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Tres días después que mataran a Nisman, adelantamos lo que cinco años después están discutiendo

18 de enero de 2020: cinco años sin esclarecimiento, responsables ni justicia por un magnicidio ocurrido en la Argentina.

Exactamente el 21 de enero de 2015, dos días desde que el Fiscal Nisman fuera encontrado muerto en su departamento de Puerto Madero, cuando aún la confusión inicial reinaba en la escena del crimen, en el gobierno, el periodismo y en todo el país, en OPI Santa Cruz publicamos la siguiente nota:

(Se transcribe texto completo de nuestra nota del 21/01/2015)

21/01 – 09:00 – La muerte del fiscal Nisman pocas horas antes de presentar las pruebas en el Congreso, sobre el encubrimiento del gobierno a los responsables del atentado a la AMIA, no solo es un escándalo político internacional, sino que representa una verdad insoslayable: el terror nunca se fue de Argentina y sus propios cultores son, paradójicamente, sus víctimas y los victimarios. La actitud del gobierno es culposa y la falta de reacción de la presidenta, que utiliza la cadena nacional para hablar de cosas menores y no de esto, dejan puntos oscuros. Todo es raro y confluyente con una teoría cada vez más afianzada: el gobierno es al menos cómplice de este crimen. Sus “voceros” y aplaudidores no lo ayudan. La teoría del tercer atentado se reaviva en el país y la culpa es de este gobierno por despertar al diablo, algo que el propio Kirchner, cuidó de no hacer, pero con lo que su esposa encontró atractivo jugar, sin tener en cuenta que con los estados criminales como Irán este juego termina en muerte y destrucción. (Por: Rubén Lasagno)

La afectación de este caso al gobierno nacional es total, independientemente de que no haya partido de allí la orden de asesinar o inducir al suicidio al abogado investigador. El porqué, se lo debe buscar en dos ejes principales: la relación con Irán y el incumplimiento de algún pacto predeterminado entre el kirchnerismo y el gobierno islámico al cual Nisman no respondió en el último tiempo y la segunda hipótesis es una acción directa de intereses nacionales para evitar que Nisman hablara y diera precisiones que podrían hacer caer a la propia presidenta. Este último caso es poco creíble por lo lógico de las consecuencias esperables, pero no es improbable. Yo me inclino, personalmente, por la primera.

Esta es la resultante de caer en las redes de amigos peligrosos; el Estado islámico, Libia y Siria son tres de ellos. Le sucedió a Menem, cuando eligió al criminal Kadafi para apoyar su campaña con un aporte de más de 10 millones de dólares a cambio de facilitarle la instalación de una oficina de la OLP en Neuquén, lo cual, una vez asumida la presidencia y desarrollada la fuerte vinculación de Menem con EEUU, hizo que jamás cumpliera el pacto con el dictador, o aquella reunión secreta de Carlos Menem con otro financista de su campaña el ex dictador Haffez Al Assad, el criminal sirio que pedía a cambio que Argentina le proveyera un reactor nuclear, tecnología que ese país tenía impedido de conseguir en el mundo, pero que encontró en el candidato peronista el sujeto ideal, ante la avidez de fondos que tenía para solventar su campaña de 1989.

Menem jamás cumplió ninguno de los pactos trazados con Kadafi y con Al Assad. No fue casualidad que el 17 de marzo de 1992 a las 14:47 hs una poderosa bomba autotransportada, destruyera a la embajada de Israel con 50 muertos y más de 300 heridos y dos años después, el 18 de julio de 1994, otro coche bomba bajara el edificio de la mutual judía (AMIA) matando 85 personas con cientos de heridos.

La política errante de Menem a los fines de encubrir a Siria y a Irán y la falta de cumplimiento a otros pactos no escritos, a pesar de los bombazos recibidos, hizo que el 15 de marzo de 1995, atentaran contra la vida de Carlitos Menem, operación que terminó con el asesinato de éste y Pablo Oltra en vuelo, mientras piloteaba su helicóptero y más tarde, un encadenamiento sucesivo de 12 muertes entre “suicidios”, “accidentes” y “muerte en ocasión de robo” de los distintos testigos de aquella tarde trágica.

El aparato de encubrimiento local, con jueces, fiscales, policías, organismos de inteligencia, políticos e instituciones públicas y privadas, actuó perfectamente aceitado y logró que por 19 años, no se supiera nada oficialmente, más allá de lo obvio y de las abundantes pruebas que señalaban que aquello había sido un crimen liso y llano. Todos lo negaron, incluyendo el entonces presidente. Recién en septiembre del año 2014, el propio Menem reconoció ante la justicia que la muerte de su hijo fue un atentado. Mientras tanto, no hay nadie preso ni imputado por el delito. No fueron presos los peritos que encubrieron y todos los conocen, la policía que apoyó la teoría del accidente y los propios políticos que sirvieron de voceros. Ni siquiera el mismo Menem fue castigado como correspondía por encubrir el asesinato de su hijo; lejos de eso, fue reelegido senador de la nación.

La sensación que queda, luego de ver en perspectiva los distintos crímenes que se cometen en el país y la falta de idoneidad para investigar, la impunidad y la corrupción que terminan cerrando cada caso, es que Argentina es un buen país para matar y salir ileso. Los países terroristas, lo saben.

¿Se suicidó?

Con el Fiscal Nisman, no ocurre algo muy distinto a lo de Menem. Está claro que el gobierno de Cristina pactó afianzar el “Memo de entendimiento” y asegurar la impunidad de los criminales iraníes, bajo el compromiso de tramitar el retiro de las alertas rojas por parte de Interpol, algo ciertamente más allá de la voluntad de CFK y que hace una semana fue claramente expuesto por el funcionario judicial, quizás como forma de garantizar su vida, haciéndolo público, buscando blindarse mediáticamente ante lo que él ya había anunciado como amenazas de muerte de gente conectada a la causa. Finalmente, nada impidió que apareciera muerto.

Ciertamente el principal impactado es el Ejecutivo, lo cual puede hacer sospechar a la justicia de que tal acción contra Nisman fue ejecutada por sectores Iraníes y sus contactos locales, para castigar al gobierno en lo que más le duele: el poder y su vocación de continuar gobernando la Argentina.

Si Nisman se mató por manos propias o lo mataron, montando un escenario para los medios, como pareciera, es casi secundario. La teoría de su muerte, ya sea inducida o propiciada, no cambia lo fundamental: fue asesinado en virtud de intereses políticos, por lo tanto es un muerto político más y que, teniendo en cuenta la corrupción instalada en nuestro país, es posible que nunca se llegue a aclarar.

La actitud del gobierno nacional es casi culposa. Que tanto Timerman como, Aníbal Fernández, Berni y Capitanich hayan salido a decir inmediatamente que se trató de un suicidio suena a excusa y que la presidenta, quien pierde tiempo en Twitter hablando de sus perritos y atacando al periodismo, no haya dicho una palabra, es raro o al menos inusual para quien detenta la primera magistratura. Peor aún ha sido la confección de esa carta ofensiva y recriminatoria hacia el muerto, que horas antes le había acusado de encubrir al terrorismo en el país.

Las claves están en lo que le pasó a Nisman en las últimas horas. Él ya había dicho que estaba amenazado. Sacando del medio la sospecha de que fue asesinado por un tercero, cabe la posibilidad del suicidio inducido; es decir, la metodología de usa la mafia o que explotó muy bien Pablo Escobar. Podría ser que alguien le haya dicho a Nisman que si no se mataba, sus hijas morirían en ese momento. Ante la amenaza latente, el Fiscal fue inducido a tomar la drástica decisión. Entonces, pregunto ¿Es importante establecer si Nisman apretó o no el gatillo, o es más necesario determinar el contexto?.

Ni hablar de lo ilógico que se presenta el escenario. Un nota a la empleada dejándole un encargo de compras para el día lunes, un washap a los amigos donde dice estar mejor que nunca, fotos de su mesa con el trabajo desplegado, diarios del domingo sin leer que a nadie le llamó la atención y lo más raro, un amigo que le lleva una pistola de bajo calibre “para defensa”, con la cual supuestamente se dispara, le disparan o hasta quizás podríamos inferir que esa pistola ni siquiera fue la que disparó el tiro en la sien del Fiscal.

Más allá de no encontrarse rastros de deflagración en la mano del occiso, ¿Es coherente que un hombre a hora de tirar la bomba informativa de la década, haya usado el arma de un tercero para suicidarse?. Es estúpido pensarlo en este marco; por lo tanto, caída la teoría del suicidio, queda en firme la pista del homicidio.

Nisman estuvo enclavado en un país defectuoso como Argentina, donde la ley es renga, la justicia tuerta y la política corrupta. Nisman ni siquiera es un Fiscal revanchista o de “la oposición”, porque allí lo puso Néstor Kirchner, quien le sumó 20 personas, le asignó presupuesto y le dio manos libres para tratar la investigación de la AMIA. ¿Qué pasó?, que muerto Kirchner, Cristina, asediada por los problemas presupuestarios y energéticos, recurrió a Irán y a Venezuela para satisfacer la demanda de petróleo; a cambio el gobierno criminal del Ayatholla le pidió impunidad: así de clarito lo adelantó Nisman. Cualquier cosa que quieran hacer aparecer ahora, es absoluta mentira y otra maniobra más de encubrimiento.

La banda de focas aplaudidoras y lenguas viperinas del kirchnerismo, se la mordieron, después de sangrar por la herida del relato, al sostener la teoría del suicidio, como lo hizo Víctor Hugo Morales y Diana Conti (entre otros) o al encontrarse mensajes que podrían fundar una verdadera premonición, como el elaborado vía redes sociales por la Cámpora al decir “Ni se atrevan, ni lo intenten”, refiriéndose a la posibilidad de acusar a la presidenta de encubrir el terrorismo y presentar pruebas concretas al respecto, o las bonitas palabras del inescuchable cantautor Ignacio Coppani que escribió “Ahora estás en la cloaca”, refiriéndose a Nisman que adelantó el anuncio de la trama de corrupción y encubrimiento oficial o el mensaje de Alex Freire, quien insertó en la web “Si tocan a Cristina… te lo dijimos”. A esto le debemos sumar la amenaza de ir “con los tapones de punta” contra el Fiscal, el día que expusiera ante el Congreso.

En un país normal y no defectuoso como éste, todos estos serían llamados a declarar para saber en qué marco lo dijeron, si presumían lo que podía ocurrir o si sabían, expresamente, que llegaría este final, para aquel que osara transgredir la última línea de corrupción que conduce a la presidenta.

¿Inteligencia?

Si uno contextualiza todo lo ocurrido y se remite al apurado descabezamiento de la ex SIDE, cabe preguntarse ¿Cuánto de lo que iba a hacer Nisman ignoraba el gobierno? ¿No actuó preventivamente el Ejecutivo, sacando del foco del conflicto a Icazuriaga y a Larcher, haciéndoles creer a los medios que la cuestión respondía a una interna en el organismo?. Hoy es risible ver cómo el gobierno habla de desclasificar nombres y colaborar con la justicia desde la SI, como si Parrilli fuera un dulce angelito que bajó del cielo para bendecir a los espías, cuando hace 10 años que están los mismos en el poder, controlando la Inteligencia estatal y utilizando abiertamente sus influencias para otras cuestiones menos institucionales.

Es decir, los principales funcionarios que debieran ser convocado en los Juzgados hoy, tendrían que ser: Icazuriaga y Larcher, más todos aquellos que los secundaron dentro del organismo, durante 6 largos años de manejo de información secreta y fondos que no le rindieron a nadie. La posibilidad, ahora, ante el rápido ofrecimiento del gobierno para desclasificar los nombres de quienes trabajaron en el caso AMIA, se puede presumir que lo hace para descomprimir la responsabilidad real de quienes condujeron el aparato de Icia estatal, los cuales han sido puestos a resguardo, antes que el mar político se agitara y amenace a muchos con la tormenta perfecta.

La teoría del tercer atentado

En su momento y luego de la destrucción de la embajada de Israel (primer atentado) y la AMIA (segundo atentado), se habló por mucho tiempo que la muerte de Carlitos Menem era el “tercer atentado” y actualmente se reavivó aquella vieja teoría, con la misteriosa muerte del Fiscal Alberto Nisman. En realidad, ninguno de estos dos casos corresponden a esa clasificación. Tanto en el crimen del hijo de Menem como en el del Fiscal, son partes de un “correctivo” para castigar a quienes incumplieron ciertos pactos y reforzar la atención de aquello que tienen que entender que los terroristas “hablan en serio”. La muerte de Carlitos, fue un ataque directo al corazón del entonces presidente; el de Nisman podría llegar a ser una alerta del Estado terrorista, para recordarle al gobierno de CFK los pactos incumplidos y advertirles que pueden venir por más. Pero ninguno de los dos casos constituyen una verdadera venganza, con lo cual, la teoría del tercer atentado sigue vigente y está más viva que nunca en nuestro país. Esto el gobierno argentino lo sabe y la presidenta con su gabinete viven horas desesperadas, no solo por la complicación que les trae la muerte del acusador oficial, sino, ante la amenaza de que las fuerzas del mal, elijan otro blanco en nuestro territorio, en lo que resta del último año de su administración. Una prueba más de la vigencia del viejo axioma que desconoció la presidenta: “si te acuestas con el diablo, amanecerás incendiado”.

Es probable que en el actual crimen, el gobierno “supiera” que algo iban a hacer con el Fiscal, pero tal vez no pensaron que la cosa iría tan lejos, de hecho, dos horas y media antes de encontrarlo muerto, el periodista económico K que tiene a su disposición los micrófonos del canal operador del gobierno, C5N, de Cristóbal López, había adelantado en una entrevista con Alfonsín que “tenía información de que Nisman no se iba a presentar el día miércoles…” y así fue.

Si a esto le sumamos la cadena de denuncias que hizo Nisman y la falta de reacción pública a las acusaciones directa del Fiscal, como en el caso del Neonazi Luis Delía, quien guardó un sepulcral silencio los días posteriores al programa de TN, impensable en otra circunstancias, como si supiera con anticipación que al abogado acusador no le quedaba mucho tiempo para disfrutar de su resonante popularidad, estamos ante un cuadro complejo que alienta la hipótesis, al menos, de la complicidad del gobierno en toda esta trama.

La publicación de toda la denuncia por parte del Dr Lorenzetti, es un baldón más que le colgaron a CFK, pues no tienen forma de justificar la acción de Nisman como una “denuncia mediática”, ya que está protocolizada ante la Justicia y por otro lado, hace público el conocimiento de su contenido, con graves y pesadas acusaciones de encubrimiento que involucra al poder nacional y sus favorecedores.

Sea que lo hayan matado manos extrañas, que lo hayan inducido al suicidio o que él mismo se haya disparado, teoría esta última que nadie cree, quien más soporta el peso del desgaste que produce la circunstancia, es el gobierno nacional. El descrédito internacional, la presión de los países del mundo para exigir el esclarecimiento, el escarnio público al que es sometido el Ejecutivo, la veloz desacreditación que le producen sus amigos iraníes sosteniendo a rajatabla la teoría del suicidio y el ataque al Fiscal fallecido, las palabras previas y posteriores al crimen, la falta de una comunicación oficial por parte de la presidenta, dejando entrever su temeraria venganza hacia quien hace una semana atrás la acusó en un canal de Tv y tantos otros signos de llamativo encubrimiento, como la seguridad que dejó librado a su suerte al Fiscal, en momentos en que necesitaba mayor protección, la aparición inmediata de Berni en el escenario del crimen, antes inclusive que el Juez, el llamado extraño a las ambulancias del SAME cuyos médicos no fueron autorizados a ingresar el edificio, la falta de rastros de pólvora en la mano del cadáver y la ausencia total de motivos para quitarse la vida, según la reconstrucción que hicieron de los últimos días de Nisman; el extraño pedido de una pequeña pistola calibre 22 a un colaborador “para defenderse”, teniendo dos armas propias, sabiendo que éste no es un calibre de defensa y finalmente “suicidándose” con esta controvertida arma, cierran un círculo de grandes dudas que arrojan más sombras que luz sobre este hecho que enluta al país y a la justicia, fundamentalmente.

Como quiera que sea esta historia no termina, recién empieza. Mientras todo esto transcurre, CFK utiliza la ordinaria vía del Twitter para referirse al tema, elude el compromiso político e institucional de hablar de frente a la opinión pública y Canal 7 se ocupa del Dakar y las tortas fritas, mientras todos los canales del país y del mundo se ocupaban del resonante caso del Fiscal que apareció muerto. Todo un signo de la época, de este gobierno y un modus operandi de quien, si no son autores del delito, encubren y ofrecen zonas liberadas a los que siembran el terror. (Agencia OPI Santa Cruz)

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11 COMENTARIOS

  1. El analfabeto político Alberto Fernández pasó de ser un crítico furibundo al kirchnerismo oculista con CFK en primer plano, a ser cómplice tratando de ocultar el crimen y a sus autores/responsables.
    Una vergüenza más para este país

  2. ESTO demuestra la cagada que somos como sociedad. NO hay país serio si no tenemos capacidad para descubrir un magnicidio
    Muy buena la nota OPI

  3. Jajaja siguen con el judio de mierda Este? Se suicido por corrupto,mentiroso,ladron, pedofilo y drogadicto que conspiraba contra nuestro pais a favor de los terroristas Israelies… Me cago en nisman y su memoria jajaja… Negros macristas bananeros

    • A ESTE JUDIO DE MIERDA LO MATARON UDS PORQUE LE IBA HACER COMER EL POLVO A LA CHORRA. GIL. AÚN CUANDO FUERA UN CORRUPTO, LADRON, PEDÓFILO Y DIROGADICTO, COMO JAIME, BAEZ, DE VIDO, LÓPEZ, CCRISTINA, BOUDOU ETC NADIE MERECE SER ASESINADO PORQUE INVESTIGA AL PODER. VOS CAGATE EN NISMAN PERO YO ME CAGO DE RISA POR COMO LE VAN A METER EL DEDO EN EL CULO A LA CHORRA QUE SE CREE QUE ESTA SEGURA. PERO SABÉS QUE? EN CUATRO AÑOS SE LE TERMINA. Y A MENOS QUE TENGA LA SUERTE QUE EL CANCER DE GARGANTA QUE TUVO SE LE ACTIVE Y SE LA LLEVA ANTES COMO AL MARICÓN-CHORRO DEL MARIDO. LA JUSTICIA LE VA A LLEGAR.

  4. Yo tengo mas preguntas:
    1- Por que los agentes de seguridad y policías, no reportaron el pedido de arma que supuestamente les había sido solicitado por NIsman. Vamos, es un pedido de arma, para que la quiere, la seguridad no es suficiente? Este se reporta si o si.
    2- Por que el suicidio de un fiscal, no es claro, concreto y absoluto, por que no hay una carta, un llamado personal a alguien cercano, por que esconder un suicidio para que no lo parezca, qué intención tenía el supuesto suicidado? En su lugar no es más justificable esconder un asesinato.
    3- Por que la seguridad dependia de Nisman y no de un protocolo de seguridad? Es decir, me importa nada si el resguardado me dice: vayan no los necesito hasta mañana. Yo igualmente tengo que hacer una guardia ocular y tener contacto visual con el resguardado cada 2 hrs, cada 4 hrs, cada lo que sea. Las respuestas whatsapp. Ok, que te parece, estoy bien, las puede contestar cualquiera. Lo que vale en un protocolo de seguridad es el contacto visual, si no lo hay esto se debe reportar y el jefe de la seguridad debe actuar en consecuencia.
    4-Por que lo cuidaban a Nisman, porque quizás alguien lo podía matar por lo que sabia o iba a decir? En tal caso si se debe medir la temperatura máxima de seguridad, no son esos días, horas, minutos, segundos antes de su exposición en el congreso? Cuantos refuerzos se hicieron? Pusieron francotiradores en la zona, por ejemplo?

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