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El Gobierno confirmó que habrá subas de tarifas en junio: dicen que ya hay retrasos de entre 40% y 50% en gas y luz

Según las empresas, en la Ciudad y el GBA no cubren sus costos y empiezan a generar deuda con el Estado por su incapacidad para pagar insumos clave.

Por: Martín Bidegaray

Aunque estaba previsto que el congelamiento durara 6 meses, la confirmación del jefe de Gabinete de ministros, Santiago Cafiero, sobre esa fecha de vencimiento trajo algo de alivio a las distribuidoras de gas y luz. En esas empresas hablan de un atraso de entre 40% y 50% con respecto a los importes necesarios para poder pagar sus costos.

La tarifa de luz no aumenta desde febrero del año pasado, y la de gas, desde abril. La inflación desde ese momento supera el 50% para distribución eléctrica y bordea el 40% para las compañías que llevan a gas a hogares e industrias.

Tanto los costos de luz como de gas están en dólares. Aunque el Gobierno barajó la idea de “pesificarlos”, lo que hubo hasta ahora es una conversión a pesos de costos que están en dólares, pero sin una reducción significativa. En generación eléctrica, por ejemplo, los costos vienen escalando, pero lo que pueden pagar las distribuidoras está estancado.

Esa distorsión -costos en alza atados al dólar, pero ingresos fijos en pesos- empieza a hacer mella en las cuentas públicas. Cammesa es la empresa mayorista del sistema eléctrico y con control estatal. Se encarga de pagarle a las generadoras eléctricas. Desde hace meses, cobra vez menos de las distribuidoras y también les abona menos a las generadoras.

Aunque se dice que hay una reforma en ciernes, para bajar un poco los costos, la deuda de Cammesa ya está bordeando los $ 100.000 millones. La compañía no logra cobrarle a las distribuidoras. Estas argumentan que sin ingresos no pueden afrontar los pagos de la energía que consumen.

La situación también está complicando a las distribuidoras de gas, pero en menor medida. El gas se comercializa en dólares. En verano, por ahora, sobra gas y la demanda cae mucho. Pero, desde abril, el precio del gas sube, la demanda aumenta y allí habrá un descalabro: algunas de las partes no podrá pagar y eso complicará a toda la cadena.

El kirchnerismo ya pasó por estas situaciones. Para no convalidar precios de gas en dólares para productores locales, recurrió a las importaciones. Ese procedimiento fue más costoso, complejo, con acusaciones de corrupción y frenó el desarrollo local. El elenco actual dice que esa lección ya se aprendió. Que no repetirán viejos esquemas. De ahí que aceptan que habrá que hacer algo con las tarifas para que la producción local siga teniendo actividad.

El dilema del Gobierno es como ir en contra de sus promesas de campaña (de no aumentar las tarifas), mientras tiene que cuidar las cuentas fiscales, comprometidas y sin mucho margen para generar déficit fiscal.

En el Gobierno conviven diferentes visiones sobre cómo encarar los próximos pasos. Hay sectores que responden a Alberto Fernández y otros que se referencian en Cristina Fernández de Kirchner. Las indefiniciones provocan que algunos puestos claves estén desocupados. El Gobierno decidió intervenir en el Enargas (ente regulador del gas), pero aún no nombró a un nuevo titular.

Habría algunos avances en torno al Enre, que es el regulador de la electricidad.

Como el resto de la economía, la energía está pendiente de una resolución sobre el tema de la deuda. El escenario financiero de las empresas del sector puede despejarse si ese problema está solucionado. La industria requiere miles de millones de dólares, que llegarán si la Argentina alcanza cierto orden macroeconómico. (Clarín)

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6 COMENTARIOS

  1. El problema no es la moneda con que se compre o venda la energía, en la forma que fuera, el problema es el cómo se ha deformado -intencionalmente- la arquitectura económica, financiera y de comercialización de las materias primas como los hidrocarburos (gas, petróleo y carbón), el agua (hidroeléctricas), y otras como el viento y el Sol (eólica y solar) que ya varios en el mundo incluido Argentina han propuesto una y otra vez que se cobre una tasa o impuesto por ellas.
    Tampoco el tema es una bomba de tiempo para el legado de las sucesivas Administración Nacional, más bien se ha convertido en un negocio redondo para cada una de ellas pues a río revuelto ganancia de especuladores.
    En la actual situación de nuestro país, como en los 4 años anteriores, y los anteriores, la suba de tarifas viene con aplausos por debajo de la mesa y es agua fresca para las, ya en bancarrota, cuentas fiscales; esto porque cuanto más paga la gente, más recauda el Estado en impuestos.
    De leves pero constantes subas de tarifas del 2015 hacia atrás, especialmente en el gas y la energía mayorista, pasamos a la codicia absoluta de todos y cada uno de los involucrados antes de llegar a que cada usuario gire la perilla de luz o prenda una hornalla.
    Desde 2016 parece que ningún aumento es suficiente para el bla, bla, bla de las explicaciones técnicas ocasionales, discursos hipócritas y presentaciones falsamente democráticas que se hacen en las Audiencias Públicas, las cuales estas última sirven exactamente para nada como si fuera un juego torpe de sordos y mudos.
    Las reglas del juego han marcado que las tarifas aumenten desmesuradamente y que los usuarios digan “no podemos pagar”, para dar vuelta la página y seguir aumentando bajo los mismos argumentos.
    Aquí un paréntesis, allá por 2013 y 2017 me senté frente a las estadísticas tarifarias emitidas por el Estado, de un lado, y del otro lado mi factura de servicios; no hubo forma que los números cerraran, mi factura siempre tenía un mayor aumento que el que graciosamente el Estado divulgaba a través de sus operadores de opinión y adoctrinamiento público.
    La estadística tarifaria oficial me decía “hubo 3 aumentos de tarifas, uno de 50%, otro de 60% y otro de 40%; entonces el aumento de tarifas es de 150%”; para la mayoría esa explicación bastó y ningún medio ni nacional ni regional se cuestionó el asunto, quedando como palabra sagrada que el aumento fue de solo el 150%.
    Yo pagaba $ 100 antes de los aumentos, por defecto debería pagar después de los mismos $ 250, pero no era así, pagaba más y pregunte al Estado, del otro lado del teléfono alguien me indicó “no tengo más que decirle, le recomiendo volver al colegio y aprender matemáticas”, creo que el call center estaba contratado en Puerto Rico o por ahí por la tonada característica.
    Así que hice mis propias cuentas: $ 100 más el 50% ($ 50), igual $ 150, mas el 60% ($ 90), igual $ 240, mas el 40% ($ 96), igual $ 336; ¡Eureka! me dije a mí mismo, me jodieron ¡de nuevo!; el aumento de tarifas “escalonado” tan “beneficioso” para la población, no es otra cosa que un serie interminable de generación de impuestos confiscatorios al bolsillo de todos.
    ¿Se entendió?, ¿No?, vayan y revisen sus facturas mis amigos, y vea porqué el Estado dice que los aumentos de tarifas, los verdaderos, fueron de más del 3.600% en contra de las cifras divulgadas por ellos mismos.
    Justamente por eso los usuarios ya no pueden pagar y se vuelcan masivamente a cortar los árboles de las plazas y se desesperan en conseguir pallets de madera para preparar sus comidas, mientras la comba atómica de Cammesa se activó hace rato y llama susurrante a una privatización internacional desde hace tiempo.
    El Estado necesita del aumento de tarifas, pues eso le entrega geométricamente como lo vino haciendo, ingresos impositivos para el pago de las deudas tomadas en dólares en el exterior y pagadas en pesos en casa, deudas interminables que son para pagar más deudas y sus intereses; y ocasionalmente ya nadie sabe para qué se usaron esos u$s 300.000 millones -al menos- y si sirvieron para algo ya que Argentina no solo no creció, sino que se sigue hundiendo en la inmundicia, ahora con Sarampión, Dengue y niños que mueren por el hambre.
    ¿Lindo, no?; pero permítame no dejarlo ahí. Resulta que todos los recursos naturales de Argentina son propiedad de los ciudadanos, o así dice la Constitución; que de mentiras en la realidad está llena su efectiva aplicación.
    En Argentina todos los hidrocarburos y reservorios de agua para hidroelectricidad son públicos, ¡hasta que se concesionan!, después en la práctica pasan a ser privados o sino pregúntele a las empresas que se hicieron multimillonarias a costillas de los argentinos cuando les sacaron las concesiones por incumplimiento de contrato.
    Y haga lo mismo y vaya y pregúntele a quien sea porqué no le sacan las concesiones mineras a las internacionales que contaminaron los acuíferos superficiales y subterráneos con cianuro, hablando de la minería por ejemplo.
    Pasa que los contratos del Estado, no importa de cuál Administración vienen en frasco chico, como el veneno, algunos de ellos cuestionados por legisladores y juristas ni siquiera se conocen completamente porque “eso perjudicaría la inversión empresaria”, o sea a la empresa concesionaria.
    Y de la otra punta tira con fuerza el negocio en el negocio, por no decirle negociado, o coima como lo quiera ver cada uno desde su perfil personal; cosa no tan tremenda en países “modernos” como los Estados Unidos donde los coimeros pagan multa y siguen trabajando, es decir: siguen coimeando, porque todo lo que brilla, es sin duda oro amarillo, negro, azul, blanco o del color que se pinte con la materia prima que todos suponemos que es nuestra pero que en realidad es una vaquita ajena.
    Y como estoy lleno de ejemplo, le doy uno que no tiene que ver con la coima directamente pero sí tiene que ver con la estupidez de los funcionarios públicos: las represas sobre el río Santa Cruz; proyecto casi secular de los patagónicos del cual nos quedamos con solo el 12%, Upss! ¿Qué pasó ahí?… en su momento se lo sacaron a Santa Cruz porque el Gobernador se había peleado con la Presidente, y todo quedó tal cual, cuando el río es un río Santacruceño y deberíamos tener el 100% del proyecto.
    Se concesionó a unos “lógicos” u$s 4.7000 millones, papita para el loro dijeron algunos mientras pocos empezamos a gritar a cuatro vientos “¡queridos, inviertan ese dinero en eólica, que van a producir el doble de energía porque tenemos los corredores de viento con mayor entrega en el mundo”, pero no escuchó ni el loro.
    La obra siguió, antes que asumiera el empresario se llenó la boca de corrupción ajena y los concesionarios de las represas se pararon de manos, “si paran las obras nos vamos del país” dijeron, “no habrá ninguna inversión más nuestra ni de nuestros socios” dijeron, clarísima extorsión internacional, el empresario asumido Presidente arrugó, metió la cola entre las patas y como para demostrar públicamente que el luchaba contra “la corrupción” de los anteriores gobiernos, se mandó “la cagada” una de esas que se hacen cada 100 años de la mejor manera y sin que alguien diga algo.
    Los concesionarios de las represas salieron ganando, el Presidente en medio del rum, rum y el bla, bla, bla del cambio de nombre de las represas, los sobreprecios de las obras públicas y las inversiones internacionales, le bajó de un plumazo la potencia instalada a las represas del río Santa Cruz y les mantuvo el precio del contrato, u$s 4.700 millones, con lo que en el práctica le subió el precio a las represas, y ahí la culpa como vino pasando en las últimas décadas con las concesiones, no es del Chancho.
    Ahora todos los Santacruceños esperamos que la Nación le devuelva a la Provincia la obra de las represas, sería algo bueno… que nunca va a pasar porque el negocio pasa por otro lado.
    Con el gas pasó casi lo mismo, el 2018 todo se llenaban la boca con el precio del m3, del BTU y la colectora de bobos públicos mientras el valor del gas saltaba de un solo saque el 50% en el valor base.
    https://www.lavoz.com.ar/politica/cuanto-aumentara-el-gas-natural-segun-la-categoria
    Como si nada, los sueldo para el mismo período aumentaron 3,8% promedio, una tomada de pelo entre risitas apagadas de los funcionarios que aseguraban que las subas ya no iban a sucederse cuando las escalas estuvieran actualizadas, hoy hablamos de otro 50% entre tantos, dos años después.
    En 2019 algunos periodistas bien informados se sacaban las pestañas mirando de reojos sus computadoras hackeadas y sus servidores desde los que no se podía abrir una sola página sin llenarse de virus y trolls, cuando pusieron en conocimiento a la población que Argentina compraba para ese invierno gas a u$s 6,3 el Millón de BTU, mientras que el precio de referencia en los Estados Unidos para el mismo momento era de u$s 2,7 el Millón de BTU.
    Alguien se hizo un negocio redondo comprando a 3 veces el valor internacional, pero ágil el Estado la salió por el bla, bla, bla de qué significaba la sigla de “BTU” y llenó a los medios amigos de preguntas idiotas tales como “¿Cómo es un barco que transporta gas licuado?”, mientras algún amigo, del amigo, de un pariente, se llenaba los bolsillos de dólares.
    https://www.cronista.com/economiapolitica/Por-Vaca-Muerta-Argentina-exportara-por-primera-vez-gas-licuado-20190520-0057.html
    Y como si esto fuera poco en el tornillo sin fin de la demencia institucional de las tarifas en Argentina, además de comprar gas extranjero más caro, eso no le bastó a ninguno de los que ahora aseguran que se necesitan nuevos aumentos; además ya en 2018 se venía vendiendo a otros países el gas producido en Argentina, mas barato que el gas que le comprábamos a esos países.
    El caso trasandino dio que hablar pero a nadie se le movió un pelo, total los Diputados siguieron cobrando sus “dietas”, $ 350 mil dicen, los jueces siguieron cobrando sus haberes, $ 700 mil dicen ahora, y los funcionarios nacionales te recomendaban con cierta sorna que si no podías pagar el combustible de tu auto, no lo consumas y vayas a tu trabajo todos los días en colectivo como hacen los pobres.
    Fue paradójico en esa escalada la exportación de gas al país trasandino a mitad de precio del gas que le compramos, parece una cargada pero no lo es, yo varias veces me pregunté si en ese momento alguien no hacía el negociado de importar el mismo gas que luego le venderíamos, un gasoducto circular que con cada m3 alguien se llenaría de oro, o dólares, como el Rey Midas.
    https://agendarweb.com.ar/2018/09/27/se-exporta-gas-a-chile-a-mitad-de-precio-del-que-le-compramos/
    ¿Y cómo se llama eso?, no lo se ¿Diversión energética, pachorra judicial, avivada empresaria, solidaridad internacional?, alguien podría llamarlo coima o cohecho pero parece que no hay ningún procesado, así que no.
    Elemental mi querido Watson, ese gas que se compró al doble es el gas que llegó a su casa y es el gas por el cual Argentina aumentó la tarifa a sus usuarios, ¿O debo decir: sigue aumentando?.
    Me siento muy mal por las compañías de servicios, por las distribuidos y principalmente por Cammesa que tiene tanta deuda; pero me siento más mal por los miles de usuarios que tuvieron que cerrar sus llaves de paso, o cerrar sus negocios, o preparar su comida en estufas de leña sacada del árbol de la plaza.
    Un medio informaba el invierno pasado que en aquellos últimos 4 años, unas 20.000 empresas habían cerrado en Argentina, ¿200.000 familias por lo bajo que se quedaron sin ingresos?, ¿600.000 argentinos que cayeron al abismo?.
    https://www.ambito.com/negocios/crisis-empresas/en-4-anos-cerraron-casi-20000-empresas-la-argentina-segun-un-informe-privado-n5046946
    Pero esto ya había empezado en 2016, y apenas empezó las empresas que iban cerrando y dejando a sus dueños y empleados en la calle aseguraban que era porque les resultaba imposible afrontar las tarifas, todas y cada una decían lo mismo, lógicamente el Estado no tenía nada que ver y salió a contratar aplaudidores internacionales para hablar de la falta de profesionalización de las empresas, falta de marketing y otras patrañas para tapar sus propios negociados con los recursos energéticos.
    Y como en Argentina nadie le cree a nadie las pymes empezaron a regalar sus productos en la Plaza de Mayo, la reacción fue enrejar la plaza por todos lados para que nadie pueda moverse sin encontrarse con una reja y ser detenido, si era necesario, por las fuerza del orden por desorden público o por regalar tomates o lechuga sin autorización.
    Hoy las rejas ya no están, pero nos anuncian una nueva suba de tarifas del 50%, ¿En qué quedamos?, una inmensa mayoría de empresas no pudieron, y no lo hicieron, pagar los míseros $ 4.000 pesos a fin de año; entonces la pregunta es: ¿Van a poder pagar el aumento de tarifas sin tener que cerrar?, o ¿Se van a tener que joder de odio asumiendo los costos inflacionarios, como los panaderos, porque sino nadie les compra su producto por caro?.
    El anuncio de los aumentos tarifarios, y la consecuente frasecita de “hoy no está en cartera” que esgrimió el actual Presidente, no es mas que una preparación sicológica de la población; algo así como decirnos “se que no les alcanza pero lo sentimos, lo vamos a hacer igual, no ahora pero lo vamos a hacer”.
    Mientras los jubilados la pelean por 180 mangos más, algo así como el precio de 2 alfajores medio berretas comprados en un kiosco, los jueces defiendes a uñas y dientes sus “derechos adquiridos” por su sueldillo de $ 700 mil mensuales, dijera Alberto, y algunos optaron por la fácil: mandarse a mudar por si acaso cobrando tan solo $ 644 mil por mes.
    Cierto que a uno de éstos no le afecta una tarifa de gas invernal mensual de $ 4.000, pero no me cabe duda que a un jubilado de la mínima con $ 14.000 de haberes le rompe el esquema por no decir otra cosa; por si acaso algunos ideólogos de la miseria ya han comenzado a prever regalar frazadas para el invierno, frazadas compradas a algún país oriental a razón de u$s 11 la unidad, cuando en ese mismo país se venden a u$s 3.
    Así somos, el verdadero problema de las tarifas en Argentina no es otra cosa que el negocio del negocio, es decir el negociado; se lo repito por si no lo leyó antes.
    Pero además el problemas es la incompetencia de los funcionarios, que siempre contratan a los mismos asesores, quienes trabajan para los de afuera y no para la gente de Argentina, y los de afuera nos ven como lo que somos: billeteras de donde seguir sacando dólares.
    El Estado no es tan diferente, los inútiles pululan como cucarachas en basural, no tienen ideas y no aceptan ideas de otros, mucho menos si estos no son del palo, así que siguen por la misma línea.
    Nos prometieron el cambio y lo que cambiamos fue heladera a medias por heladeras vacías, ahora nos prometieron llenar la heladera pero también fue mentira porque no tuvieron los cojones desde el principio en tomar las decisiones acertadas.
    Decisiones como bajar la tasa de referencia bancaria del 200% al 27% histórico, como estaba antes que los bancos se hicieran inimaginables fortunas a costillas de la usura; frenar el dólar; frenar los aumentos de precios; terminar con los especuladores, perdón con los inversores internacionales; entre otras cosillas de todos los días.
    Muchos pachorros inútiles de esos solo miran la punta del Obelisco cuando hablan de los precios, ninguno mira lo que cuestan las cosas aquí en el trasero del país, en el fondo del mapa; se enloquecen porque bajaron la banana en el mercado central a $ 90 el kilo, mientras por internet se vende a $ 102 el kilo, y a mí me la cobraron ayer en el super de la esquina acá en Río Gallegos a $ 199 el kilo, un 100% mas a ninguno de los cráneos de comercio le importa un pepino.
    Los pepinos igual, el queso, el pollo, ¡las papas!, ¿Tiene Usted hijos?, ¿Sigo?.
    Y hablando de frutas y verduras, se cae de maduro que si aumentan las tarifas de nuevo, esos precios van a subir, de nuevo; mientras tanto los sueldos se quedan allá atrás y los vemos de lejos pudrirse en la mediocridad de una Argentina que no acierta a hacer las cosas como se debe.
    ¡Vamos! que estas cosas son públicas y de ellas se da cuenta cualquiera con 2 neuronas, medio de dedo de frente y una conexión de internet pedorra como las de Argentina; pero sé que si este comentario se publica siempre va a aparecer alguien que le tire la piedra al mensajero y me reclame “yo que hice para mejorar las cosas”.
    Así que aquí va, a fines del 2019, tal como lo hice a fines del 2015 y a fines de otros tantos años, me acerqué a quienes fueron electos y le dice “tengo una idea”, o mejor dicho varias ideas, pero nadie me dio bola, no porque fueran alocadas porque nunca las revelé, pero son serias y comprobables, pero son mías.
    Lo que pedía era hablar directamente con los políticos electos como Presidente, Gobernador e Intendente, persona a persona y cara a cara, para exponerle esas ideas y que sirvieran para todos; pero las interminables líneas de aplaudidores, chupamedias y oportunistas debajo de ellos no me permitieron llegar, dejé todos mis datos por si acaso pero nada.
    Al final me cansé y me dije a mí mismo “¡¿Qué carajo me tienen que hacer arrastrár como gusano esta gente para tratar de hacerles llegar mis ideas sobre cómo recaudar, con medios legítimos, legales, inmediatos y auténticos, importes que podrían solucionar el problema económico y financiero actual?!”.
    Así que le puse precio a las mismas, si alguien las quiere que las pague por anticipado y después se las doy; con las mismas la Nación puede recaudar u$s 7.500 millones mensuales, la Provincia de Santa Cruz u$s 350 millones mensuales (antes eran 120), y la Municipalidad de Río Gallegos u$s 7,5 millones mensuales (antes eran 3,5); el costo del Know How implica el pago anticipado de la franquicia de mi idea del 10% y una tasa de franquicia del 5% mensual sobre el valor potencial declarado por el término de 10 años.
    O sea…

  2. Venía bien y se re-piró al final, aunque si la dice es porque la sabe, yo le conozco un par de historias acá en Gallegos.
    ¿Quién no comió piza por metro?, un día el flaco estaba de mucha charla por la entrada del estacionamiento del Obispado con el que después pondría esa pizzería, le escuché decir “la posta es no hacer más pizzas redondas, las haces rectangulares y las vendes por metro, 20, 30 o 40 cm y aprovechas más el horno pizzero, así que te ahorras en gas”, esa la escuché yo.
    Otra que publicó hace una pila de años en “Amigos e ideas”, el pasquín puerta a puerta de Caleta Olivia fue la gaceta de recortes por tema de todos los diarios, aclaraba que había que tener los permisos de los medios gráficos por supuestos, ¿Se acuerdan de los folletines de noticias con recortes que conocidos oficialistas le facturaban jugosamente a distintos organismos de la administración pública?, claro que lo hicieron sin autorización de los medios, pero esa también fue su idea.
    Otra fue la de la “Panificadora Rosales”, en Bilbao, el flaco se había ido de viaje allá por el 2000 y no podía conseguir dulce de leche en toda la ciudad, así que se fue a una panadería y les enseñó cómo hacer dulce de leche, ahora desde Bilbao mandan su producto a toda España; publicado en la revista “Manjares Ibéricos”.
    Otra pero bien polenta fue el asesoramiento que le dio a un conocidísimo viñedo chileno sobre la expansión de producción hacia Argentina, creando un nuevo varietal que hoy se produce y se exporta completamente a Europa, la clave fue integrar plantas asociadas a las viñas para darle un sabor especial, la empresa le publicó su nombre en “Winnery International” cuando logró vender la botella 1 millón.
    El tema es que a él no le importa la guita, es toda una novedad que le ponga precio a sus ideas, algo que muchos de sus amigos le venimos diciendo desde hace años.
    Dedo arriba!

  3. Walter es un tipo inteligente, demasiado para este país de m**rda que tenemos, donde cada uno que sube al poder nos c*ga un poquito mas cada vez.
    En mi estudio contable tengo algunas de las publicaciones sobre economía y negocios que hacía cuando era mas joven, una de ellas de la revista ‘Brokers de América Latina y el Caribe’ que titulaba ‘Demonios y ladrones’ y se refería a cómo la mayoría de los países de América del Sur y Central caían una y otra vez en el ‘embrujo de las inversiones especulativas’, la deuda externa y las coimas por comisiones y administraciones de deuda a través de bancos privados, de 1987, tendría veintipico de años.
    Otra que hizo historia por la cantidad de críticas que recibió en los Estados Unidos, fue la publicación de un primer premio en la revista ‘Negocios y sociedades americanas’, allá por 1994, tendría unos 30 años, tuvo el primer puesto del ‘Reto internacional para jóvenes economistas’, y él ni era economista; el artículo que se tituló ‘De cómo el ciudadano y las compañías estadounidenses pueden dejar de pagar impuestos legalmente’, en esa época le bajaron línea desde todos lados.
    El decía en resumen que las administraciones nacionales eran responsables por la economía de los países, y que si administraban mal y si los ciudadanos y compañías tenían pérdidas en sus finanzas, podían hacer responsable al estado y dejar de pagar impuestos como compensación por las pérdidas ocasionadas por esa mala administración, acompañaba una pila de leyes y jurisprudencia.
    Casualmente, y como nunca había ocurrido en la historia de EEUU, a partir de 1996 Donald Trump dejó de pagar impuestos y es el día de hoy que no los paga, sus abogados y contadores dieron justamente las mismas justificaciones que se explicaban en la nota; lo que no es un dato para nada menor.
    En Argentina eso podría ser así pero acá lo que mueve a los poderes del estado es el amiguismo, el apriete y la c*ima, así que vamos lejos aunque nos hayan hecho p*lota el bolsillo.
    Hablando de la idea para la Nación, US$ 7500 millones por mes, a 10 años, eso sería algo así como US$ 900000 millones, Argentina cambiaría de un día para el otro; y si por eso hay que pagar US$ 45750 millones al hombre en 10 años, por mí está perfecto.
    Aunque conociendo a los políticos que ven solo la chiquita, se rasgan las vestiduras mientras cobran sueldos enormes y trabajan solo 7 horas por día y lloran las restantes, no creo que la vean ni pintada y si la ven no la van a entender.
    Mientras tanto todos seguimos c*gando sangre.

  4. El tipo dice la verdad, le escribió a varias autoridades electas de diferentes partidos políticos, además estuvo en la cámara de diputados, la casa de gobierno y en la unidad básica de la avda. Paradelo donde dejó su correo electrónico, pero no le dieron ni bola; mientras tanto nos aumentan los sueldos a cuentagotas mientras en el supermercado ESTA SEMANA aumentaron todo entre un 10 y un 25 por ciento.

  5. Me gustaría preguntarle al Sr. Sofía por qué no se mete en política si quiere llevar a cabo esa clase de ideas, sería la forma de poder llegar a tomar decisiones concretas en beneficio de todos, sin tener que andar despacho por despacho.

    • No es mi vocación.
      Yo cumplo con las leyes y pago mis impuestos, trabajé toda mi vida y hago mi aporte desde el lugar donde estoy.
      Otros optan por la política, y está bien, los hay buenos políticos y los hay malos, los más; la realidad confirma la norma en nuestro país pues desde los tres poderes se parasita a la sociedad argentina sin piedad, sin vergüenza y sin dignidad.
      ¿O acaso Usted piensa que la situación que vivimos hoy es porque una gran conspiración nos acecha desde la oscuridad?.
      Estamos así pues primero nos prometieron “triunfar” y los que triunfaron fueron los políticos, sus familiares, amigos y cómplices; ¿Acaso no vio Usted a empleados públicos convertidos en empresarios, comerciantes y terratenientes de la noche a la mañana?.
      Luego nos dijeron que estaban haciendo “lo que hay que hacer” y a las pocas semanas nos enteramos que lo que estaban haciendo era llenarle los bolsillos a los amigos metiéndonos la mano en los nuestros con impuestos confiscatorios, tarifas desquiciadas y tasas usurarias.
      Y al final nos dijeron que nos iban a “llenar la heladera”, pero no dijeron cuándo, ni quién era el dueño de esa heladera, que naturalmente no es la nuestra porque ya están hablando de aumentos de tarifas del 50% para todos y todas, mientras a otros les condonan deudas.
      ¿Usted piensa que una deuda de u$s 325.000 millones surge del un día para el otro?, claro que no, es la acumulación de decisiones de políticos incompetentes e inútiles que, ignorantes y desinteresados, ocuparon cargos sin estar preparados y pensando egoístamente solo en ellos.
      Vaya y pregunte en qué se gastó ese dinero, y por qué ahora tenemos que pagar $ 20.800.000 millones (billones) todos los argentinos y esa “inversión” que no fue otra cosa que especulación financiera no se ve por ningún lado, ni en salud, ni en educación, ni en calidad de vida, ni en infraestructura.
      Por otra parte, como dije, hoy mis ideas están a la venta así que no tengo necesidad de seguir recorriendo despachos; pierda cuidado que no voy a caer en el suyo.

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