Por: Hernán Cappiello
El juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena allanó hoy la casa de Dario Nieto, un secretario de Mauricio Macri que estuvo junto a él durante toda su presidencia, en la causa en que investiga una presunta red de espionaje ilegal durante el macrismo.
La información fue confirmada a LA NACION por fuentes judiciales. En un primer momento, allegados al expresidente dijeron que durante el allanamiento Nieto había sido detenido -y así lo informó LA NACION-, pero desde los tribunales aseguraron que no se lo privó de la libertad.
El juez lo había previsto como una posibilidad. La orden que recibió la Policía Federal señalaba que se debía proceder a la detención de cualquier persona que interfiriera con el objetivo allanamiento y mencionaba que las autoridades debían secuestrar el celular y enviarlo a la Gendarmería. Si estaba bloqueado podían usar “la fuerza mínima necesaria” para trasladar a Nieto a la sede de Gendarmeria para que “desbloqueara mediante su huella dactilar, lectores de retina o mediante reconocimiento facial” su celular.
Villena ordenó el allanamiento siguiendo una línea de investigación que tiene como hipótesis que agentes que se dedicaban a hacer inteligencia ilegal se reunían en la Casa Rosada con Susana Martinengo, exdirectora de Documentación. Nieto tenía oficinas en la Casa Rosada al igual que Martinengo y la sospecha es que era el nexo entre esa información que recibía la funcionaria y el ex presidente Mauricio Macri, dijeron fuentes judiciales.
El episodio se tornó confuso porque al mediodía, un grupo de policías que estaban siguiendo a Nieto lo abordaron cuando había caminado unas pocas cuadras luego de salir del estudio de un abogado. Nieto, asustado, se encerró en su auto y empezó a mandar mensajes desde su teléfono celular, diciendo que la policía lo estaba queriendo detener. Mientras tanto, la casa de Nieto en Palermo, donde estaba su mujer con su hijo pequeño, de pocos meses, era rodeada por la policía con una orden de allanamiento.
Mientras tanto, Nieto chateaba desde su auto, hasta que finalmente accedió a entregar los dispositivos electrónicos que estaban en su poder.
La pista de una escucha
La policía venía siguiendo a Nieto a partir de una escucha que obra en la causa. Allí uno de los acusados, el exespía Jorge Horacio “Turco” Sáez, habla con Martinengo y le dice si “el uno” estaba al tanto de los resultados de sus tareas de espionaje. Ella le habría mencionado en ese diálogo que se los había informado a Nieto.
Convencido de que su cliente estaba preso, el abogado de Nieto, Gervasio Caviglione Fraga, se presentó hoy en el juzgado de Villena para averiguar los motivos. Le dijeron que no era así, pero el abogado les manifestó a los funcionarios judiciales que Nieto le dijo que lo habían detenido. La explicación que le dieron en el juzgado es que pudieron haberlo retenido para que que entregara su celular. Pero le aseguraron que Nieto no estaba preso ni lo habían siquiera llamado a prestar declaración indagatoria.
En esta causa, el juez Villena venía investigando una red de narcotráfico cuando uno de los sospechosos confesó que, en complicidad con un abogado agente de la AFI, habían colocado una bomba para intimidar a Juan José Vila, un exfuncionario de la SIDE. Villena detuvo a Facundo Melo, el supuesto espía cómplice del narco, y, según los investigadores, descubrió que Melo produjo actividad de inteligencia sobre periodísticas y políticos kirchneristas y de Cambiemos, a quienes siguió junto con otros dos colegas. Por actividades de espionaje como esta, está preso Alan Ruiz, el jefe de Melo, que supuestamente le ordenó hacer estas tareas de inteligencia. (La Nación)