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El gobierno abre la frontera para traer gente de Chile a quienes los dejará libres en Río Gallegos y la provincia

Paso integración Austral – Foto: OPI Santa Cruz

(Por: Rubén Lasagno) – Hay que decirlo sin eufemismo: el gobierno ha decidido “repatriar” a connacionales desde Chile (vía Punta Arenas), lugar que estadísticamente muestra la región de mayor contagio de CONVID 19 en el vecino país. Por lo tanto, es altamente probable que muchos de los que empezaron a llegar puedan ser portadores sanos del virus y aquí viene el gran problema por el cual se cuestiona este mecanismo: el gobierno no les exigirá la cuarentena obligatoria de 14 días al momento de cruzar la frontera, sino que simplemente les pedirá una declaración jurada, donde cada uno dirá lo que crea necesario decir y una vez llegado a su destino, deberá “hacer la cuarentena obligatoria en su domicilio”, algo tan difícil de comprobar y controlar que no resiste el mínimo análisis.

La única medida posible para asegurar de alguna manera que esa gente no dispare el virus en esta capital o en la provincia, es que ni bien pasen la frontera, sean obligados a permanecer en hoteles por 14 días para controlar si han desarrollado la enfermedad. Esto, el gobierno, no lo tiene previsto. Es decir, la gobernadora que tanto promueve el cuidado social, va a exponer a todos los ciudadanos a encontrarnos con gente que puede venir con el virus en latencia y podemos cruzarlos en un supermercado o en lugares de concentración humana.

Con este accionar se rompe la lógica del protocolo del distanciamiento y el tránsito de gente proveniente de lugares que (como Punta Arenas) son de alto nivel de contagio. Al no haber un aislamiento obligatorio, todo aquel que ingrese por la frontera, va a dispersarse en la ciudad y la provincia, sin el menor control

Recordemos que esto mismo viene sucediendo con los trabajadores de las mineras y las represas. Con el agravante que con Minera Santa Cruz, tal como lo reveló un informe de OPI, una médica les firmaba un certificado en blanco de revisación y pruebas del COVID 19, a los fines de que cuando ingresaban en las localidades (especialmente Perito Moreno) no fueran rechazados por la autoridad de control.

La epidemióloga  Ana Cabrera dijo ayer “Se están organizando los dispositivos para el arribo y traslado a sus localidades. El Ministerio de Salud recomienda que se alojen en su hogar con las recomendaciones para una cuarentena estricta

La funcionaria da por sentado que ni bien baje la gente de sus vehículos les permitirán ir a sus lugares de origeny por ende deberán cumplir la cuarentena en sus hogares, a la que la califica de “estricta” (¿?). Estricta sería si una vez arribado, fueran alojados en un hotel para su control. El gobierno no quiere asumir los costos ni la logística que ello implica y entonces, toma el atajo más cómodo: hacernos creer que la gente mediante un papel y en sus domicilios cumplirá el aislamiento. 

Lo que no dice la funcionaria es cómo puede determinar que los viajeros son sean portadores sanos. Por lo tanto, al llegar a sus hogares, podrían contaminar a toda su familia y éstos llevar el virus afuera de sus casas, ya que previamente no se  aisló debidamente la persona procedente de Chile, que en este caso sería “el paciente cero”.

Pero más grave aún es lo que dijo cuando refiriéndose a los viajeros, manifestó  “Si vinieron en un vehículo y no tuvieron contacto con estas regiones no deben hacer cuarentena y eso lo evalúa el sistema de salud. Lo mismo ocurre con quienes se trasladan entre localidades dentro de la provincia”.

Lamentablemente la señora Cabrera no explica cómo puede determinar si los ingresantes vienen o no de regiones afectadas, cuando sabemos que la región Magallánica es la que concentra mayor tasa de contagios. Al no poder establecerlo fehacientemente, se supone que las autoridades solo se basarán en las declaraciones del viajero, lo cual es muy poco si se habla de “rigurosidad en el control” y si en realidad lo que se trata de hacer es un trabajo serio para evitar el contagio.

Y precisamente, encadenado con la premisa anterior, la epidemióloga dijo que si no provienen de esas regiones (hecho que la autoridad de salud nunca podrá corroborar en la práctica), directamente lo exime de la cuarentena.

Por donde se lo mire, este “plan” de “repatriación” es una medida absolutamente inconducente, desde lo sanitario de cumplimiento imposible y solo expone aún más a la sociedad que diariamente toma los recaudos necesarios, cumplimentando el DNU presidencial de vivir encerrados desde hace 65 días. Solo logra y expone a todos a encontrar el contagio en la calle por una decisión política de un gobierno provincial de dudosa credibilidad al momento de informar diariamente sobre la cantidad de casos de infectados existentes en la provincia. 

La reciente anécdota de los gitanos y gente del poder K mezcladas en una fiesta en plena cuarentena, rompiendo el aislamiento social ordenado, marca de cuerpo entero la falta de control real de las autoridades y la contraposición de los hechos con los discursos oficiales. La forma inocua con la que el gobierno provincial y el intendente Grasso salieron a despegarse de este hecho vergonzante, donde sus propios amigos estaban rompiendo la cuarentena y burlándose de ellos como autoridad y de la sociedad en general, es la muestra más clara de charlatanería política existente al respecto y de la impunidad que coexiste entre los que administran y sus amigos de dudosos antecedentes participantes de la fiesta. (Agencia OPI Santa Cruz)

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3 COMENTARIOS

  1. Esta medida del gobierno va en contra de todo lo que se está haciendo para no llegar a contraer COVID-19. Es una total irresponsabilidad!

    • si son personas que por algun motivo quedaron del otro lado tienen derecho de volver a ver a su familia.esta lleno de boludos que hacen fiestas se cagan de risa de todo el mundo y nadie dice nada

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