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Caso Nisman: un nuevo documento judicial sostiene la hipótesis del homicidio

Sabina Frederic anunció cambios de mando en las fuerzas y dijo que revisarán el peritaje del caso del fiscal Nisman

Es un resumen que servirá de base para pedir la elevación a juicio de una parte de la causa. Y se conoce luego de que la ministra de Seguridad cuestionara el peritaje que concluyó que al fiscal lo mataron.

Por: Lucía Salinas

Un nuevo documento judicial, una suerte de ruta de cómo se encuentra la causa que investigó la muerte de Alberto Nisman, constata en 35 páginas el paso a paso del expediente y ratifica la tesis del homicidio del ex fiscal. Este documento, según informaron fuentes judiciales a Clarín, será la instancia previa al pedido de elevación parcial a juicio de esta investigación, sobre la que abrió la discusión la ministra Sabina Frederic al señalar que debería reverse la pericia que hizo Gendarmería. Nuevos análisis periciales tecnológicos se sumaron hace semanas al caso y también pruebas sobre 23.000 imágenes del edificio Le Parc donde vivía Nisman.

La causa lleva el número de expediente 3559/15 y se inició en enero de 2015 cuando fue hallado el cuerpo de Nisman, sin vida, en el baño de su departamento de Puerto Madero. Radicada la investigación en el juzgado a cargo de Julián Ercolini, el fiscal Eduardo Taiano tuvo asignada la causa con un equipo dedicado exclusivamente a la misma.

Una de las principales medidas requeridas fue la creación de la junta interdisciplinaria que realizó la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional. No había, para la fiscalía entonces una conclusión certera: tenía entonces dos juntas que se habían practicado, una médica y una criminalística que no daba precisiones respecto a la causa de la muerte de Nisman.

Por ello, se avanzó hacia un informe interdisciplinario. En el mismo trabajaron personal del área de medicina legal, criminalística y análisis instrumental. El objetivo planteado era llegar a una conclusión clara y con “certeza científica”, explicaron desde la investigación. La coordinación estuvo a cargo del Comandante Mayor Orlando Livio Caballero, titular de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de la Gendarmería Nacional Argentina. Se trata de la pericia que puso ahora en cuestión la ministra Frederic.

Aparte de la actividad pericial, analizaron los investigadores, se desarrollaron encuentros específicos en los que, los peritos de parte como los de Gendarmería, pusieron en debate y analizaron sus distintos argumentos en relación a cuestiones médicas, la evidencia del caso y cuál era la hipótesis más probable.

El paso siguiente, fue la recreación del hecho investigado, en una maqueta construida a escala real del baño en donde fue encontrado el ex fiscal. Allí, los peritos de Gendarmería Nacional exhibieron  y explicaron cuál era su hipótesis del hecho. Los peritos de parte también pudieron recrear su hipótesis y explicar cómo sucedió el hecho.

Así, el informe judicial al que tuvo acceso Clarín y que será parte del pedido de elevación a juicio oral de forma parcial del expediente, sostiene que los integrantes de la junta interdisciplinaria de la Gendarmería Nacional Argentina concluyeron: “que la muerte violenta del Dr. Nisman se trató de un homicidio, ocurrido en el interior del baño y en el que participaron dos victimarios, uno de ellos manipuló el arma, mientras que el restante lo asistió y manipuló el cuerpo de la víctima. Asimismo, afirmaron que la data de muerte rondaría las 29.2 horas, con una certeza del 98%, por lo que el homicidio se debería haber producido a las 2.46 horas del domingo 18 de enero de 2015”.

El juez Ercolini cuando procesó a Diego Lagomarsino y a los ex custodios del ex fiscal de la UFI-AMIA, y sostuvo la tesis del homicidio como eje central. En su resolución habló de una “plan criminal” que tenía como fin la muerte de Nisman. El técnico informático fue acusado de ser partícipe necesario del homicidio, ya que entregó el arma Bersa calibre 22 al ex fiscal “con pleno conocimiento de lo que ocurriría”, es decir la muerte del 18 de enero.

Así, el magistrado dejó de lado la hipótesis inicial que planteaba una “muerte dudosa” y en el expediente sostuvo que se trató de un homicidio. Esto validó el informe de Gendarmería que ya tenía el respaldo del fiscal Taiano y posteriormente, la Cámara federal porteña también ratificó dicho estudio pericial, incluyendo que debía avanzarse en la tesis del motivo del asesinato y citaron que cuatro días previos al hecho, Nisman “había denunciado a la entonces Presidenta Cristina Kirchner”, por encubrimiento a raíz de la firma del Memorándum con Irán.

Sobe este punto, la fiscalía tomó declaración testimonial a 25 empleados de la UFI-AMIA para determinar, entre otras cosas, desde qué momento Nisman comenzó a trabajar en lo que se materializó en la denuncia por el Pacto con Irán. La ex Presidenta, quien rechaza cualquier intento de encubrimiento, cambió varias veces su postura sobre qué pudo haber pasado con Nisman. Su última hipótesis, planteada en el libro Sinceramente, vuelve sobre la hipótesis del suicidio.

Además, según recuerda el documento judicial, se tomaron testimoniales a la totalidad de los vecinos de las tres torres del Complejo Le Parc Puerto Madero: esto representó la convocatoria a más de 400 personas entre noviembre y diciembre de 2016 y otras en 2017. Las testimoniales abarcaron a periodistas, personal de Swiss Medical, empleados de la empresa Limpiezas Profesionales Buenos Aires, a funcionarios como la ex Procuradora Gils Carbó y la ex ministra de Seguridad Cecilia Rodríguez, quien justamente ahora trabaja como jefa de Gabinete de Frederic.

El documento que se expone como un mapa de ruta de la causa, expone que entre otras medida,s se realizó un análisis de las huellas dactilares que se encontraron en el departamento del ex fiscal, muchas de las cuales “no habían sido cotejadas”. Entonces, después del estudio, se logró determinar que una de las huellas pertenecía al prefecto Aranda y no había sido individualizada hasta entonces. Para los investigadores esto fue una “desprolijidad en el procedimiento”, ya que los propios “preventores dejaron sus huellas en el lugar”.

Después de la confirmación de la causa por parte de la Cámara federal porteña, la fiscalía de Taiano avanzó en el análisis de comunicaciones telefónicas. Se trata de un entrecruzamiento a cargo de la Policía Federal. El listado incluía más de 4.500 llamadas. El resultado permitió a la fiscalía contar con una imagen clara de los horarios en los que se produjeron contactos telefónicos, con qué personas, antes y después de los llamados, la secuencia que se inicia de las llamadas y dónde terminan.

Por otro lado, se identificó un número importante de abonados telefónicos de funcionarios y/o agentes de inteligencia del Gobierno nacional (que incluían los teléfonos asignados a Cristina Kirchner), del gobierno bonaerense y del Gobierno de la Ciudad. “Se analizaron los contactos comunicacionales durante la época del hecho”, explicaron a Clarín.

Un dato: se detectaron comunicaciones de estos grupo de abonados captadas por celdas ubicadas en inmediaciones del Complejo Le Parc. Hubo, también, comunicaciones entre el 16 y 19 de enero de 2015 que fueron denominados “registros no habituales” y se determinó “cuáles eran los interlocutores más contactados por los abonados investigados”.

Este diciembre, la Fiscalía recibió nuevos informes. Uno pericial tecnológico de material secuestrado de la casa de Lagomarsino y de los ex custodios que se está compulsando, también el análisis de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del Complejo de Puerto Madero y se mandaron al área de Ciberdelito  elementos que se rescataron de los registros de la Casa Rosada después de un incendio producido en dicha área. (Clarín)

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