “Por supuesto que fue una alternativa”, reveló Mario Desbordes, presidente del partido oficialista Renovación Nacional.

“Creemos que con las fuerzas policiales normales es posible contener la situación que hoy existe”, añadió frente a ese mismo tema el ministro de Justicia, Hernán Larraín.

Dudas

Ayer, la prensa chilena desplegó también ciertas dudas sobre lo que pasó en el Palacio de Gobierno y se encargó de levantar algunas versiones, fundamentadas en dos ejes: que Piñera priorizó el diálogo con la oposición y así evitó la intervención militar, o que fueron las propias Fuerzas Armadas las que le exigieron al mandatario un mayor respaldo en un contexto social adverso.

“Piñera tenía muy poco margen de alternativas y la decisión estaba reducida a dos opciones: sacar nuevamente a los militares, poniendo en jaque el acuerdo político con la centroizquierda; o desistir de esa idea, poniendo en riesgo la situación de seguridad”, publicó el diario La Tercera.

El portal Interferencia, incluso, postuló la tesis que los propios uniformados no apoyaron el establecimiento del estado de emergencia.

“Una alta fuente ligada a la Defensa aseguró a este medio que las Fuerzas Armadas no volverían a salir a las calles, puesto que este problema es político y la solución debe ser política”, informó el medio electrónico.

De igual manera, la decisión provocó críticas internas hacia el líder de gobierno. En la UDI, el partido más grande del oficialismo, no hay acuerdo sobre la apertura constitucional de Piñera y desde la extrema derecha hubo cuestionamientos por no invocar a las fuerzas militares.

“Esperaba un estado de emergencia, incluso más allá. El gobierno ha ido reaccionando tarde a cada una de las situaciones, no ha sabido liderar a su sector”, dijo José Antonio Kast, presidente del partido Republicano.

“Necesitamos que el presidente se defina: si quiere cuidar su imagen o quiere cuidar Chile”, añadió el excandidato presidencial en declaraciones a T13.

La jornada de ayer bajó en intensidad con respecto a las protestas de los últimos días, pero la principal polémica del día fue un audio que se filtró de Mario Rozas, general director de Carabineros.

“A nadie voy a dar de baja por procedimiento policial. Aunque me obliguen, no lo voy a hacer”, dijo el uniformado, quien terminó reconociendo la grabación pero aseguró que estaba “incompleta”. (La Nación)

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