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El plan del Gobierno es enviar al Congreso 9 proyectos de ley antes de que termine marzo

El presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, inaugura en el Congreso de la Nación el 138º Período de Sesiones Ordinarias, en Buenos Aires, Argentina el 1 de Marzo de 2020 - FOTO: COMUNICACIÓN SENADO

Son los de Malvinas, aborto, hidrocarburos, Consejo Económico y Social y el de Seguridad, entre otras iniciativas.

Por: Pablo Ibáñez

Alberto Fernández estiró hasta cerca de las 4 de la madrugada, enfrascado en la redacción de su discurso. Pasada la medianoche, los celulares de algunos funcionarios sonaban con consultas.

El toque final, la última corrección la hizo al despertarse. Por eso ni siquiera los pocos que sabían el menú de temas que mencionaría, tenían el detalle fino.

En Congreso, gobernadores, legisladores, funcionarios y invitados se cruzaban en salones y pasillos. Será el ring político en el que Fernández deberá pulsear. El otro es económico: acreedores.

Así como definió sobre la hora la letra chica de la reforma judicial y los cambios en la AFI, Fernández definirá en las próximas horas la hoja de ruta: el plan es enviar en este mes, al menos nueve proyectos de ley.

“Con tiempo para discutir con todos y buscar acuerdos”, juran en el oficialismo luego de los tropiezos con el quórum la semana pasada con la Ley de Jubilaciones de Privilegio.

El presidente hará consultas con Cristina Kirchner, que preside el Senado, y con Sergio Massa, a cargo de Diputados. El riesgo es que además de los chispazos opositores, se tense el frente del panperonismo.

La legalización del Aborto tendrá una dinámica transversal pero se sumará otro factor: el proyecto oficial podría integrar, además de la legalización, la campaña de educación sexual y el programa de los mil días, de asistencia a embarazadas.

No será el único frente agitado: la reforma Judicial está bajo la lupa y es visto de reojo desde sectores del Frente de Todos (FdT) al igual que los proyectos de Minería e Hidrocarburos. Esas iniciativas están en trámite de redacción definitiva.

Los tres proyectos sobre Malvinas están más avanzados al igual que uno para fortalecer el Consejo Federal de Seguridad que entierra el plan original de Fernández de eliminar el Ministerio para poner la Seguridad en la órbita de un organismo colegiado.

Menos ruido se anticipa con el Consejo Económico Social aunque arrancará con un rechazo: Roberto Lavagna​ le avisó a Fernández que no presidirá esa mesa aunque seguirá colaborando con el gobierno como lo hizo estos meses.

Dos razones: Lavagna dice que se debe fortalecer la centralidad de Martín Guzmán y deja flotar su malestar con Massa por el trato que le da al lavagnismo en Diputados.

La agenda legislativa pondrá al PJ frente a un dilema : administrar las tensiones y diferencias internas sin furia, y alinearse con iniciativas que no son lo esperado.

“El peronismo tiene que cambiar de chip: parece que algunos estaban mejor siendo opositores que gritaban y después le sacaban algo a Macri. Ahora eso no va más”, desliza un dirigente del Frente de Todos.

El domingo, intendentes y sindicalistas movilizaron con discreción a la plaza. En el albertismo dicen que no pidieron que haya movilización exagerada. “A Alberto no le gusta: que vengan los que quieren venir”, dicen en la intimidad presidencial.

En el Congreso, el domingo temprano, hubo juntadas de varios y runrunes sobre faltazos, en particular de tres de los cortesanos. Eduardo Valdés, diputado nacional, se arrimó a Carlos Rosenkrantz y Elena Highton para preguntar el motivo. “Están de viaje”, le dijeron.

En la previa, Ricardo Lorenzetti ​se disculpó: dijo que estaba engripado en Rafaela, su ciudad.

La previa fue en el salón de honor de Diputados. Ahí estuvo Horacio Rodríguez Larreta, siempre escoltado como una sombra por Diego Santilli​.

También el santafesino Omar Perotti -expectante por un anuncio de Fernández que se cumplió: medidas contra la inseguridad en Santa Fe-, el entrerriano Gustavo Bordet, el chubutense Mariano Arcioni y, entre otros, Axel Kicillof que luego, siguió el discurso sentado a la par de Carlos Menem​.

“Protocolo del Senado”, se explicó ante la consulta sobre esa curiosidad: si bien hubo una reconciliación privada entre Cristina Kirchner y el riojano -que consiste en dejar de invocar a los 90 como década maldita- la foto Menem-Kicillof juntos no deja de ser llamativa y hasta pudo leerse como un picardía.

Hubo otras. “¿Cuatro hinchas de San Lorenzo juntos?”, dijo Máximo Kirchner al entrar al despacho de Massa y ver al diputado junto Marcelo Tinelli, Eduardo “Wado” De Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque. Todos festejaron la ironía menos el anfitrión.

Massa es hincha de Tigre pero fue -o íntimamente todavía es- hincha de San Lorenzo. Por eso, Máximo K, fanático de Racing, saludó con ese comentario malicioso. La relación entre ambos es tan fluida que permite esas chicanas futboleras.

Cristina apareció más tarde, en el break entre la apertura de la Asamblea Legislativa y la recepción de Alberto Fernández. En esos minutos, la ex presidenta y la vice del Senado, Claudia Ledesma, estuvieron en el despacho de Massa: mate para todos; mate cocido para Cristina. (Clarín)

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