Como un remedo del Macondo de García Márquez, Las Heras se presenta como una ciudad con múltiples características que le dan particular identidad por los personajes que contiene. Desde el ex intendente Teodoro Camino, denunciado públicamente por corrupción ante los medios, pero nunca ante la justicia, pasando por el particular Juez Eduardo Quelín, tan controvertido como cuestionado en sus aspectos profesionales y personales, hasta llegar al actual intendente José Carambia, un hombre extrovertido, de características poco convincentes a la hora de hablar de su gestión y más aún a la hora de gestionar, con varios lunares en el manejo de fondos públicos, un recordado agradecimiento a Macri de 1 millón 300 mil pesos el diario Clarín o la poca contribución a la cuarentena, cuando decidió seguir adelante junto a su hermano con la primera emisión de la denominada “Fiesta de la Estepa”, un capricho largamente acariciado por Carambia para tener “su fiesta” y no ser menos que El Calafate, Los Antiguos o El Chaltén, pero la cual, por razones obvias, debió postergar.
En ese marco, Carambia (intendente reelecto) tiene ciertos sesgos de autoritarismo expreso y particularmente ha desarrollado el típico sentido de apropiación, tan “normal” entre la clase política nacional, cuando logran revalidar sus pergaminos a través del voto, como si esto los posicionaría por sobre los demás ciudadanos “comunes”, lo que debería generar (en realidad) una muestra mayor de humildad, solidaridad y maduración.
Hace unos días, en medio de un control en el acceso a la localidad de Las Heras, realizado por la policía local, una persona proveniente fue detenida a medianoche en el retén de ingreso y solicitada la documentación correspondiente del vehículo junto a la personal y realizadas las preguntas de rigor, los efectivos corroboraron que la persona había viajado a Caleta Olivia y volvía de esa ciudad, contraviniendo la ley de tránsito en cuarentena.
Por esto, se le labró la infracción y retuvo el vehículo, lo cual generó un gran revuelo en la localidad, debido a la actitud del Intendente Carambia, dado que la persona interceptada por la policía era su amigo y funcionario municipal, quien, según el propio Intendente circulaba con autorización firmada en calidad de jefe comunal. Acto seguido el propio Carambia ordenó a sus funcionarios y colaboradores que impidan la llegada de las viandas al personal policial que cumple funciones en los controles.
No obstante, salió por FM News expresando su malestar por lo ocurrido y cargando contra el Comisario de la Comisaría 2º de Las Heras, a cargo del Comisario Guillermo Enrique Solís a quien el intendente pidió que el jefe de policía lo sacara de allí.
El oficial, entonces, hizo un pormenorizado descargo a través de un comunicado donde en una parte dice “Es aquí, que ante la publicidad de los términos falaces y deliberados, dadas por una actitud claramente infundada del Jefe Comunal, es que no’ puedo sin más guardar silencio, pues hacerlo sin dar explicaciones de los actos de gobiernos que me fueran confiados en cumplimiento de los protocolos establecidos por el Ministerio de Seguridad Nacional y Provincial dictados en el marco del DNU n° 297 y modificatorios y que CARAMBIA cuestiona, implicaría ni más ni menos que afirmar la falsedad de sus expresiones vertidas públicamente y sin reparos, reiterando la negativa de sus alegaciones”.
Tras aclarar “Así me permito decir que los procedimientos policiales se realizan a luz de los principios de legalidad, razonabilidad y proporcionalidad, cumpliendo y haciendo cumplir los protocolos establecidos por el Ministerio de Seguridad de la Nación y de la Provincia… y agrega “En esos procedimientos hasta el momento no se secuestraron vehículos pertenecientes a la flota Municipal, ni mucho menos aplicado multas, por la simple razón de que escapa a la esfera de nuestra función y deberes específicos.
En este orden, los secuestros preventivos de vehículos y actas de imputaciones realizadas fueron comunicados y puestos a disposición del Juez competente, no verificándose ningún conductor que invocara la declaración jurada de excepción para circulación en Emergencia Sanitaria – COVID 19 de acuerdo a normativa vigente”.
Más adelante señala “Desacertado pedido relativo a que me saquen!!! Como si mi carrera policial dependiera del humor o devoción de un jefe comunal , haciendo alarde del uso y abuso de poder, con claras intenciones de intromisión en los manejos de mis destinos y condiciones laborales” y dirigiéndose al Intendente indica “Por favor CARAMBIA, Jefe Comunal, expláyese Usted , el porqué este funcionario Policial con veinte (20) años de ejercicio en el escalafón de seguridad, sin sumarios administrativos y judiciales abiertos, ni antecedentes que me inhabiliten par la función , resulta una vergüenza para Ud.?”.
Y para cerrar el Comisario Solís señala “Si realizar controles preventivos y secuestrar rodados por infracción a las leyes es una vergüenza?. Si, lo soy. Si hacer caso omiso a los llamados telefónicos que pretenden que haga una omisión de mis funciones en un procedimiento policial, es una vergüenza?., Si, lo Soy. O si cumplir con lo estatuto por las instituciones del medio en marco de la difícil crisis global, que azota al mundo entero, al país, a la provincia y Las Heras frente a una pandemia sin precedentes: también es una vergüenza?. Permítame decirle CARAMBIA: que seguiré siendo una vergüenza, en pos de mi juramento honorifico, del cumplir y hacer cumplir la ley, y si así no lo hiciere que Dios y la Patria me lo demanden”, pidiendo en el párrafo final que se retracte el intendente de las palabras injuriosas que tuvo con él y pida disculpas.
Así como se presenta ésta situación, una anécdota más de la característica ciudad de Las Heras, desnuda cómo el poder se ejerce de parte de intendentes (Carambia no es el único ni el fenómeno es de ahora) que se entronizan como jefes en los pueblos, donde arman sus pequeños feudos y no reconocen ni respetan ninguna autoridad por sobre ellos o al menos, independientes de sus decisiones. (Agencia OPI Santa Cruz)
Intendente Carambia o cómo lo llamaríamos en la ciudad ” el Payaso Adoquín” adoptado su nombre por sus “obras”, así como es una porquería de persona con el personal policial lo es con sus trabajadores municipales que no les da ni una protección ante esta pandemia que está afectando, amenazando a los pobres chicos que si hacen un reclamo más lo echa, sabiendo que la situación está difícil.
Asimismo si no sos de su bandera política de el y demás personajes que manejan hospitales, Centros de Salud y demás, si no estás de su lado por más profesional que seas, no te dan trabajo si no le sobas la espaldita, asco me dan! Es una lastima esta ciudad lleno de Gente de Cuarta que lo único que quieren es que seas su Alfombra Humana!
MUY BUEN DESCARGO POR PARTE DEL COMISARIO, Y ES VERDAD CARAMBIA SE CREE EL DUEÑO DEL PUEBLO