En una nueva fase de su confrontación con China , el gobierno del presidente Donald Trump está considerando prohibir los viajes a Estados Unidos a todos los miembros del Partido Comunista chino y sus familias , dijo hoy una persona familiarizada con el asunto, una medida que podría empeorar las relaciones ya tensas entre Pekín y Washington.
Funcionarios de alto rango que discuten el asunto comenzaron a distribuir un borrador de un posible decreto presidencial, pero las deliberaciones están en una etapa temprana y el tema aún no llegó a Trump, dijo la fuente, que habló bajo condición de anonimato.
Las discusiones se centran en negar visas a decenas de millones de chinos, en lo que sería una de las acciones más duras de Washington en medio de una creciente disputa con Pekín que algunos comparan con una nueva Guerra Fría.
Tal prohibición, si se implementa, podría golpear al gobernante Partido Comunista desde los niveles más altos hasta su base y seguramente generaría represalias contra los norteamericanos que viajan a China, no solamente diplomáticos sino también ejecutivos de negocios.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, dijo que una medida de este tenor por parte de Washington sería “patética”.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, no confirmó que esa medida en particular esté siendo considerada, pero dijo: “Estamos trabajando, bajo la guía del presidente, sobre cómo pensar en rechazar al Partido Comunista Chino”.
En tanto, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, sostuvo: “Mantenemos todas las opciones sobre la mesa con respecto a China”.
En los últimos meses, los lazos entre Washington y Pekín cayeron a su punto más bajo en décadas por cuestiones que van desde la pandemia de coronavirus y los excedentes comerciales de China hasta la represión de las protestas prodemocráticas en Hong Kong o su presencia militar en el Mar del sur de China.
Funcionarios de varias agencias norteamericanos están involucrados en el proceso, que incluye la consideración de si se debe impedir que los hijos de los miembros del Partido Comunista asistan a universidades locales, dijo la fuente.
El hecho de que se esté discutiendo una prohibición tan amplia muestra hasta qué punto los cercanos a Trump pueden estar preparados para hacer que el tema de China se convierta en el eje de su campaña para la reelección en noviembre. (La Nación)