En Ushuaia a un hombre le usurparon la vivienda y las autoridades lo metieron preso por violar la cuarentena, mientras los usurpadores viven tranquilos

Es el mundo del revés. Sucede en Ushuaia donde Federico Ramírez Mejía dedicado a la construcción se ausentó 48 horas, con la autorización mediante, a visitar a su hija de 7 años de quien era su cumpleaños. Cuando regresó a su domicilio, en la casa 14 del barrio Almafuerte de Ushuaia, se encontró con la propiedad usurpada por desconocidos que además los amenazaron de “rajarlo a tiros si no se iba de ahí”. Es decir, de su propia casa.

Ramírez Mejía se quedó en situación de calle, durmiendo en su auto y fue en esas circunstancias en las cuales la policía lo detuvo, esposado y le inició un procedimiento por violar el DNU presidencial, a pesar de haberle explicado a los efectivos, que dormía en el auto porque le habían usurpado su casa. Mientras él era sancionado, los delincuentes que le usurparon la propiedad, nunca fueron molestados por la justicia ni la policía.

Finalmente, un amigo le dio alojamiento provisorio, donde permanece aún. En tanto, el hombre quien realizó las denuncias correspondientes, por haber sufrido el delito de usurpación donde le retuvieron su ropa, sus muebles y hasta las herramientas de trabajo y tras haber presentado la documentación que poseía como boletas de servicios, un certificado de residencia del RNP, testimonios de vecinos y pruebas fehacientes de que allí vive, no obtuvo aún la orden de un juez para que los usurpadores le entreguen su casa.

La Dra Solange Verón que representa a Mejía hizo una presentación ante la fiscalía pidiendo la “exclusión” de los usurpadores y había advertido de la incongruencia de la justicia que no actúa sobre el delito de usurpación y procesan a su cliente por haber violado la cuarentena.

“El juez de instrucción Nº1 de Ushuaia, Javier De Gamas Soler, aceptó después al hombre como parte querellante (representado por Verón) aunque no hizo lugar al pedido de restitución provisoria de la casa a su propietario, con el argumento de que para ello todavía hacía falta escuchar la versión de quienes se encontraban actualmente dentro de la vivienda”, señala hoy el sitio Crónicas Fueguinas.

Franco Emanuel Gudiño y Gisela Analía Gallo, los usurpadores fueron citados por el juez el próximo 4 de junio a las 10 y 10.30 respectivamente. Es decir el juez en vez de actuar rápidamente ante el delito cometido, les da a los usurpadores casi 20 días más, para recién comparecer ante su juzgado. Y eso no es todo, al dueño de la casa, el señor Mejía, el mismo juez le impuso una prohibición de acercamiento a 100 metros de su casa.

La indignación de los vecinos y de la gente que se entera de esta injusticia abre un nuevo interrogante sobre el accionar de los jueces y de cómo son las prioridades para “hacer justicia”. Asimismo advierten que estas injusticias, fundadas en cuestiones de derecho que expresan los jueces, atentan contra la paz social, por cuanto un desborde de la víctima podría terminar en un desastre de proporciones difícil de mensurar y que no es considerado por el Juez que permite que esta situación se prolongue en el tiempo. (Agencia TDF)