Lo hará el presidente el jueves a las 17 en Olivos, con los gobernadores. En el mercado aparecerá que el recorte será de más del 50%.
Por: Martín Bidegaray
Se termina el suspenso. El presidente Alberto Fernández presentará este jueves a las 17 la oferta de reestructuración de la deuda externa argentina. Flanqueado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunciará la quita que busca el país para poder seguir pagando su deuda. El titular del Poder Ejecutivo también invitó a gobernadores a participar del encuentro en la Quinta de Olivos, con la intención de mostrar que su plan tiene consenso político en el país en medio de la emergencia por el coronavirus.
Argentina registró el miércoles una presentación ante la SEC (el ente regulador bursátil de los Estados Unidos). Allí indicó que puede llegar a emitir US$ 51.652 millones en nuevos bonos. Sin embargo, ese paso es meramente formal, según fuentes oficiales. La quita propuesta por el Gobierno argentino se dará a conocer el jueves. Se estima que será superior al 50%. En el mercado, algunos arriesgan que incluso estará por arriba del 70%.
Fuentes oficiales confirmaron que el Presidente y Guzmán harán la presentación desde la Quinta de Olivos. Fernández escuchó de boca del ministro que el FMI considera conveniente un período de gracia de 5 años. El Gobierno se moverá en esa dirección y apunta a cuatro años en los que no pague ni capital ni intereses.
La oferta contemplaría una quita del 50% sobre el capital adeudado, aunque ayer también circulaba que podía estar por arriba del 60%. Los bonos de la deuda argentina tuvieron una reacción mixta: convivieron subas con bajas, tanto en dólares como en pesos.
El Gobierno todavía no hizo públicas las características de la quita que busca, aunque hay trascendidos. El ministro Guzmán explicó, en varias ocasiones, que era “insostenible” el actual nivel de deuda. Cumplirla, según sus palabras, implicaría una reducción del gasto público, lo que contraería la economía, según sus declaraciones.
En su último diálogo con periodistas, Guzmán aseguró que el FMI había estudiado la deuda argentina. Y que el organismo multilateral entendía que el país debía pasar, al menos, 5 años sin pagar la deuda. Eso le permitiría recomponer sus reservas.
La deuda argentina está cotizando a menos del 25% de su valor nominal. La mayor parte del mercado entiende que una oferta “agresiva” (con amplia quita y sin pagar intereses) podría llevar al país a un nuevo default. El país también trabaja un nuevo acuerdo con el Fondo para devolver los US$ 44.000 millones prestados hasta ahora, que fueron negociados por la administración anterior.
El riesgo país subió 4%, cerrando por arriba de los 4.000 puntos. Este indicador pesará a la hora de valuar la futura oferta del Gobierno. Cuanto más alto sea el riesgo-país, menos atractivo tendrán los inversores de operar en el futuro con deuda argentina.
Los analistas de deuda dicen que el dólar operado a través de bonos, que supera los $ 100, está expresando la desconfianza del mercado a la propuesta del Poder Ejecutivo. Entre los estudios que circulan, algunos suponen una quita del 55% (entre capital e intereses), y otros estiran la pérdida hasta el 70%.
Si el Gobierno ofrece una reducción del 60% en su nueva oferta, los inversores suponen que la pérdida será superior. Es porque creen que el riesgo país podría llegar -en un escenario optimista- a 600 puntos, es decir un 6% adicional. En ese caso, la quita sobre sus carteras sería cercana a los dos tercios.
Casi todos los analistas asumen que el Poder Ejecutivo no pagará ni capital ni intereses hasta 2024. Es el tiempo que la actual administración dice necesitar para “volver a crecer”, reactivar la economía y acumular reservas.
Desde 2024 hacia adelante, se estima que Argentina propondrá el pago de un cupón de alrededor del 1%.
De todas formas, Guzmán puede realizar distintas combinaciones con tiempos de pago y tasas. A los que acepten una quita, se les puede llegar ofrecer cobrar antes, según razonan en el Poder Ejecutivo.
Analistas creen que el escenario de pandemia global ayudará. Los fondos necesitan dinero y quieren deshacerse de bonos “riesgosos” como los emitidos por Argentina, según razonan.
Si esta propuesta no prospera, el Gobierno puede declararse en default o realizar otra propuesta de canje, que mejore algunos términos. (Clarín)
