Se derrumban los papeles de los bancos y los bonos bajan en torno al 1%.
Con el mercado local cerrado por el feriado nacional, las acciones y los bonos argentinos arrancaron la semana golpeados por el clima de incertidumbre que rodea a la economía pese al acuerdo por la deuda.
En el mismo día en que el ministro Martín Guzmán oficializó ante la Comisión de Valores de Estados Unidos la nueva oferta ya consensuada con los principales grupos de acreedores, los papeles argentinos que cotizan en Wall Street se derrumban en torno al 5%.
Los bonos tampoco tienen una buena jornada, con bajas cercanas al 1%, lo que empuja al riesgo país -el indicador que mide la sobre tasa que paga Argentina por endeudarse con relación al rendimiento de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos- que trepa 0,5% y se ubica en 2130 puntos básicos. Así vuelve al nivel que tenía el 3 de agosto, en la previa del anuncio del acuerdo por el canje de deuda.
En Nueva York dentro del panel argentino los papeles con mayores caídas son los de los bancos. El BBVA pierde 4,5%, mientras que el Galicia cede 3% y el Supervielle baja 1,8%.
El mal clima golpea también a otros papeles como las acciones de YPF que caen más del 2% al igual que las de Pampa Energía.
En el vendaval se salva Mercado Libre que sube 2%, seguido por Globant con 1,5%.
Este lunes el Gobierno oficializó ante la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) la nueva oferta de canje. Es la quinta propuesta, y la definitiva, ya que Guzmán ya logró el aval de los acreedores.
Con la presentación se confirmó que se extiende la fecha de cierre de la negociación: mientras que hasta ahora se terminaba el canje el 24 de agosto, ahora seguirá cuatro días más, hasta el 28.
Pese a esta buena noticia, el mercado sigue atravesado por la incertidumbre con relación a la economía argentina. La negociación pendiente con el Fondo Monetario, la caida de las reservas y la falta de definiciones de parte del Gobierno acerca de cuál será el plan económico post pandemia y cómo planea reducir el déficit público que ya coquetea con el 10% del PBI, reavivan la desconfianza de los inversores. (Clarín)
