Según publica La Nación La exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se refirió al caso de Abigail Jiménez, la niña de 12 años diagnosticada de cáncer a la que le negaron el ingreso por auto a Santiago del Estero y tuvo que ser cargada en brazos por su padre para regresar a su casa. En relación a ello, la titular de PRO apuntó contra los poderes feudales en la Argentina.
“El caso de Abigail es ‘un caso María Soledad’ que puede derribar a un poder feudal”, señaló, en diálogo con TN. Y en ese sentido, agregó: “El haber visto de manera tan terrible al papá llevando a su nena por la ruta cuando no lo dejaron cruzar estos enanos fascistas, que han puesto fronteras en todos lados, está poniendo en jaque a los poderes feudales de la Argentina”.
La exfuncionaria mencionó el caso de María Soledad Morales, el primer femicidio que conmocionó al país luego del retorno de la democracia y que expuso de forma atroz el modo de operar de los “hijos del poder” en Catamarca. El crimen de esta joven fue un punto de inflexión que puso fin al clan Saadi en el gobierno provincial.
En esa misma dirección, Bullrich consideró que las imágenes de Abigail en brazos de su padre también provocaron gran impacto en la sociedad argentina y destaparon una situación de impunidad. En este caso, en la provincia de Santiago del Estero, a cargo del gobernador kirchnerista Gerardo Zamora.
Al analizar la coyuntura política, la titular de PRO se centró sobre esta cuestión y acusó al Gobierno, puntualmente a la vicepresidenta, de querer “avanzar” en pos de lograr su propia impunidad. “Lo único que le interesa a Cristina es su realidad y Alberto Fernández acepta eso, pero tiene un enorme desorden en su gestión”, opinó.
“Soy bastante optimista y creo que el kirchnerismo está intentando avanzar, pero que no le resulta tan fácil porque el pueblo y esta fuerza popular republicana le están poniendo un freno”, resaltó Bullrich. Y al respecto, concluyó: “Hay una ciudadanía y una oposición activa. En la Argentina hay recursos para que Cristina no avance y, además, ella está perdiendo popularidad y mística”. (La Nación)
