Por: Rafael Mathus Ruiz
Por el golpe de la pandemia del nuevo coronavirus , el Banco Mundial pronosticó que la economía argentina caerá un 5,2% este año, una de las contracciones más amplias en América latina, que profundizará la recesión que comenzó hace ya dos años con la corrida cambiaria de 2018, y podría convertir a este año en el peor desde 2002.
La fuerte caída del producto bruto interno (PBI) de la Argentina sólo será superada por un puñado de países en la región, entre ellos, Ecuador y México, cuyas economías se contraerán un 6 por ciento, según las estimaciones que dio a conocer el organismo multilateral de crédito, en la antesala de las reuniones de primavera junto al Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Banco Mundial dijo que la crisis provocada por la pandemia demandará “respuestas múltiples en materia de políticas públicas” para apoyar a los más vulnerables, evitar una crisis financiera y proteger los puestos de trabajo. El organismo indicó que, hasta principios de abril, había aportado casi US$100 millones para cuatro países. Uno de ellos es la Argentina, que recibió una asistencia de 35 millones de dólares, y los otros son Ecuador, Paraguay y Haití.
Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial, dijo en una conferencia de prensa virtual transmitida por Facebook que las previsiones habían sido “en un contexto de incertidumbre muy grande” . Rama no respondió ninguna pregunta sobre la Argentina.
“Los gobiernos de América Latina y el Caribe enfrentan el enorme desafío de proteger vidas y al mismo tiempo limitar los impactos económicos”, había indicado Rama en un comunicado difundido antes, junto con la versión en inglés del informe. “Esto requerirá políticas dirigidas y coherentes en una escala raras veces vista anteriormente”, agregó.
El banco prevé que el PBI de la región, sin contar a Venezuela, caerá 4,6 por ciento este año, según el informe. Para el año próximo, se prevé un retorno al crecimiento con una expansión del 2,6 por ciento. Para la Argentina en particular, el informe prevé alzas del PBI de 2,2% el año próximo y 2,3% en 2022. Analistas de bancos de inversión de Wall Street y organismos han indicado que esa recuperación, sin embargo, está atada a la contención efectiva de la pandemia.
El Banco Interamericano de Desarrollo pronosticó en otro informe que, en el escenario más extremo, la economía de la región podía caer un 5,5% este año.
Con todo, los últimos pronósticos elaborados por los técnicos en Washington o por los analistas en Wall Street han sido tejidos bajo un manto de incógnitas respecto de cuál será la magnitud real de la recesión. La crisis actual es inédita en escala, y también en antecedentes: la última vez que una pandemia tuvo un impacto similar al Covid-19 fue hace más de 100 años, con la gripe española de 1918. Economista coinciden en que la caída será igual o peor a la de la Gran Depresión que se inició en 1929.
Para la Argentina y otros países en América latina, la crisis llega en un mal momento: los gobiernos carecen de la caja fiscal necesaria para sostener a las economías. Estados Unidos, por caso, ya implementó un “colchón” equivalente a más del 20% del PBI a través de un paquete de estímulo fiscal y un megaplan de préstamos de la Reserva Federal.
“Muchos países de América Latina y el Caribe se enfrentan a esta crisis con un espacio fiscal acotado. El mayor nivel de informalidad hace que sea más difícil llegar a todos los hogares y proteger todas las fuentes de empleo”, advirtió el organismo.
“Muchos hogares viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos y cuarentenas necesarios para contener la propagación de la epidemia. Muchos también dependen de remesas en rápido descenso. Para ayudar a los más vulnerables a sobrellevar estas dificultades económicas, los actuales programas de protección y asistencia social deben ampliarse rápidamente, así como también su cobertura”, agregó el banco. (La Nación)
