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Tras el canje, las provincias petroleras se preparan para reestructurar sus deudas

Producción de Hidrocarburos en Santa Cruz en el mes de septiembre/2018 – Foto:

Chubut busca renegociar bonos por 700 millones de dólares y Neuquén, por 900 millones. Tierra del Fuego ya comenzó su proceso por 200 millones.

Por: María Iglesia

La intención del Gobierno a nivel nacional era cerrar un acuerdo de deuda con los acreedores tras el cual las provincias pudieran comenzar sus propios procesos de reestructuración. Si bien algunas ya empezaron sus intercambios con los bonistas, otras, como el caso de Chubut y Neuquén, inician sus primeros pasos en pos de renegociar títulos por US$ 1.600 millones entre ambas: US$ 700 millones en la primera y US$ 900 millones en la segunda.

A diferencia de Nación y de otras provincias, una característica en común que tienen Neuquén, Chubut y también Tierra del Fuego es que sus bonos tienen como garantía las regalías petroleras y, por lo tanto, los pagos se hacen de forma automática.

“Nosotros tenemos un vehículo que es diferente; las regalías que ingresan van a un fideicomiso y se repaga a los acreedores de manera automática”, explicó el ministro de Economía de Chubut, Oscar Antonena, a Clarín. “El default para nosotros no existe”, diferenció.

Describió que lo que buscan reestructurar en Chubut son dos títulos, uno por US$ 650 millones (el Bocade, Bono de Cancelación de Deudas) y el otro por US$ 50 millones (el Bopro, Bono Programa de Obra Pública). Por esta razón, presentaron en la legislatura provincial un proyecto de ley para renegociar esta deuda externa, que el viernes pasado fue aprobado por 25 votos a favor y solo uno en contra.

El gobernador del Chubut, Mariano Arcioni, advirtió en diálogo con la prensa local que la renegociación de la deuda llevará un proceso de entre 60 y 90 días con los acreedores, es decir, para octubre o noviembre estima que podría estar cerrado. “El contexto nacional de acuerdo nos ayuda mucho”, reconoció Arcioni.

En el caso de Neuquén, que busca reestructurar unos US$ 900 millones, esperan que algunas otras provincias cierren sus canjes, como en el caso de la provincia de Buenos Aires (que extendió su período de negociación hasta el próximo 14 de agosto) para avanzar con el propio, según explicitaron fuentes que están al tanto de la negociación.

Es que existe un esquema que está siendo orquestado desde el Ministerio de Economía de Nación a través de la Unidad de Apoyo de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Provincial, a cargo de Rafael Brigo.

El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, dijo días atrás que por ahora no se había trabajado en el plan de reestructuración a nivel provincial hasta que no estuviera cerrado o avanzado el acuerdo con los bonistas a nivel nacional.

Tras el acuerdo que Martín Guzmán selló con los principales fondos de inversión el lunes pasado, se descuenta que hay el respaldo necesario desde los bonistas para alcanzar un “deal” exitoso a nivel nacional.

Si bien desde el Gobierno prefieren por ahora no dar números de cuál podría ser el porcentaje de aceptación, entre los bonistas hacen las cuentas y creen que un piso de 80% es alcanzable.

Gutiérrez sostuvo que “una vez concluida esta negociación, las provincias empiezan a trabajar su plan de reestructuración”, de acuerdo a declaraciones en una conferencia de prensa el jueves pasado, reflejada por la prensa neuquina.

“No lo hicimos antes porque era un paso indispensable fortalecer al gobierno nacional en su negociación para poder avanzar nosotros”, agregó el gobernador de Neuquén.

Por su parte, Tierra del Fuego, la otra provincia que tiene “atados” sus pagos a las regalías petroleras, comenzó semanas atrás un las negociaciones para reperfilar su deuda por unos US$ 200 millones. Avanza con la intención de conseguir mejores condiciones para sus títulos. El gobernador Gustavo Melella mencionó que la tasa que se paga, de 9% anual, era muy elevada.

En medio de la pandemia, la caída del precio internacional del petróleo y la cuarentena implicaron para estas provincias una reducción en sus ingresos fiscales. El regreso del “barril criollo”, que pone un precio mínimo de 45 dólares, ayudó en parte a paliar los efectos negativos en sus cuentas, pero no es suficiente, alegan desde estos distritos. (Clarín)

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