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El crédito entre el Banco Nación y Vicentin nunca superó el 7 por ciento de la facturación de la empresa

Vicentin: de la cuarta exportadora más grande al default y la intervención

Por: Diego Cabot

No hay bares ni cafés abiertos, al menos en el área metropolitana. Pero si los hubiese, la línea de crédito que el Banco Nación tiene, o tuvo, con la cerealera Vicentin se habría convertido en comidilla de comensales.

Desde la retórica de barricada hasta los argumentos presidenciales a la hora de justificar la expropiación la deuda con la banca pública se convirtió en tema central. Ahora bien, si se miran los números de la compañía surge que el famoso crédito aumentó al ritmo que la empresa crecía. No hubo, al menos desde los asientos contables, un apalancamiento desmesurado en el Banco Nación. Más bien, se mantuvo relativamente estable mientras la relación de negocios entre Vicentin y la entidad bancaria florecía de la mano de los dólares de la exportación.

La Argentina de la mirada bifurcada y antagónica sobre los mismos hechos bien podría aplicarse a este polémico caso. Total, si hasta los números, las sumas y las restas parecen no tener el mismo resultado en la Argentina de la grieta.

Bien podría decirse en 2002 Vicentin tenía un crédito con el Banco Nación de US$30 millones y cuando Mauricio Macri dejó la presidencia esa línea de crédito era de 300 millones. No le faltará razón a quien diga que se multiplicó por 10. No debería haber discusiones al plantear que 30 multiplicado por 10 da 300. Pero del otro lado podrían contestarte que entonces la compañía con sede en Avellaneda facturaba US$567 millones y que el año pasado las ventas totales de la cerealera llegaron a US$4225 millones.

Una forma de entender estos números y de encontrar puntos medios sea mencionar que en 2002 el famoso crédito representaba el 5% de las ventas y que en diciembre pasado ese porcentaje llegaba a 7%.

Otro indicador es el porcentaje del crédito del Banco Nación en el total de la deuda de Vicentin. En 2002 13 de cada 100 dólares que debía la cerealera era con el principal banco público argentino; en 2019, ese porcentaje es de 20,69%.

Pero claro, alguien podrá decir que la comparación está hecha con un país muy distinto y que fue la administración de Macri la que le entregó beneficios desmesurados a la empresa santafesina. Pues si se trae el mojón a 2015, último año de presidencia de Cristina Kirchner, el crédito que ahora es de US$300 millones era de 150 millones y representaba el 5% de la facturación, 2% menos que al finalizar el gobierno de Macri. Otro punto a comparar, cuando la ahora vicepresidenta se fue de Balcarce 50, por cada 100 dólares que debía la empresa, 16,52 se los debía pagar al Banco Central; en diciembre pasado, ese monto, como se dijo, era de 20,69. El resto era con bancos internacionales, entre ellos el Banco Mundial ( a traves de la Confederación Financiera Internacional) y el FMO, una entidad en la que el estado holandés tiene el 51% de las acciones, en consorcio con otros bancos de ese país y de Francia.

De acuerdo al decreto mediante el que se dispuso la intervención y posterior expropiación de la compañía, la deuda financiera asciende a $63.961 millones. De ese monto, algo más de $18.000 corresponden a la línea de crédito que, además tiene una particularidad. A diferencia de todos los bancos internacionales, el Nación tiene privilegios en el concurso. El motivo es simple: tiene una garantía prendaria que lo pone primero en la lista a la hora de cobrar. “Se ha iniciado un sumario administrativo con el fin de investigar si las autoridades del Banco Nación actuaron en infracción a la normativa vigente cuando le permitieron a la empresa Vicentin asumir una deuda millonaria con esa entidad bancaria”, dice el decreto de expropiación.

Pero hay algo más que da cuenta de la relación cercada y conveniente de ambas compañías con un negocio que comparten. En 2013, la cerealera liquidó 280 millones de dólares proveniente de las exportaciones en las ventanillas de la entidad. Entonces, representaba el 18% del total de divisas que generaban las ventas al exterior.

Con el tiempo, esa cuenta creció a favor del Banco. En 2015, con Cristina Kirchner el poder, Vicentin arrimó a esa tesorería US$1610 millones (64% del total). Con Macri llegaron los mejores momentos de la relación. El grupo santafesino liquidó en la entidad el 70% del total producido en 2018 y el 68% en 2019, con US$1818 millones. Aquellos dólares prestados rotaban varias veces por año. Pero en las comidillas de café poco importa; cada cual tomará el número que le sirva para confirmar su sesgo. (La Nación)

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