Aunque la Cámara Federal acreditó los vuelos a Santa Cruz y la acusó como partícipe de peculado, dictó la falta de mérito para quien estaba acusado como autor, Oscar Parrilli. Eso debilita aquella acusación.
Por: Lucía Salinas
Desde este lunes, Cristina Kirchner ya no cuenta con ninguna orden de prisión preventiva en su contra. Hasta diciembre de 2019 tenía cinco, ordenadas por el juez Claudio Bonadio en diferentes expedientes. Antes de fin de año, un Tribunal ya había revocado una de aquellas medidas, y la flamante vicepresidenta también consiguió algunas faltas de mérito en distintas causas, que alivianaron su escenario judicial. Ahora, la acusación en su contra por utilizar los aviones para trasladar muebles al Santa Cruz para sus hoteles también pende de un hilo.
Para la ex Presidenta, las ocho causas que tiene en la Justicia federal elevadas a juicio oral -seis de las cuales son en casos de corrupción-, responden al lawfare, es decir a una supuesta persecución política que se llevó a cabo desde el Poder Judicial.
De ese universo de expedientes, varios ya se encuentran radicados en diferentes Tribunales para la organización de los respectivos juicios orales. Sin embargo, algunas investigaciones aún se encuentran en instrucción, y podrían modificar su curso en beneficio de la ex Presidenta.
En noviembre de 2019, la Cámara Federal porteña confirmó que se movían aviones oficiales sólo con el fin de trasladar diarios y muebles a Santa Cruz los fines de semana que Néstor y Cristina Kirchner descansaban allí. La Sala I encontró a la ex Presidenta responsable del delito de peculado el carácter de partícipe, señalando que “se utilizaron con fines indebidos los aviones asignados a la Agrupación Aérea presidencial”.
Sin embargo, se realizó una distinción: el peculado se consideró por “trasladar muebles” que tenían como destino los hoteles de la ex presidenta y no los diarios.
En esa modificación del delito, se dictó la falta de mérito al ex secretario general, Oscar Parrilli, que había sido procesado por el juez Claudio Bonadio.
Entonces la discusión se centró en el uso de los aviones para el traslado de muebles. Así, se determinó que “tanto ella -Cristina- como su familia eran los beneficiarios directos de la utilización de los servicios pagados con el presupuesto nacional, quedando muy claro que conocía y quería el resultado obtenido con la maniobra”.
Reforzando dicho planteo, se sostuvo que “las cosas muebles, conforme algunos testimonios brindados en autos, podrían tener como destino final alguno de los hoteles de la ciudad del Calafate, propiedad de la familia Fernández-Kirchner”.
En consecuencia, Cristina quedó acusada como partícipe necesaria del delito peculado (es decir usar bienes del Estado para beneficio personal), pero con la falta de mérito del ex secretario de la Presidencia Parrilli el delito se quedó sin un “autor”, que era la calificación que le habían asignado en el expediente.
Cuando la Cámara Federal porteña dictó esa medida, dejó la acusación contra la vicepresidenta pendiendo de un hilo. La causa volvió a instrucción y cambió de juez, ahora la tiene Sebastián Casanello quien delegó la investigación en la fiscal Alejandra Mángano.
De no encontrar pruebas que determinen la responsabilidad -o no- de Parrilli, el procedimiento contra la vicepresidenta podría quedar sin “fortaleza jurídica”, explicaron fuentes judiciales a Clarín. Según esta advertencia, si la falta de mérito se dictó por no hallarse pruebas suficientes “que acrediten la autoría, sostener la participación necesaria de otra persona es difícil”.
Otras medidas de alivio judicial
Pese a la cantidad de causas elevadas a juicio oral, algunas decisiones en Comodoro Py mejoraron la situación de la vicepresidenta. En diciembre pasado, la defensa a cargo de Carlos Beraldi logró que el Tribunal Oral Federal 8 (TOF 8) dicte el cese de la detención ordenada por el juez Claudio Bonadio en la causa del Memorándum con Irán.
Este martes, a esa resolución se sumó la decisión de la Cámara de Casación, que revocó la prisión preventiva dictada en la causa de los cuadernos de las coimas. Esa medida, a su vez, dejó sin efecto otras dos medidas restrictivas de la libertad que Bonadio había ordenado en expedientes vinculados a la “causa madre”.
El 19 de diciembre, el juez federal Luis Rodríguez había sobreseído a Cristina en una investigación donde se la había acusado de presunta “insolvencia fraudulenta” por el traspaso de sus bienes en partes iguales a sus hijos Máximo y Florencia Kirchner. La denuncia sostenía que la vice habría buscado “evadir los embargos” dictaminados en diferentes causas judiciales.
Tiempo antes, la Sala I de la Cámara federal Porteña había dictado la falta de mérito de la ex presidenta en un expediente conexo al caso cuadernos. Se trata del tramo que investigó las coimas que según la acusación los ex funcionarios de su gobierno cobraban a los empresarios vinculados al transporte de colectivos.
Asimismo, los mismos jueces la sobreseyeron en la causa donde se la acusó por la misma maniobra de fondos ilegales, pero en las concesiones para el manejo de las autopistas, por haber ocurrido durante un período en el que no estaba al frente de la presidencia de la Nación. (Clarín)
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