La decisión del Administrador de Aduanas de Río Gallegos, que OPI informara en exclusiva el día 19 de marzo 2020, sobre la unificación de los Depósitos Fiscales en un solo espacio, trajo como consecuencia un malestar generalizado, tanto en los Despachantes de Aduanas locales, como en los camioneros y ahora en la Cámara Empresaria de Tierra del Fuego, por las enormes demoras que se producen debido a la relentización del trabajo, la concentración de toda la actividad en un solo punto de despacho y por ende la concentración de decenas de camiones a la espera de su turno para verificación. Ésta decisión fue reclamada oportunamente por los despachantes (como informáramos en nuestra nota anterior) ante el Ing. Juan Esteban Mascareña Jefe (Int) Sección Inspección Operativa, Aduana Río Gallegos con base en Ruta 3 S/N de esta capital quien la semana pasada emitió un documento comunicando la decisión.
A raíz de ello y el malestar que se vive en Tierra del Fuego, donde ya no existe más la regularidad del transporte de carga, empresarios y comerciantes han comenzado a presentar sus respectivas quejas ante las asociaciones, federación y Cámaras que los representan, protestando por la forma en que Aduana Río Gallegos, se ha transformado en “una máquina de impedir”, en momentos en que el transporte de insumos, medicamentos y comestibles, debería ser prioridad, en virtud de las amplias restricciones que se han dictado por decreto presidencial.
Quien hizo conocer su enojo por los medios fueguinos fue Darío Loreto, presidente de la Cámara Empresarial Fueguina quien no dudó en catalogar al Administrador de Aduana de Río Gallegos “como una persona que no tiene escrúpulos”, por la decisión de unificar los depósitos fiscales en un solo punto sobre Ruta 3 en el ingreso de la ciudad capital, haciendo que todo el tráfico se agolpe en las calles aledañas, demore mucho más de lo normal en llegar a la isla, generando esperas hasta de 4 días para despachar camiones que contienen mercadería perecedera y sanitaria.
La queja principal es que Aduana Río Gallegos, al unificar los depósitos y sobrecargar el trabajo con esta centralización de actividades, el organismo fiscal “sigue con la misma rutina con verificaciones exhaustivas y demoras injustificadas que no están en relación con las horas de alto riesgo que existe en el país, ni es compatibles con las medidas que se dictan desde las autoridades sanitarias” añadió.
Loreto explicó que cuando se habla del “cierre de fronteras”, es una creación simbólica, ya que ese cierre opera para las personas, el turista, el migrante de un país a otro, pero nada tiene que ver con el transporte de cargas y muchos menos de cargas esenciales como lácteos, frutas, mercadería de góndola y combustibles. En ese marco, indicó que las cargas provenientes de Brasil, por ejemplo, seguirán entrando a TDF normalmente y precisamente ahí el representante de los empresario recordó enfurecido, la actitud displicente desplegada por Aduana de Río Gallegos, que impide el normal desenvolvimiento del transporte desde y hacia Tierra del Fuego.
“Lamentablemente hace 10 días que el Administrador de Aduana de Río Gallegos decisión que de los tres depósitos provistos, se unificara todo en uno solo y se suma que toda la carga procedente de TDF también debe ir a desprecintar a ese lugar”, explicó Loreto y aclaró “Ahora con estas demoras increíbles que estamos teniendo, nuestros choferes que van y vienen llevando cargas, tienen demoras de hasta 4 días en la ruta, más precisamente en Río Gallegos donde han puesto ese cuello de botella con lo cual hacen que los conductores de los camiones pierdan hasta 3 días de estar con sus familias”, señaló.
Finalmente el Presidente de la entidad cargó contra el jefe de la Aduana de la capital santacruceña remarcando “Fue la decisión de una persona que la verdad no tiene escrúpulos y no tengo palabras para definirlo”, dijo Loreto, quien no descartó la radicación de denuncias penales en la justicia Federal, tal como lo están evaluando en TDF, con los abogados de la entidad empresarial. (Agencia OPI Santa Cruz)
Es lógico como si los choferes no tuvieran familias