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Inusual omisión de la Argentina en un informe del FMI sobre América latina

Por: Rafael Mathus Ruiz

Por el “alto grado de incertidumbre” ante la ausencia de un programa económico, el Fondo Monetario Internacional ( FMI ) evitó dar su visión sobre la Argentina en su último informe sobre las perspectivas económicas para América Latina, una omisión inusual en medio de la renegociación del acuerdo stand-by por US$ 57.000 millones, el mayor préstamo en la historia del organismo.

El Fondo brinda al principio de cada año su panorama sobre América latina al presentar una actualización de las perspectivas para los países de la región, que se da a conocer unos días después de la difusión de las últimas cifras del Panorama Económico Mundial (WEO, según sus siglas en inglés).

La Argentina, la tercera economía de la región, solía ser el primer país mencionado en la sección dedicada a las naciones de América del Sur. Pero este año el párrafo sobre la Argentina desapareció del informe. El primer comentario es sobre Brasil, seguido de Chile, Colombia, Perú y Venezuela.

Alejandro Werner, director para el Hemisferio Occidental del Fondo, dijo en una conferencia de prensa en Washington que el organismo tomó la decisión “práctica” de evitar comentar sobre la economía argentina ante el “alto grado de incertidumbre” que existe sobre el país, en gran medida por la ausencia de un plan económico del Gobierno.

“La decisión de omitir a la Argentina del blog fue, dado el entorno de incertidumbre en la Argentina y las definiciones que esperamos se vayan tomando en las próximas semanas, decidimos no actualizar los pronósticos esta vez. Son los pronósticos que hicimos en octubre. No los hemos modificado. Fue una decisión práctica dado el alto grado de incertidumbre, mejor es esperar, y hacer una proyección con mejor información”, explicó Werner.

Pero el Fondo igual ofreció sus últimas proyecciones: una caída de la economía del 3,1% el año anterior -la cual, de confirmarse, sería la peor desde 2009, tras la crisis financiera global-, y otra adicional del 1,3 por ciento prevista para este año. Esa diferencia implica una mejora, pero el FMI no explicó los motivos.

La única mención a la Argentina en el informe fue en un paréntesis, junto a Ecuador, el otro país en la región que tiene un programa vigente con el Fondo.

“La fuerte incertidumbre en torno de las políticas económicas en algunos de los principales países de América Latina continúa limitando el crecimiento”, indica el informe, que menciona luego “la incertidumbre acerca del rumbo de las reformas y las políticas económicas en Brasil y México” que probablemente, agrega, hayan contribuido a la desaceleración del crecimiento y la inversión.

“La continuación del rebalanceo económico en las economías estresadas que experimentaron frenadas bruscas de los flujos de capital en 2018-19 (Argentina, Ecuador) ha ayudado a restaurar los equilibrios internos y externos, pero también ha contenido el crecimiento económico”, señala el informe.

El FMI y el gobierno de Alberto Fernández han abierto negociaciones para reprogramar el préstamo de US$ 57.000 millones, de los cuales la Argentina solo tomó unos 44.000 millones durante la presidencia de Mauricio Macri. El Fondo ha dicho en reiteradas oportunidades que antes de avanzar en esa negociación necesita conocer el programa económico del gobierno de Fernández, quien ha responsabilizado al organismo por la crisis económica. El FMI nunca respondió de manera directa a esa acusación.

La negociación con el Fondo se da a la par de la discusión con los bonistas, que también aguardan conocer detalles del plan económico del Gobierno, junto con una propuesta formal para reestructurar la deuda.

El informe de 2019

Este fue el párrafo dedicado a la Argentina en la actualización del panorama sobre América latina presentado hace un año, en Washington:

“En Argentina, la economía entró en recesión en 2018. Una sequía severa redujo significativamente el producto y las exportaciones agrícolas, y la importante depreciación del peso registrada a mediados de 2018 impulsó la inflación, lo que afectó el ingreso disponible y la confianza de los inversionistas. El plan de estabilización del gobierno, basado en políticas monetarias y fiscales revisadas y fortalecidas, ayudó a atenuar las turbulencias financieras y estabilizar el tipo de cambio. La inflación y las expectativas de inflación se encuentran en una tendencia descendente desde octubre, y todo indica que seguirían disminuyendo lentamente en 2019. Esto permitiría una reducción gradual de la tasa de interés que, combinada con un aumento del salario real y de las exportaciones, generaría una recuperación de la actividad económica a partir del segundo trimestre de 2019.” (La Nación)

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