Transformada en “Casa Tóxica”, la propiedad donde fue asesinado Fabián Gutiérrez, podría no ser vendida ni alquilada nunca más

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(Por Rubén Lasagno) – Para mi era impensado hacer esta nota, hasta que a mediado de la semana pasada un llamado telefónico con característica de la provincia de Córdoba hizo que atendiera pensando que se trataba de alguna radio o diario de donde llamaban para averiguar algún dato sobre alguna noticia de Santa Cruz, cuando del otro lado de la línea una mujer que se identificó como Alejandra U (excluyo su apellido porque no le pedí autorización para contar la anécdota), psicóloga y especializada en “Posesiones paranormales”, me preguntó si le podía pasar un contacto telefónico con la familia de Fabián Gutiérrez, cruelmente asesinado en El Calafate los primeros días de julio de este año.

En este punto de la presentación de mi interlocutora, mi sorpresa era tan grande que indudablemente ella lo notó del otro lado y reafirmó su intención de tomar contacto con la familia Gutiérrez, para lo cual me hizo algunos planteos bastantes coherentes sobre lo que pretendía, pero suficientemente increíbles para mi acotada comprensión de todo aquello cuyo manejo ni conocimiento, tengo. De igual manera, cabe acotar, que si hubiera tenido datos de contactos, jamás los hubiera cedido a un desconocido, como no le doy datos míos o de cualquier tema sobre el que trabajo, a personas que desconozco.

En resumen, la mujer de hablar pausado, ante mi incredulidad, insistió que no se trataba de ninguna cargada ni llamado anónimo con fines de fraude y para tal fin me dejó, además de su celular, un teléfono fijo de una asociación que integra y sus datos personales, los cuales, también por las mismas razones que las anteriores, no doy ni publico.

Con mucho respeto y tranquilidad, luego de escuchar la convicción con que me lo decía, ilustrándome con su “ciencia”, le dije amablemente que no tenía ningún tipo de contacto con la familia Gutiérrez y que desconocía cómo acceder a ellos. Por lo tanto, le pedí a que se comunicara con personas, instituciones y/o medios de El Calafate, para recabar dicha información, de la cual yo carezco.

La mujer que dijo llamarse Alejandra U, me hizo una breve descripción de la finalidad que tenía su llamado “Nosotros somos un grupo de 4 profesionales dedicados a limpiar cargas energéticas negativas en propiedades donde se han cometido asesinatos horrendos y nuestra actividad tiene mayor efecto si se trabaja antes de 8 o 10 meses de ocurrido, sobre las energías que se retroalimentan con el tiempo y luego es muy difícil erradicarlas de una propiedad”, dijo ante mi silencio evidente, que la invitó a continuar ilustrándome “esto que puede parecerle raro o increíble – dijo –  no lo esSin duda casas como esas, donde se cometió un crimen horrendo, con el tiempo son muy difíciles de alquilar o vender y finalmente, la gente termina recurriendo a personas como nosotros, que tenemos experiencia y sabemos cómo tratar estas energías que se mueven en un plano distinto al de nuestra vida. En el país hemos hecho muchos trabajos de éstos”, remarcó, más o menos de lo que puedo reconstruir del diálogo con la desconocida.

Reiterándole que carecía de algún tipo de contacto con la familia Gutiérrez, la mujer se explayó un poco más sobre sus habilidades esotéricas, me dejó su teléfono y se despidió muy amablemente agradeciéndome la atención. 

De igual manera me despedí de ella, pero en mi cabeza se había creado una duda. No tanto sobre las cuestiones paranormales que pudieran existir dentro del inmueble donde el ex secretario presidencial fue torturado y asesinado brutalmente, sino sobre las implicancias económicas y sociales que de ahora en más tendrá la casade calle Santiago Perkic 124 de El Calafate, la cual ha entrado, según consta en la calificación de quienes consultamos, en el rubro de las denominadas “Casas Tóxicas”.

Y este llamado inesperado, despertó en mi una curiosidad casi morbosa: saber más sobre aquellas casas donde se han producido hechos aberrantes y el destino posterior que cada una ha tenido. Y ahí me enteré de que prácticamente ninguna de esas propiedades, aún las más fastuosas, pudieron sobrevivir a la mala prensa que generaron los crímenes ocurridos en su interior, que le bajaron el precio de venta en el 50% o más y aún así, en la mayoría de los casos, nunca pudieron ser vendidas ni alquiladas y ni siquiera despertaron interés inmobiliario, sencillamente por “la maldición” que se apropió de sus interiores, después de los oscuros secretos de muerte que quedaron atrapados entre sus paredes.

Voces de la experiencia

Esto me llevó a consultar telefónicamente con un par de agentes inmobiliarios de la ciudad de Buenos Aires, quienes casi coincidentemente me manifestaron que en la Argentina no existe una ley (como en España) que los obligue a blanquear la situación a los posibles compradores y/o inquilinos “Pero, es una cuestión ética que nos hace advertirle al cliente que allí pasó algo, especialmente si hubo muertes violentas, aunque en nuestra empresa no tomamos propiedades con esos problemas, porque cuando el cliente se entera puede que no pase nada, pero en la mayoría de los casos te lo hacen saber de mala manera y hay personas muy sensibles que inclusive no comprarían ni alquilarían si alguien falleció allí adentro, aún por causas naturales o enfermedad”, nos dijo G.M. quien aseguró que en Buenos Aires “las propiedades donde hubo alguna masacre, se conocen por la repercusión en la prensa y eso nos facilita el trabajo. Igual – acotó – hay algunas personas que alquilan sin importarles la historia, porque en esos casoslos alquileres son relativamente bajos para la calidad del inmueble y muchos ven esa parte económica, más que el pasado de la casa”.

Ambas fuentes coincidieron que las propiedades pierden entre el 40 al 60% de su valor, dependiendo de qué haya sucedido en su interior (si los hechos ocurrieron adentro de la casa en el jardín, también hacen variar ese valor) y del estado en que se encuentre, dado que después de crímenes muy violentos, las propiedades suelen estar cerradas por años, por cuestiones legales, luego por sucesiones, porque los mismos familiares no quieren saber nada con el inmueble o porque termina en manos del Estado, como sucedió con la casa del odontólogo Barreda que terminó tapiada, por ejemplo.

La casa donde el odontólogo Barreda masacró a su familia, permanece cerrada y tapiada, con todo el mobiliario adentro, el Ford Falcon de la familia y nunca hubo interés por vender o comprar

Específicamente, consultando a los administradores inmobiliarios sobre el destino que podría tener la casa de Fabián Gutiérrez la opinión fue más o menos coincidente, uno de ellos fue bastante puntual al señalar “No conozco la propiedad, pero por lo visto en la prensa es una construcción moderna, eso suele jugar a favor, pero como está situada en un pueblo ya debe estar rodeada de una atmósfera especial y esto es natural que ocurra, ya que la propia gente del lugar la estigmatiza”, dijo GM, con mucha experiencia en el ramo “No sería raro que a la familia les cueste mucho vender el inmueble y también alquilarlo. Hay que ver la idiosincrasia del lugar, no conozco el Calafate. Hay casos donde no es tan traumático como este hecho ocurrido en Santa Cruz y los familiares suelen facilitar los inmuebles por algún tiempo (4 o 5 años) a personas que la habiten y si una familia transcurre allí ese tiempo o más años, habitándola normalmente, es posible que con el correr de los años comience a perderse la desconfianza por el inmueble y de a poco empiece a recuperarse su valor; pero nunca va a llegar al 100% de lo que en realidad vale”, dijo.

Cuando le preguntamos a qué le tiene miedo la gente, dijo que por experiencia propia le temen a las energías negativas que (dicen) pueden haber quedado en la casa “Yo he tratado de vender casas con historias negras, pero en lo personal nunca me tropecé con fantasmas ni ruidos; sin embargo hay mucha gente que teme las presencias o las energías retenidas allí. En muchos casos los nuevos habitantes suelen hacer trabajos de limpieza energética, a través de parapsicólogos, pero la verdad, creo que a veces eso resulta peor” dijo sinceramente el dueño de una importante inmobiliaria del GBA, quien remarcó “Personalmente y por decisión de nuestra empresa, no tomamos para comercializar, casas con este estigma. Algunos colegas suelen comprar muy baratas estas propiedades y aprovechan el terreno tirando abajo la construcción y levantando edificios de departamentos para alquilar, pero si bien la “mala prensa” se atenúa al desaparecer el inmueble original que estaba allí, queda “un 20%” de ese resquemor popular hacia lo desconocido, que ha sido muy impuesto y potenciado a partir del cine que le encontró la veta comercial a todo esto, explotando muy hábilmente el morbo que todos tenemos en mayor o menor medida desarrollado y que se acompaña con el miedo a los desconocido. Ese es el cócktel perfecto para arruinar cualquier negocio como el nuestro”, concluyó.

Otro aspecto desconocido de este mercado en “casas tóxicas” como se las denomina en el negocio inmobiliario, es la atracción que muchas de esas propiedades tienen para un determinado grupo de personas quienes se sienten atraídas por las historias escabrosas “En general cuando en una casa ha muerto un famoso o el criminal que vivía ahí se hizo famoso por sus crímenes, hay quienes suelen pagar más de lo que vale la propiedad o pagan un alquiler alto solo por estar en contacto con la historia negra del lugar”, dijo y describió como ejemplo la casa de Robledo Puch en Borges al 1800 (Bs As) o la propia casa de los Pucio, en San Isidro donde actualmente y desde hace algunos años funciona un estudio de diseño industrial.

La casa de Robledo Pucho, el multiasesino, fue alquilada en varias oportunidades y sigue alquilada hoy. La habitación de Robledo, era la de la planta alta que aparece con persianas a medio abrir

Más en el mundo

El tema nos hizo buscar otros antecedentes en el mundo y prácticamente descubrimos otra dimensión, hasta el momento, fuera de nuestro conocimiento cotidiano.

Independientemente de que las casas tóxicas (con historias truculentas) en su mayoría pierden valor de venta, hay un ejemplo paradigmático de que el crimen, por el contrario, hizo volar por los aires el precio del inmuebley este ejemplo es la casa de Gianni Versace en la avenida Ocean Drive de Miami Beach (EE.UU.), a quien asesinaron en 1997 en los escalones de acceso a su residencia. La mansión de estilo mediterráneo fue comprada por el doble de su valor y transformada en un hotel boutique de lujo renombrada The Villa Casa Casuarina, donde los viajeros pueden dormir en los lugares frecuentados por Versace y revivir los últimos pasos del diseñador o pararse en el lugar mismo donde el hombre fue asesinado con disparos de pistola.

Sin embargo, la mayoría de las propiedades atravesadas por la tragedia, están lejos del glamour y el esnobismo y uno de los ejemplos más práctico de lo que decimos es la casa maldita de Amityville en el 112 de Ocean Avenue en el Estado de Nueva York (EEUU) donde el 14 de noviembre de 1974, el hijo mayor de la familia Defeo mató a sus padres y hermanos mientras dormían. La historia llegó al cine y la casa pasó por varias manos, pero nadie pudo superar un corto tiempo de estadía allí. 

Para sortear el aspecto aterrador de la casa de tres pisos, uno de los últimos propietarios cambiaron las ventanas superiores que asemejaban ojos y en su lugar pusieron cuatro ventanales comunes, además de cambiarle el color oscuro del exterior y pintarla de blanco. Aún así, la casa guarda vida propia y espanta a sus moradores.

Amityville, “La casa del horror” en EEUU. Icónica propiedad donde se han filmado películas que narran los hechos ocurridos en el año 1974

¿Una “Casa tóxica” en Santa Cruz?

Hoy y debido a un llamado poco común recibido en nuestra Redacción, decidimos hurgar en los rincones oscuros de los misterios que rodean a las denominadas “casas tóxicas” en la cual aparentemente podría convertirse la vivienda de El Calafate en cuyo interior fue torturado y muerto Fabián Gutiérrez.

De las averiguaciones practicadas no se pudo determinar a quién pertenece la propiedad. Algunos aseguran que Gutiérrez “la alquilaba” y otros aseguran en El Calafate que pertenecería a su hermana. Otra versión habla que Fabián la habría comprado (entre otras propiedades de la villa) después del 2007 y que vivía en distintas casas, después que decidiera abandonar la mansión de 1 millón de dólares, que le descubrimos en el año 2006.Allí, una vez terminada, el ex secretario la habitó con su familia y un sobrinito de corta edad, se ahogó en la pileta de natación de la propiedad.

Casa que construyó Fabián Gutierrez en El Calafate cuyo valor fue de 1 millón de dólares. En la piscina cerrada del inmueble, falleció ahogado su pequeño sobrino. Posteriormente Fabián se mudó de esa casa.

Llamativamente, el propio Fabián Gutiérrez decidió no convivir con los recuerdos de tan dolorosa pérdida y vaya a saber si no fue en parte por esta estigmatización que se crea alrededor de las propiedades escenario de tragedias, que su dueño la dejó de habitar y allí paso a vivir su hermana. Quizás él mismo comenzó a sentir ese rechazo a la historia trágica de esa casa que construyó con tanta ansiedad y paradójicamente hoy lo tiene a él como centro de la memoria negativa que algunos piensan, ya habita la casa de Santiago Perkic 124 de El Calafate.En la villa turística nuestra fuente dijo “Todo lo que rodea a Gutiérrez es una incógnita, lo que no se puede negar es que después de lo que pasó, es una casa maldita y pocos o nadie va a querer comprobar si allí hay energías negativas o si todo es puro cuento; es más, se dice que cuando cae la noche los vecinos evitan pasar por el frente. Pero lo que ocurrió acá, seguramente por muchísimos años, no se olvidará”, dijo un vecino que vive a pocas cuadras de allí. (Agencia OPI Santa Cruz)

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