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El coronavirus vuelve a golpear en China y se dispara en Italia

Afirman que China presionó a la OMS para que no activara una alerta internacional por el coronavirus

En el gigante asiático se registraron 573 nuevos casos y en la península los contagios aumentaron el 40% en apenas 24 horas; dramática caída de la polución china

El avance del coronavirus volvió a golpear ayer a China, epicentro del brote, donde el número de contagios por el virus aumentó a 573 nuevos casos, la cifra más alta desde hace una semana, mientras que en Italia la cifra de enfermos trepó el 40% en apenas 24 horas, con más de 500 infectados.

El gigante comunista registró 80.000 casos y 2870 fallecimientos desde enero, cuando el país se paralizó para contener la epidemia. La Comisión Nacional de Sanidad china realizó su balance diario, donde surgieron 573 nuevos casos. Son estimaciones inferiores a los más de 1000 casos diarios registrados en la primera mitad de febrero, pero, a su vez, el número de nuevos enfermos volvió a subir por segundo día consecutivo, ya que el viernes había caído a 327, la cifra más baja en un mes.

Ayer se develaron 35 nuevas muertes frente a las 47 del sábado. La epidemia parece limitada a Hubei, ya que todos los fallecimientos anunciados, excepto uno, se registraron en esa provincia, igual que todos los nuevos casos de contagio, menos tres.

En Italia, en tanto, las autoridades informaron que los casos de contagios treparon el 40% -a 1576 en cuestión de 24 horas-, y otros cinco pacientes murieron, llevando la cifra de decesos a 34 personas. Y en España fue internado el escritor chileno Luis Sepúlveda, también afectado por el virus.

Australia, por su parte, comunicó la primera muerte en su país: la de un expasajero del Diamond Princess, el crucero que se mantuvo en cuarentena en un puerto de Japón. El hombre de 78 años murió en la madrugada del domingo en un hospital de Perth, mientras que su esposa, de 79 años y también contagiada a bordo del barco, permanece hospitalizada. El matrimonio figuraba entre unos 160 australianos evacuados del barco a mediados de febrero.

Corea del Sur, el segundo país más afectado del mundo, anunció ayer 376 nuevos casos, lo que lleva a 3526 contaminaciones y 17 muertos. El país registró el primer caso de recontaminación: una mujer de 73 años que dio positivo por el virus tras haberse curado. En tanto, en Irán surgieron 11 nuevos fallecimientos, lo que lleva a un total de 54, la cifra más importante fuera de China. Se confirmaron 385 nuevos contagios, por lo que el número de infectados en ese país es de 978.

En Europa, Francia, el segundo foco de la epidemia en el continente detrás de Italia con 100 personas contaminadas y dos fallecidos, anuló todas las reuniones públicas de más de 5000 personas en un lugar cerrado. Además, el Louvre, el museo más visitado del mundo, cerró sus puertas ayer por la mañana debido a una reunión de información interna sobre la epidemia.

Baja la contaminación

En este contexto, los satélites de observación de la agencia espacial norteamericana, la NASA, y la Agencia Espacial Europea (ESA) detectaron “disminuciones significativas” en la polución de dióxido de nitrógeno (un gas nocivo emitido por autos, plantas de energía e instalaciones industriales) en China, en parte por la desaceleración económica provocada por la epidemia. La calidad del aire es un problema grave en el gigante asiático, sobre todo en áreas industriales, donde abundan las enfermedades respiratorias.

En China el contagio disminuyó globalmente por la cuarentena que afecta a más de 50 millones de personas. Pero otros países se convirtieron en foco de propagación regional del virus, principalmente Corea del Sur, Italia e Irán.

Estados Unidos anunció el sábado un primer fallecimiento. El presidente estadounidense, Donald Trump, pidió a los medios que no alienten “el pánico”. Además del primer fallecimiento, Estados Unidos confirmó ayer 74 casos.

Por otro lado, el gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, declaró el estado de emergencia después de la primera víctima mortal del coronavirus. Inslee ordenó utilizar “todos los recursos necesarios” para responder a la propagación del virus. Hasta ahora, solo el alcalde de San Francisco había declarado la emergencia. (La Nación)

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