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Rigen subas de entre 7% y 10,5% en la canasta básica y prometen vigilar los precios

El Gobierno no prorrogó la eliminación del IVA para algunos alimentos, pero acordó con supermercados y empresas para morigerar el impacto en las góndolas

Por: Francisco Jueguen

Los productos de la canasta básica de alimentos sufrirán desde hoy aumentos de entre 7% y 10,5%, un tercio de lo que podrían haber subido si volvía a trasladarse el 21% del IVA al valor final en las góndolas, y algo menos para aquellos que estuvieran gravados en un 10,5%. La leche fluida será el único alimento que no sufrirá ajustes.

Luego de reuniones que duraron casi siete horas, el Gobierno cerró un acuerdo con supermercados y la industria alimentaria para amortiguar el impacto de la decisión de no prorrogar la reducción del IVA al 0% para una canasta básica, que vencía anteayer.

En el Ministerio de Desarrollo Productivo afirmaron a LA NACION que el cumplimiento del acuerdo será monitoreado de manera online. Indicaron, a su vez, que el nuevo esquema que pretenden para el consumo masivo estará vigente durante este mes para el público.

El gobierno de Alberto Fernández ya se había mostrado filosóficamente en contra de la eliminación general del IVA para pan, leche, aceite de girasol y mezcla, pastas secas, arroz, harinas de trigo, polenta, rebozador y pan rallado, yerba mate, mate cocido, té, conservas de frutas, hortalizas y legumbres, yogur y azúcar que había impulsado Mauricio Macri en plena campaña electoral. En el actual oficialismo planeaban un esquema vinculado al consumo que apuntara directamente a los sectores más vulnerables.

Sin embargo, el fin del beneficio impulsado por Macri para “contener” el impacto de la devaluación y la posterior inflación post-PASO planteaba un problema elemental: ¿qué pasaría con los precios cuando el IVA volviera a regir para esos productos? Según economistas privados, esa eliminación había contribuido a la contención de entre 1% y 1,5% de la inflación durante el mes de su aplicación, más allá de que los precios siguieran luego su camino ascendente por la inercia inflacionaria y el “colchón” que las empresas buscaron hacer frente a un posible congelamiento de precios y salarios anunciado por el propio Alberto Fernández.

La gestión en el Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, y en la Secretaría de Comercio Interior, que lidera Paula Español, ya habían dejado trascender que no querían aumentos de precios tras la vuelta del IVA, una situación impensada frente a la caída de rentabilidad de las empresas en un contexto recesivo. En ese sentido, la decisión fue redistribuir el costo de la vuelta del gravamen. Un promedio de aumento de precios de 7% será pagado por los consumidores y un 14% deberá ser absorbido entre los proveedores y la cadena de comercialización.

Esa negociación urgente entre privados comenzará hoy y probablemente se extienda hasta mañana. Según pudo saber LA NACION, comenzaron a aparecer tímidamente dos grandes posiciones. La de los proveedores (la industria alimentaria), que quiere que esos 14 puntos de IVA a absorber se distribuyan en partes iguales, y la de los supermercados, que se oponen con el argumento de que el retail solo traslada a los precios los cambios que llegan desde la industria.

“Tiene sentido que sea una negociación entre privados, no solo porque haya acuerdos particulares entre industrias y cada supermercado, sino que la situación de cada proveedor es diferente. Era injusto o arbitrario establecer una pauta general para todos”, contó una fuente al tanto de las negociaciones.

“Como resultado de este acuerdo, el porcentaje de IVA de la leche será absorbido por las empresas, con lo cual no habrá cambios en el precio a los consumidores”, indicaron en Desarrollo Productivo. “Se acordó además abrir una mesa de negociación con el sector productor durante los próximos 30 días”, señalaron cerca de Kulfas. “El resto de los sectores también acordó absorber un 14% del tributo para minimizar el traslado del IVA a partir del primero de enero. De esa manera, productores y supermercados absorberán dos tercios del impuesto”, precisaron.

En el Gobierno señalaron que la herencia del esquema con el IVA quedó resuelta a través de este acuerdo, pero admitieron que existe “inercia inflacionaria”, por lo que estarán monitoreando en tiempo real los precios de los supermercados para establecer que las futuras alzas, más allá de las acordadas, estén en relación con la inflación y no con un intento de las empresas de recomponer la rentabilidad perdida por la absorción impositiva. “El traslado del IVA está cerrado”, señalaron cerca de Kulfas a LA NACION. En esa cartera cuentan con el programa Precios Claros lanzado por el macrismo. Se trata de una plataforma online que permite una actualización diaria de todos los precios de los supermercados.

“Descontamos que hay buena predisposición en las empresas”, agregaron cerca del ministro sobre el acuerdo que se dejó establecido por escrito y que -estiman- respetarán los comercios y la industria. “Si encontramos cosas raras pediremos explicaciones”, advirtieron.

En el oficialismo adelantaron además que este mes ya estará en funcionamiento el esquema de promoción al consumo masivo ideado por el “albertismo” y que constará de, por lo menos, tres programas. El primero será la tarjeta Alimentar impulsada por Desarrollo Social. El segundo, un plan de devolución del IVA (hasta $700) lanzado por la AFIP para quienes perciban jubilaciones mínimas y la Asignación Universal por Hijo (AUH).

El tercero es Precios Cuidados, que vence el 6 de este mes, será prorrogado con cambios y probablemente sin aumentos. Allí volverán las primeras marcas. “Queremos precios de referencia”, dicen. (La Nación)

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