Mientras el norte del país buscaba recuperar la normalidad, se conocieron nueva cifras de infectados, con más de “medio centenar en grave estado”.
Por: Julio Algañaraz
Nueva alarma por la difusión del coronavirus en Italia. Cuando se creía que la epidemia comenzaba lentamente a aflojar, este viernes el gobernador de Lombardía, Attilio Fontana, anunció que “hubo una multitud de internaciones” en las últimas horas. Cincuenta y un personas debieron ser internadas “en grave estado” y 17 de ellas “están en terapia intensiva”.
Los casos se produjeron en la provincia de Lodi, en el sur lombardo, que es el corazón de la epidemia que estalló hace entre el 19 y 20 de este mes. “Como en los hospitales de la zona no hay suficientes camas de terapia intensiva, los pacientes debieron ser trasladados a otros hospitales regionales”, agregó Fontana.
La noticia cayó como una bomba mientras tanto desde el gobierno nacional por los líderes regionales se escucharon llamados a descomprimir “el clima de psicosis que está haciendo más daño que el coronavirus”.
También los medios de comunicación y las organizaciones sociales pidieron de evitar “bombear” un clima de persistente alarma.
Para calmar la ansiedad popular se había decidido que desde este viernes solo a las 18, hora local, (las 14 en la Argentina) se iban a anunciar las novedades estadísticas y las noticias sobre la evolución de la epidemia. La idea era concentrar y coordinar las noticias para evitar la confusión de los distintos entes que lanzan continuamente datos y evaluaciones sobre la situación, en una batalla de protagonismo.
Pero el anuncio dramático del gobernador Attilio Fontana crea nueva confusión porque el anuncio no partió de la Protección Civil, que desde este viernes era la única institución que debía dar a conocer al público las novedades en la lucha contra la epidemia.
Una colaboradora de Fontana resultó hace dos días positiva a la prueba del contagio del virus. El gobernador no tuvo otra ocurrencia que presentarse ante las cámaras de televisión y anunciar que iniciaba un “aislamiento” por una semana. Fontana además se puso al revés un barbijo, lo tuvieron que ayudar y dijo que luciría la mascarilla “en defensa de todos los lombardos”.
Muchos creen que la cercanía de las elecciones regionales han excitado a los políticos complicando una situación ya difícil por la epidemia Hasta el jueves a la anoche se informó que los contagiados eran 650 y que había 17 muertos. Ahora las cifras deberían cambiar después del anuncio del nuevo brote por parte dell gobernador Fontana.
Otra versión que viola la voluntad de coordinar los anuncios a través de la Protección Civil lo dió el gobernador del Véneto, Luca Zaia. Una portavoz dijo que los contagiados en este región vecina a Lombardía habían subido a 133.
Arrestos por violar la cuarentena
Hasta el jueves los contagiados en Lombardía eran 406. En la provincia de Lodi, diez municipios han sido declarados en cuarentena para aislar a 50 mil habitantes. La medida se está cumpliendo y varias personas que intentaron entrar o salir del área han sido arrestadas por fuerzas de la policía y el Ejército, que controlan numerosos puestos de bloqueo.
Mientras tanto prosiguen los esfuerzos por “reabrir Milán”, por parte del alcalde Giuseppe Sala, que ha conseguido ya que la rica metrópoli del norte italiano vuelve a registrar movimientos de personas tras dos días de estar prácticamente vacía.
Sala está reabriendo las salas de espectáculos de cine y teatro. El lunes abrirá sus puertas la legendaria Scala de Milán.
Un empujón en favor de la normalidad será la reapertura de las escuelas, que proyectan varias regiones. En el Véneto se quiere abrir las puertas escolares y universitarias a más tardar a mediados de la semana próxima. Hay sectores que invitan a la prudencia para no convertir la reapertura masiva de las escuelas en un drama de contagios. (Clarín)
