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Persiste el misterio sobre el estado de salud de Kim Jong-un

Desafiante, Kim llama a reforzar la capacidad militar

Por: Luisa Corradini

Kim Jong-un , el lunático líder de Corea del Norte , estaría en grave estado después de una intervención quirúrgica, según numerosas fuentes. Por el momento, sin embargo, Corea del Sur , que monitorea minuto a minuto -tanto como Estados Unidos- el régimen más cerrado del mundo, se muestra prudente.

“No tenemos nada para confirmar en cuanto a los rumores sobre supuestos problemas de salud de Kim Jong-un mencionados por ciertos medios. Ningún movimiento particular fue señalado en Corea del Norte”, reaccionó ayer Kang Min-seok, vocero de la presidencia surcoreana.

Horas antes, citando una fuente de la administración estadounidense, la cadena CNN aseguraba que Washington “estudia informaciones” según las cuales Kim “podría estar en grave estado tras una intervención quirúrgica”.

El sitio surcoreano Daily NK, especializado en Corea del Norte, sin citar fuentes afirmó a su vez que el dictador, de 36 años, tuvo que ser operado del corazón el 12 de abril debido a “su obesidad, su pronunciado tabaquismo y un exceso de trabajo” en el Centro Médico Hyangsan, un establecimiento que aparentemente solo está destinado a tratar a la familia Kim.

La información fue asimismo confirmada a NK News por una antigua fuente de los servicios de inteligencia de Estados Unidos: Estados Unidos “controla de cerca” la salud de Kim, pero “es necesario ser prudente sobre lo que se dice”, advirtió.

Hasta ahora, los ministerios de Defensa y Unificación surcoreanos siguen negándose a hacer comentarios, mientras los servicios de inteligencia se muestran dubitativos sobre esas informaciones: “No es la primera vez que Kim desaparece y reaparece como si nada”, insisten.

Las especulaciones sobre el estado de salud de Kim comenzaron el 15 de abril, día del 108° aniversario del nacimiento de su abuelo, Kim Il-sung (1912-1994), fundador de la República Popular Democrática de Corea.

Por primera vez desde que asumió el poder, en 2011, el joven dictador estuvo ausente en la tradicional ceremonia que se le rinde en el Palacio del Sol Kumsusan.

“Normalmente es impensable, pues es el acontecimiento político más importante para ese régimen, dinástico y estaliniano”, estima Cheong Seong-chang, investigador del instituto surcoreano Sejong.

Medidas contra el virus

La última aparición pública de Kim se produjo el 11 de abril, cuando presidió una reunión del buró político del oficialista Partido de los Trabajadores para pedir “medidas nacionales estrictas” contra el coronavirus.

El 11 y el 14 de febrero, algunos videos comenzaron a circular por las redes sociales que afirmaban que, víctima de una enfermedad cardíaca, el líder norcoreano había sido operado “sin éxito” en China a comienzos de enero. Debido a esa intervención, decía el informe, Kim no pudo pasar su cumpleaños, el 8 de ese mes, en Wonsan, estación balnearia norcoreana al borde del mar de Japón. Siempre según la misma fuente, dos “cardiólogos mundialmente conocidos” llegaron el 10 de febrero en jet privado a Pyongyang desde Francia.

Esta no es la primera vez que Kim desaparece y tampoco que circulan los peores rumores sobre su salud. En 2014, el líder norcoreano no fue visto en público por 40 días, durante los cuales numerosas fuentes lo dieron en “estado de muerte cerebral”. Al cabo de ese período reapareció apoyándose en un bastón, tras una operación del tobillo.

Ninguna de las informaciones que circulan desde hace días pudo ser confirmada, teniendo en cuenta que se trata del país más cerrado del planeta y del secreto que rodea la vida de sus líderes.

Baño propio

Cuando Kim visitó Singapur para su primer encuentro con el presidente Donald Trump, en junio de 2018, utilizó un baño portátil que los norcoreanos llevaron con ellos para que los servicios secretos occidentales no pudieran obtener ningún dato sobre su salud.

Si Kim estuviera grave, el impacto de su ausencia sería enorme en ese Estado comunista de poco más de 25 millones de habitantes. Corea del Norte no tiene una línea definida de sucesión, un problema agravado por el hecho de que el poder de sus instituciones depende mucho menos de la Constitución del país que de los deseos del clan Kim, en el poder desde 1948.

Choe Ryong-hae, presidente del presidium supremo de la Asamblea Popular, es oficialmente la segunda figura del régimen. Pero su papel -hasta ahora puramente ceremonial- fue seriamente reducido con los cambios realizados el año pasado en la Carta Magna norcoreana.

Hay sin embargo una figura que ascendió recientemente en el régimen: Kim Yo-jong, hermana menor del dictador, recuperó este mes su posición de miembro suplente del politburó del Partido de los Trabajadores.

Según fuentes surcoreanas, la joven habría jugado un importante papel en la construcción de la imagen de su hermano y actuado como su suplente en varias misiones diplomáticas ante Corea del Sur. (La Nación)

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