Los vencimientos de deudas en dólares y la discusión por aumentos salariales condicionan los recursos; los distritos más afectados son Buenos Aires, Chaco, Chubut, Jujuy, Neuquén y Río Negro
Por: Gabriela Origlia
El panorama económico y financiero de las provincias cambió y para mal. El nuevo año se presenta difícil para todas con dos temas calientes: vencimientos de deudas en dólares y discusión salarial. Conforme a un “semáforo fiscal” para 2020, elaborado por el instituto Ieral, de la Fundación Mediterránea -a partir del peso de los vencimientos de deuda y el ahorro corriente-, se encienden luces rojas, principalmente, para Buenos Aires, Chaco, Chubut, Jujuy, Neuquén y Río Negro.
Con el mismo parámetro, las más aliviadas son Catamarca, Córdoba, Corrientes, Formosa, La Pampa, Misiones, San Juan, San Luis y Santiago del Estero.
En un tercer grupo, existen casos como los de la ciudad de Buenos Aires y las provincias de Mendoza y Tierra del Fuego, en que resultan pesados los servicios de la deuda, pero los gobiernos locales cuentan con alto ahorro corriente para poder afrontarlos.
Lo que está claro, según un análisis de varios expertos, es que ninguna jurisdicción está totalmente “aliviada”. Santa Fe, por ejemplo, reorganizó el cronograma de pagos de salarios de este mes para poder cumplirlo. La caída de la coparticipación y de la recaudación propia en 2019 por la recesión -la excepción fue Neuquén por los mayores ingresos de Vaca Muerta- es la clave en el nuevo escenario, en el que queda escaso margen de recorte, salvo que se avanzara por el empleo público, impensable en un año que se presenta complejo.
La obra pública ya fue víctima del ajuste, tanto la financiada con recursos propios como la que dependía de transferencias de la Nación y ese esquema sigue vigente este año. Por eso la mirada está en cómo se negociarán salarios; la cláusula gatillo es un formato de lato riesgo.
Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), señala que en un escenario optimista para las provincias, el año 2019 cerrará con equilibrio fiscal primario (antes del pago de intereses) o con un “leve déficit” (un punto del PBI). “Hay algunas jurisdicciones más comprometidas que otras en 2020, pero ninguna está holgada”, describió el especialista.
El economista Félix Piacentini, exdirector nacional de Asuntos Provinciales, es más optimista. Estima que Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Santa Fe y Tucumán arrancaron con déficit primario este año, mientras que con rojo financiero -una vez contabilizando intereses- estarían Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Chubut, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Santa Fe.
Perspectivas
“En el plano fiscal creo que este año será mejor que 2019”, precisó. Y agregó: “Los números que se pueden proyectar, hasta ahora, no son tan malos, se hizo mucho en este tiempo. El gasto en personal es un punto menos del PBI que en 2015 y, además, en 2020 se termina la devolución de los 15 puntos que se retenían para financiar la Anses, lo que implica un punto más del PBI en términos de ingresos”.
Marcelo Capello, especialista del Ieral, coincide con que habría una mejora de ingresos, “muy probablemente por arriba de la inflación”, aunque también habrá “restricciones” vinculadas con su situación fiscal de partida y con los servicios de deuda.
Respecto del primer punto, en términos del gasto corriente que ejecutan, las que presentaron mayor ahorro corriente en el primer semestre de 2019 fueron Santiago del Estero, San Luis, San Juan, Formosa, Misiones y ciudad de Buenos Aires, mientras que fueron la contracara Tucumán y La Rioja (ambos negativos), además de Buenos Aires, Entre Ríos y Chubut.
El peso de la deuda en las provincias -según la consultora Elypsis- pasó del 31% al 52% de los gastos totales entre 2015 y 2018. Los intereses en el mismo período escalaron de 1,5% a 5,2% del global de erogaciones. Ocho distritos -Chaco, Chubut, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Santa Fe y Tierra del Fuego- tienen la totalidad de sus bonos en dólares.
“Muy probablemente, al menos las más comprometidas intentarán plegarse a la renegociación de la deuda nacional”, dice Capello.
Paraguas nacional
Para los gobernadores es clave contar con un “paraguas” nacional. El país no tiene dólares y las reservas que se generen serán absorbidas por el Tesoro nacional; las provincias no tienen cómo adquirir divisas, por lo que se espera un primer trimestre muy difícil -Buenos Aires tiene un vencimiento de US$280 millones en enero-, salvo que tengan ahorros.
Argañaraz advierte que con los cambios impositivos y el freno a la rebaja de impuestos del pacto fiscal, los gobernadores “saldrían ganando” aunque admite que hay incertidumbre respecto de la reacción de la actividad. Con otro año recesivo se profundizaría la evasión “como en 2019”. Por eso apunta que es “clave” que se concrete la recaudación extra prevista y que se mantengan los ingresos por impuestos que no cambiaron.
Enfatiza, además, que la discusión salarial será “intensa”, porque si se repite el esquema de 2019 -atado a la inflación- el gasto real crecerá: “La obra pública ya se recortó. Para que haya inversión hay que seguir qué pasa con el 30% de lo recaudado por el ‘dólar solidario’ que va a infraestructura y cómo se reparte”.
Para Piacentini, también las paritarias son un factor crucial. “Si la presión política de no hacer pedidos desmedidos da resultados, se puede controlar. El arrastre en aumento salarial es del 20%, de ahí en adelante depende de la negociación. Sería significativo contener la demanda por 180 días; ese fue el secreto de 2018. Entonces los números generales pueden ser mejores”, graficó. (La Nación)