Por: Gustavo Ybarra
Molesta por el golpe que le propinó la oposición la semana pasada, al negarle los dos tercios para debatir un proyecto sobre tablas, la vicepresidenta Cristina Kirchner ordenó a su bloque avanzar en el Senado con el tratamiento de los proyectos que sean de interés del oficialismo, sin importar si tratan sobre la crisis por el coronavirus.
Así lo dejó en claro ayer el jefe de la bancada del Frente de Todos, José Mayans (Formosa), durante un plenario de comisiones que terminó de manera escandalosa, con parte de la oposición abandonando el encuentro y senadores lanzándose acusaciones cruzadas.
“Ya que algunos decidieron que no van a dar los dos tercios, nosotros tenemos que trabajar con la herramienta que tenemos, que es la mayoría. A partir de acá, una vez que haya quórum, el cuerpo puede tratar los temas que se consideren convenientes, sin limitaciones”, advirtió Mayans.
El protocolo de sesiones virtuales adoptado por el Senado hace poco más de un mes establece que solo se podrán tratar temas relacionados con la pandemia de coronavirus. El acuerdo político tiene una vigencia de 60 días.
La intervención del jefe de la bancada oficialista no hizo más que poner al descubierto el enojo de Cristina Kirchner tras la sesión del jueves pasado, cuando en rechazo a la pretensión del oficialismo de tratar decretos de necesidad y urgencia del gobierno de Macri la oposición bloqueó el debate de los proyectos de ley de alquileres y de educación a distancia.
Según confiaron voceros legislativos, el bloqueo de la oposición provocó la ira de la vicepresidenta, quien le habría recriminado en muy malos modos al jefe de bancada del Frente de Todos no haber previsto la reacción de los senadores de Juntos por el Cambio y del interbloque Federal.
Al no tener los siete días que establece el reglamento del Senado, los dictámenes de ambas iniciativas necesitaban del voto de los dos tercios de los presentes para habilitar su tratamiento sobre tablas. En rechazo a la decisión del oficialismo de tratar dos DNU que no tenían relación con la emergencia sanitaria, 29 senadores votaron en contra y, acto seguido, se desconectaron de la videoconferencia.
En represalia por la actitud opositora, Mayans planteó cuáles serán, a criterio del oficialismo, las nuevas reglas de juego en el Sanado a partir de ahora. “Una vez que tengamos los despachos vamos aponer a consideración del cuerpo el tratamiento. Lo vamos a tratar ni bien tenga la antigüedad correspondiente”, anticipó.
En ese sentido, el líder de la bancada opositora advirtió que la conducta de su bloque “va a tener plena vigencia” porque “tenemos la decisión de hacerlo, porque vamos a cumplir con la ley, la Constitución y la reglamentación correspondiente”, explicó. Nada dijo sobre el protocolo, establecido en un decreto que lleva la firma de Cristina Kirchner.
Protestas
Las palabras de Mayans provocaron la reacción de Martín Lousteau (Juntos por el Cambio-Capital), quien pidió la palabra para establecer la postura de su bancada.
Sin embargo, Jorge Taiana (Frente de Todos-Buenos Aires), presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, que era cabecera del plenario, le negó la palabra, argumentando que había declinado hacerlo cuando tuvo la oportunidad.
“Quiero hablar porque el senador está hablando de algo que firmamos y acordamos todos”, protestó Lousteau, en alusión al protocolo. También se quejaron sus compañeros de bancada Esteban Bullrich y Gladys González, y senadores de otros bloques, como Lucila Crexell (Neuquén) y Juan Carlos Romero (Salta). (La Nación)
El senado es mío dice cristina y hace lo que quiere con él. Bruja horrenda.