Ante la falta de acuerdo, Kicillof extendió hasta el 31 de enero el plazo para lograr un trato con los bonistas

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Por: María José Lucesole

Sin un acuerdo con los acreedores, el plan inmediato es llevar la negociación al límite y ganar tiempo. La provincia de Buenos Aires resolvió extender hasta el 31 de enero el diálogo abierto para intentar lograr un consentimiento con los tenedores del bono BP21, con el fin de postergar un vencimiento de deuda externa.

El 5 de febrero es la fecha límite de todo el período de gracia: ese día se considerará la cesación de pagos de no mediar antes un acuerdo de partes -para aplazar el vencimiento original del 26 de enero al 1º de mayo- y en caso de no efectivizar la obligación de US$250 millones. El gobierno de Axel Kicillof confía en que antes habrá un acuerdo cerrado.

El riesgo es muy grande para las dos partes: antes de fin de mes, los tenedores del bono emitido originalmente, por un capital de 750 millones de dólares, deben resolver si se inclinan por rechazar la oferta del gobierno e ir por la vía de los juicios en jurisdicción de Estados Unidos -podría demorar hasta 15 años- o aceptar cobrar en mayo. Nadie les pidió una quita del capital, pero entonces los tenedores de títulos subnacionales quedarán sometidos a los términos de una negociación de la deuda soberana.

El gobierno bonaerense está firme en su postura de no pagar, aun a riesgo de que un incumplimiento abra la puerta a juicios no solo por US$250 millones de este segundo vencimiento de capital del BP21. Los tenedores del BP21 pueden iniciar acciones para exigir la aceleración del tercer vencimiento, previsto en 2021, por otros US$250 millones.

Pero esta es, apenas, la punta del ovillo: en caso de ir a los tribunales abrirán la puerta para que también exijan que se anticipen los pagos del total de los bonistas de deuda en moneda extranjera: unos US$7000 millones. Los contratos de los bonos permiten exigir esta aceleración ante un solo evento puntual de cesación de pagos.

El gobernador Kicillof cree que puede reunir el consentimiento del 75% de los acreedores antes de fin de mes, para postergar el pago del que no ofrece “incentivos” ni habla de “quitas”. Pero gana tiempo.

“La prórroga se dispuso teniendo presente el diálogo constructivo que la provincia viene manteniendo con sus acreedores para que la comprensión más acabada de las circunstancias de emergencia social, económica, productiva y energética existentes y la voluntad de dar tratamiento equitativo a los acreedores en su conjunto permitan a los bonistas oportunamente aceptar la propuesta realizada el 14 de enero último”, informó el Ministerio de Hacienda.

“Hasta la fecha, hemos recibido el consentimiento de un número significativo de bonistas y continuamos el diálogo con inversores institucionales para que la comprensión más acabada permita llegar al resultado buscado. Por ello hemos resuelto utilizar todo el tiempo a nuestro alcance”, destacó el gobierno bonaerense.

Se precisó que luego de la fecha fijada para el pago del 26 de enero la provincia “cuenta con un período de gracia de 10 días para el pago de capital y de 30 días para el pago de los intereses, sin incurrir en el causal de incumplimiento”.

La resolución de Kicillof se conoció luego de que un grupo de inversores divulgó un comunicado en el que critican la falta de tiempo y cuestionan la ausencia de definiciones sobre el plan integral para la deuda de la provincia.

Anteanoche, un comité de bonistas habló de un período de tiempo “muy corto, sin el beneficio de un proceso de identificación formal de los tenedores de bonos y en ausencia de un plan integral para la deuda de la provincia”.

El comité que asesoran Mens Sana Advisors y Broadspand Capital sugirió que los bonistas consideren esta y cualquier propuesta hecha por la provincia. Pero exigieron “un plan económico sólido e integral”.

También pidieron a los bonistas que se comuniquen con los asesores financieros, con sede en Estados Unidos.

“No nos gustaría que esto que pasa hoy suceda más adelante con cada uno de los vencimientos”, dejaron trascender otros tenedores de bonos, en conversaciones privadas.

En general, los tenedores de deuda de la provincia se repiten. En mayo vence otro bono por $110 millones, también de capital. Para entonces, en el mejor de los casos, la provincia también habrá postergado los vencimientos por US$250 millones. Es decir, los acreedores podrán exigir una masa de US$360 millones. El gobierno ya avisó que es insostenible cumplir con los vencimientos de US$2900 millones previstos a lo largo de todo este año.

En una semana quedará definida la última palabra de los acreedores y de los mercados.

Mientras tanto, Kicillof estuvo este miércoles de actividad en Israel, donde participa del viaje de Alberto Fernández. Visitó el Centro Shimon Peres, junto con el canciller Felipe Solá y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. (La Nación)

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